La incorporación de investigadores en salud pública como parte del equipo de vocería del gobierno del estado para la difusión de acciones de prevención, efectos en la salud, y en general toda la información relacionada con la crisis del coronavirus en Morelos, es una medida inteligente, aunque bastante atrasada, para unificar los criterios y las voces en torno al padecimiento entre los dos más activos emisores de mensajes en torno al problema en el estado: el propio gobierno estatal y el Ayuntamiento de Cuernavaca.
Tanto Cuernavaca como el gobierno del estado han procurado que las medidas se establecen para la contención de un padecimiento grave, altamente contagioso y que ha cobrado ya tres vidas. Hay un discurso bastante claro, aunque no siempre comunicado por los canales más afortunados, sobre lo que debe hacerse y aunque no de forma muy exitosa, por cierto, se trata de resolver muchas dudas que surgen en la población. Advertimos que no todo el problema está en el aterrizaje de la estrategia comunicativa, hay muchas áreas de la administración pública que no están dando respuestas, Hacienda, Economía, Trabajo que deberían tener políticas públicas que atiendan los problemas financieros, económicos, laborales, que se están presentando en el estado como efectos colaterales del Covid-19. La falta de respuestas, la abundancia de noticias falsas, de conspiracionismos, está generando miedos que pueden generar respuestas de ira y odio en contra de grupos poblacionales específicos, de instituciones públicas.
Tendríamos que reconocer que en términos generales, la población de Cuernavaca y su zona conurbada tiene conocimiento del virus y que cada vez más participan en el aislamiento voluntario. En gran medida ha ayudado a ello el paquete de medidas restrictivas aprobado por el ayuntamiento capitalino bajo una lógica de “si no hay a qué salir, la gente no saldrá”; y por supuesto la información puntual y reiterada sobre el problema de salud y sus efectos. Falta el cierre con el tratamiento urgente a los efectos económicos y sociales del virus el más fuerte de los obstáculos para que la gente termine de convencerse.
El resto del estado es preocupante. Jojutla, mantiene todo el peso del combate al padecimiento en la figura de su alcalde, Juan Ángel Flores, cuyo liderazgo político le permite hacer aún muchas cosas, pero no todas las que tendrían que atenderse. Juan Ángel requiere ayuda porque Jojutla carece de recursos y aún padece los daños del sismo.
Peor es lo que ocurre en la zona oriente, ni cierres, ni información suficiente, y en cambio, algún ayuntamiento ha apostado a la difusión de la campaña “quédate en casa” como si se tratara de un canal de televisión: pequeños videos de artistas a través de redes sociales de alcance limitado. Bien sabido es que la farándula es líder para algunas cosas, la influencia de su conocimiento en cuestiones sanitarias es bastante limitada. El error evidente de esa campaña no es lo más grave, en todo caso tendrían que señalarse muchos otros, como la falta de expertos en el tema y de acciones para reducir la actividad en las calles.
@martinellito
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