/ lunes 7 de octubre de 2024

Democracia mexicana / Lealtad institucional de Claudia para Andrés Manuel

Prescindo de los oficios políticos, de las expresiones semánticas para dar paso a las reflexiones que me inspiran las relaciones, los vínculos, que de antiguo se establecieron cuando ni Claudia ni Andrés Manuel eran figuras políticas, y que con el tiempo han logrado ambos, cada quien por su parte y juntos, llegar en el caso del país, a ser titulares del máximo cargo político al que puede aspirar un mexicano; la Presidencia de la República.

Seis años de brega, de batallas, de esperanzas, de sueños y de realidades, hoy se materializan y se concretan en la actitud de Claudia Sheinbaum como Presidenta de la República respecto a su antecesor.

Expresar con una palabra todo lo que guardan estos personajes en su cerebro, en su corazón, en sus emociones, se puede graficar, se puede mostrar con la palabra lealtad.

¿Qué es la lealtad?

Sin acudir a aforismos latinos ni a figuras retóricas, simple y sencillamente debemos hablar, porque lo estamos viviendo, de la lealtad institucional, que Claudia ha expresado respecto a Andrés Manuel, que hoy en esta importante columna, hemos decidido ponderar qué es lo que forma parte de esa palabra.

Si bien es cierto como decía José Ortega y Gasset, que la obligación principal del hombre o de la mujer bien nacidos es ser agradecidos. Lo estamos viviendo. Ocurre cada minuto. Está en todos los medios. La lealtad que es respeto, fidelidad, virtud humana, lucidez; resiliencia para adoptar actitudes positivas, incluso frente a un duelo o a una desgracia, en este caso es la resiliencia para continuar construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación, y que Claudia ha dado muestras ya de a dónde nos va a llevar.

Pero lealtad también es tener principios morales y actitudes positivas, así como el coraje suficiente para continuar el camino trazado por Andrés Manuel para beneficio de las mexicanas y los mexicanos.

También lealtad es coraje, es decir, tener el arrojo, la capacidad, la proyección para no doblarse frente a los enemigos de siempre y los nuevos, y que el legado, la herencia, lo que ha dejado Andrés Manuel, no solamente se quede incólume, sino además que crezca.

También entendemos que la lealtad de Claudia hacia Andrés Manuel es prudente; es no sólo a la persona sino a lo que significa la investidura de un Presidente de la República que trabajó tanto tiempo por los pobres y sobre todo los que no teníamos más esperanza que sumarnos a Andrés Manuel. Lealtad en el caso concreto de Andrés Manuel es hacia su persona, a su obra, a sus logros, a sus realizaciones, porque están implícitas en todas estas actividades en los nuevos programas, la consolidación de los que inició Andrés Manuel y que ahora Claudia, seguramente como ocurrió cuando sufragamos por ella, no debemos olvidar que Andrés Manuel tuvo 30 millones de votantes y Claudia tuvo 36.

Pero también hay que considerar, y es fundamental, que además de la lealtad institucional surge la que es a una persona, a sus principios, a su manera de ser, de vivir, de hacer política, que fue la manera en que se condujo durante seis años Andrés Manuel.

Para nosotros lealtad es permanencia, es apoyo a lo que hizo el anterior Presidente y que ahora con una visión panorámica de realidades, Claudia, estamos seguros, superará en todos los órdenes, a lo que hizo Andrés Manuel, para consolidar para siempre las reformas constitucionales, y sobre todo, esto es fundamental, la lealtad de Claudia hacia las mujeres será el pilar fundamental de su Presidencia.

Conclusiones

Primera: Honor, gratitud, integridad, honestidad, son elementos que forman la lealtad, y que Claudia ya dio muestras y sigue, frente a las amenazas y las asechanzas de la ultraderecha, firme en su convicción, para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Segunda: Hemos enumerado todas estas características fundamentales, pero hay una más que hay que subrayar, porque la lealtad es respetar la ley, respetar las normas jurídicas, respetar a los demás, para que en esa medida también le demos a Claudia Sheinbaum el respeto que merece como mujer, como Presidenta de la República, y seguramente como la gran historia que ha empezado a construir para bien de todas las mexicanas y los mexicanos.

