/ domingo 28 de abril de 2024

Maximiliano y la India Bonita: ¿un romance que nunca exisitió?

Se dice que la India Bonita era hija de un jardinero de la Finca El Olindo, de Maximiliano de Habsburgo; sin embargo, en los registros históricos poco o nada se habla de ella

Al hablar del emperador Maximiliano de Habsburgo y su paso por Cuernavaca es imposible no hablar de su residencia en el emblemático Jardín Borda, su finca El Olindo, en San Miguel Acapantzingo y su romance con la India Bonita, pero, ¿ese romance realmente existió?

Según la historia, Concepción Sedano Leguízamo fue hija de uno de los jardineros de la finca El Olindo; sin embargo, tras años de investigación, cronistas de Cuernavaca llegaron a la conclusión de que ese personaje nunca existió.

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De acuerdo con el cronista Octavio Sedano, buscaron información y no encontraron a ninguna Concepción Sedano Leguízamo (o Leguízamo Sedano) en Cuernavaca, pero dentro de las investigaciones salió a relucir un dato que indicaba que el supuesto hijo de Concepción había estado en Francia y se llamaba Julio Sedano Leguízamo, por lo que fijaron la investigación sobre él.

Según la investigación, Julio Sedano no nace en Cuernavaca y resulta que su mamá no se llamaba Concepción, sino María Ana Leguízamo y su esposo era Ignacio Sedano, un ferrocarrilero en Tlaxcala, por lo que se dice que Julio nació en aquella ciudad.

Asimismo, dijo que Maximiliano de Habsburgo llega a Cuernavaca en 1866, y es el año en el que nace Julio, pero María Ana ya había tenido dos partos anteriores, finalmente tuvo seis hijos, casi uno por año.

¿Cómo surge la leyenda del hijo de Maximiliano y La India Bonita?

Las investigaciones registran que Julio Sedano efectivamente estuvo en Francia, y toda la fábula de que era hijo de Maximiliano surge porque así lo decía el embajador y poeta, del que Julio fue secretario.

“Julio tenía barba, era rubio y tenía los ojos azules, por lo que el embajador le decía que era el hijo bastardo de Maximiliano; y aunque Julio siempre aclaró quienes eran sus padres, el embajador lo presentaba como tal, y ahí nace la leyenda”.

Se dice que Julio Sedano, ostentándose como hijo de Maximiliano, se aprovechaba para sacar información importante, ya que supuestamente, trabajaba para los alemanes en una red de espionaje junto con la famosa espía y bailarina erótica Mata Hari.

“A Julio Sedano también lo fusilan en Francia por traidor; él también era empresario y tenía un negocio en el que vendió pólvora a los que trataron de volar la Torre Eiffel. Curiosamente, lo mataron una semana antes de fusilar a Mata Hari”.

La cronista Adriana Estrada Cajigal mencionaba que el mito de “La India Bonita” surge por un cuadro que pintó el artista Salvador Tarazona cuando vivió en Cuernavaca. Decía que Tarazona frecuentaba el restaurante “La India Bonita”, donde había una batea con la representación pictográfica de una mujer indígena que carga un recipiente repleto de frutas, al fondo se veían algunas chozas con palmeras y montañas. La cronista aseguraba que el artista se inspiró en ella para pintar un cuadro que tituló “La India Bonita”, donde se ve a una muchacha vestida de china poblana, escondida tras un árbol, mientras Maximiliano pasea por el lugar sobre su caballo.

Realidad o ficción, lo cierto es que Maximiliano de Habsburgo y la India Bonita son personajes que han marcado la historia en Morelos y en México.

Al hablar del emperador Maximiliano de Habsburgo y su paso por Cuernavaca es imposible no hablar de su residencia en el emblemático Jardín Borda, su finca El Olindo, en San Miguel Acapantzingo y su romance con la India Bonita, pero, ¿ese romance realmente existió?

Según la historia, Concepción Sedano Leguízamo fue hija de uno de los jardineros de la finca El Olindo; sin embargo, tras años de investigación, cronistas de Cuernavaca llegaron a la conclusión de que ese personaje nunca existió.

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De acuerdo con el cronista Octavio Sedano, buscaron información y no encontraron a ninguna Concepción Sedano Leguízamo (o Leguízamo Sedano) en Cuernavaca, pero dentro de las investigaciones salió a relucir un dato que indicaba que el supuesto hijo de Concepción había estado en Francia y se llamaba Julio Sedano Leguízamo, por lo que fijaron la investigación sobre él.

Según la investigación, Julio Sedano no nace en Cuernavaca y resulta que su mamá no se llamaba Concepción, sino María Ana Leguízamo y su esposo era Ignacio Sedano, un ferrocarrilero en Tlaxcala, por lo que se dice que Julio nació en aquella ciudad.

Asimismo, dijo que Maximiliano de Habsburgo llega a Cuernavaca en 1866, y es el año en el que nace Julio, pero María Ana ya había tenido dos partos anteriores, finalmente tuvo seis hijos, casi uno por año.

¿Cómo surge la leyenda del hijo de Maximiliano y La India Bonita?

Las investigaciones registran que Julio Sedano efectivamente estuvo en Francia, y toda la fábula de que era hijo de Maximiliano surge porque así lo decía el embajador y poeta, del que Julio fue secretario.

“Julio tenía barba, era rubio y tenía los ojos azules, por lo que el embajador le decía que era el hijo bastardo de Maximiliano; y aunque Julio siempre aclaró quienes eran sus padres, el embajador lo presentaba como tal, y ahí nace la leyenda”.

Se dice que Julio Sedano, ostentándose como hijo de Maximiliano, se aprovechaba para sacar información importante, ya que supuestamente, trabajaba para los alemanes en una red de espionaje junto con la famosa espía y bailarina erótica Mata Hari.

“A Julio Sedano también lo fusilan en Francia por traidor; él también era empresario y tenía un negocio en el que vendió pólvora a los que trataron de volar la Torre Eiffel. Curiosamente, lo mataron una semana antes de fusilar a Mata Hari”.

La cronista Adriana Estrada Cajigal mencionaba que el mito de “La India Bonita” surge por un cuadro que pintó el artista Salvador Tarazona cuando vivió en Cuernavaca. Decía que Tarazona frecuentaba el restaurante “La India Bonita”, donde había una batea con la representación pictográfica de una mujer indígena que carga un recipiente repleto de frutas, al fondo se veían algunas chozas con palmeras y montañas. La cronista aseguraba que el artista se inspiró en ella para pintar un cuadro que tituló “La India Bonita”, donde se ve a una muchacha vestida de china poblana, escondida tras un árbol, mientras Maximiliano pasea por el lugar sobre su caballo.

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