2020 nos recibe con grandes esperanzas pero también con la incertidumbre acostumbrada; medio oriente arde una vez más ante la amenaza de un conflicto armado con las diferencias de siempre y los actores de siempre.
En México los problemas recaen en frágil expectativa de crecimiento y muchos proyectos importantes que andarán por un sinuoso camino antes de llegar a buen puerto; el tren maya aun no inicia y ya tiene en contra a un EZLN con un atípico antagonismo no mostrado en años anteriores y ante injusticias manifiestas hacia los pueblos originarios.
El año inicia en Morelos con la visita de Andrés Manuel López Obrador, la visita se desarrolla en el preciso momento de escribir estas notas, el motivo es supervisar obras de desarrollo social en Ayala.
Sin embargo el ambiente se ha tensado por la postura que algunas personas entre quienes destacan familiares del General Emiliano Zapata han manifestado ante la polémica pintura realizada por Fabián Cháirez, exhibida en Bellas Artes. Describir la pintura resulta ocioso, pues seguro la han visto, dado el revuelo generado.
El tema de la pintura para fines históricos me parece irrelevante; no afecta positiva o negativamente a un legado que ya se conoce, es sólo una expresión que puede gustar o no, punto.
Mas llaman la atención los remanentes: el machismo, la homofobia, la misoginia y otros flagelos sociales que nunca se han ido e hipócritamente permanecen disfrazados por la doble moral en la sociedad mexicana, realidad desenmascarada hace unas semanas cuando en una manifestación en contra de la obra hubo agresiones contra miembros de la comunidad LGBTTI, mentes nubladas y agresiones sin sentido dieron una triste imagen de México al mundo, un país ya de por sí sumido en la inseguridad, donde la violencia parece ser parte de nuestra cultura.
Uno de los descendientes del General Zapata, Jorge Zapata, afirmó que la presencia de López Obrador en Morelos debe ser considerada una afrenta para los que aun luchan y creen en los ideales del “Caudillo del Sur” pues sigue fresca la herida por la pintura del “Zapata feminizado” que hizo Chairéz y se exhibe en la CDMX, el tema ha dividido incluso a los mismo familiares de Emiliano Zapata unos se deslindan de las posibles manifestaciones y alcanzan acuerdos, pero otros descalifican esa postura.
Personalmente no me gusta la mencionada obra, considero faltó tino al ponerla como la pintura que encabezaba toda una exposición pero reitero ¡es una obra y como tal debe ser evaluada! Resulta ridícula y exagerada la reacción, como si un pisotón de callo fuera respondido a balazos.
Los pensamientos y hechos realizados por Emiliano Zapata no serán cambiados por esto, como tampoco los cambió la nada amable imagen de “mujeriego” que la misma historia le ha endosado, los conceptos equivocados de moral no afectan la grandeza que la historia otorga.
Ojalá hoy podamos leer que la visita del Presidente de la República se llevó a cabo sin contratiempos y se le cuestionó por las cosas que realmente importan y afectan a nuestro país.
En pleno siglo XXI las discusiones deben girar en torno a cosas más relevantes, la homofobia, misoginia y otros lastres tienen que ser soltados de una vez y para siempre si queremos avanzar como sociedad.
@michelleonofre