Las empresas existentes en Morelos que ponen en práctica actividades social y ambientalmente responsables como parte de su estrategia de negocios, tienen un impacto positivo y sostenible en el crecimiento, desarrollo y reducción de la pobreza de manera determinante y concreta.
Si nosotros los empresarios ponemos en práctica éstas actividades de una forma coherente, podemos ayudar a mejorar el acceso a bienes y servicios, empleos de calidad, nuevas oportunidades de actividades económicas que generen autoempleo y puedan contribuir a generar cadenas de valor responsables.
La idea es que como empresarios ofrezcamos soluciones sostenibles a problemas socioeconómicos contribuyendo a la generación de valor, es evidente que el sector privado no puede ni le corresponde resolver todos los problemas sociales y económicos del país, sin embargo, sí es posible que conduzcamos nuestra actividad de tal manera que tengan un impacto positivo en la sociedad (más allá de la aportación de generación de riqueza y empleo).
Sin duda, conseguir todas estas cosas requieren modelos de negocios innovadores que se centren en desarrollar el potencial de los diferentes sectores, ofrecer posibilidades a lo más desfavorecidos para tener algún poder sobre su destino, como el acceso a un trabajo digno, posibilidades de acceder a productos y generar ingresos con pequeños emprendimientos es esencial para conseguir prosperidad y dividendos, aun en éstos tiempos en que la informalidad, el autoempleo mal remunerado y la poca deducibilidad, determinan en algunos casos, el éxito o fracaso.
Cuando la mayoría de la población participa de un modo u otro en el desarrollo económico, las sociedades tienden a ser más estables social y políticamente, lo cual abona y beneficia a nuestras empresas, al estado y por supuesto al País.
Las actividades que se basan en actividades económicas son las que tendrán un impacto masivo y son las que podrán tener resultados más efectivos para generar nuevas oportunidades a los emprendedores, lo cual fortalece el tejido socioeconómico y suele ser más sostenible.
La responsabilidad social empresarial es clave para generar contribuciones medibles, cuantificables y tangibles, un ejemplo de esto es el programa “Orgullo Morelos” quienes son pequeños productores y microempresarios que ofrecen una solución viable para un importante segmento de la población que de uno u otro modo no tendrían acceso a otros canales de distribución para comercializar sus productos.
Las prácticas responsables deben tener un impacto positivo en mejorar la calidad de vida de muchas personas, lo cual y de manera directa, mejora los resultados de las empresas.
Los empresarios siempre buscaremos generar las condiciones en cada una de nuestras empresas para buscar los resultados positivos en términos de utilidad, remuneración y sentido de pertenencia, mediante acciones que nuestra platilla laboral, se sienta beneficiada en términos de estabilidad y satisfacción personal y profesional.
MAD Jorge Mátar Vargas, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación Delegación Morelos