Licenciado en Derecho. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

Prescindo de los oficios políticos, de las expresiones semánticas para dar paso a las reflexiones que me inspiran las relaciones, los vínculos, que de antiguo se establecieron cuando ni Claudia ni Andrés Manuel eran figuras políticas, y que con el tiempo han logrado ambos, cada quien por su parte y juntos, llegar en el caso del país, a ser titulares del máximo cargo político al que puede aspirar un mexicano; la Presidencia de la República.

Seis años de brega, de batallas, de esperanzas, de sueños y de realidades, hoy se materializan y se concretan en la actitud de Claudia Sheinbaum como Presidenta de la República respecto a su antecesor.

Expresar con una palabra todo lo que guardan estos personajes en su cerebro, en su corazón, en sus emociones, se puede graficar, se puede mostrar con la palabra lealtad.

¿Qué es la lealtad?

Sin acudir a aforismos latinos ni a figuras retóricas, simple y sencillamente debemos hablar, porque lo estamos viviendo, de la lealtad institucional, que Claudia ha expresado respecto a Andrés Manuel, que hoy en esta importante columna, hemos decidido ponderar qué es lo que forma parte de esa palabra.

Si bien es cierto como decía José Ortega y Gasset, que la obligación principal del hombre o de la mujer bien nacidos es ser agradecidos. Lo estamos viviendo. Ocurre cada minuto. Está en todos los medios. La lealtad que es respeto, fidelidad, virtud humana, lucidez; resiliencia para adoptar actitudes positivas, incluso frente a un duelo o a una desgracia, en este caso es la resiliencia para continuar construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación, y que Claudia ha dado muestras ya de a dónde nos va a llevar.

Pero lealtad también es tener principios morales y actitudes positivas, así como el coraje suficiente para continuar el camino trazado por Andrés Manuel para beneficio de las mexicanas y los mexicanos.

También lealtad es coraje, es decir, tener el arrojo, la capacidad, la proyección para no doblarse frente a los enemigos de siempre y los nuevos, y que el legado, la herencia, lo que ha dejado Andrés Manuel, no solamente se quede incólume, sino además que crezca.

También entendemos que la lealtad de Claudia hacia Andrés Manuel es prudente; es no sólo a la persona sino a lo que significa la investidura de un Presidente de la República que trabajó tanto tiempo por los pobres y sobre todo los que no teníamos más esperanza que sumarnos a Andrés Manuel. Lealtad en el caso concreto de Andrés Manuel es hacia su persona, a su obra, a sus logros, a sus realizaciones, porque están implícitas en todas estas actividades en los nuevos programas, la consolidación de los que inició Andrés Manuel y que ahora Claudia, seguramente como ocurrió cuando sufragamos por ella, no debemos olvidar que Andrés Manuel tuvo 30 millones de votantes y Claudia tuvo 36.

Pero también hay que considerar, y es fundamental, que además de la lealtad institucional surge la que es a una persona, a sus principios, a su manera de ser, de vivir, de hacer política, que fue la manera en que se condujo durante seis años Andrés Manuel.

Para nosotros lealtad es permanencia, es apoyo a lo que hizo el anterior Presidente y que ahora con una visión panorámica de realidades, Claudia, estamos seguros, superará en todos los órdenes, a lo que hizo Andrés Manuel, para consolidar para siempre las reformas constitucionales, y sobre todo, esto es fundamental, la lealtad de Claudia hacia las mujeres será el pilar fundamental de su Presidencia.

Conclusiones

Primera: Honor, gratitud, integridad, honestidad, son elementos que forman la lealtad, y que Claudia ya dio muestras y sigue, frente a las amenazas y las asechanzas de la ultraderecha, firme en su convicción, para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Segunda: Hemos enumerado todas estas características fundamentales, pero hay una más que hay que subrayar, porque la lealtad es respetar la ley, respetar las normas jurídicas, respetar a los demás, para que en esa medida también le demos a Claudia Sheinbaum el respeto que merece como mujer, como Presidenta de la República, y seguramente como la gran historia que ha empezado a construir para bien de todas las mexicanas y los mexicanos.

Licenciado en Derecho. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com