Los ganadores del Premio Nobel en Economía de este año fueron James Robinson, Daron Acemoğlu y Simon Johnson. De estos tres, los primeros dos escribieron “Porqué fracasan los países” y el tercero escribió junto con Acemoğlu “Poder y Progreso”, solo por mencionar sus contribuciones más famosas. El segundo es un libro que salió el año pasado, 2023, y que tengo en la pila de libros junto a la cama que tradicionalmente se llama “pendientes por leer”, pero ya leí el primero y fue un libro que cambió mi manera de entender al gobierno y su relación con el territorio y los gobernados.
En ese libro, Acemoğlu y Robinson argumentan que la diferencia entre un país exitoso y un país fracasado es, a grandes rasgos, el ciclo de virtud o vicio en el que se enfrascan a través del tiempo los Estados. Esos ciclos son construidos por reglas, que dan pie a instituciones, que dan pie a relaciones en el territorio entre los actores. Cuando ese conjunto de elementos crea vicios, éstos se refuerzan con la repetición a través del tiempo haciendo cada vez más difícil romperlos, por ejemplo: Si una Ley deja lagunas que un grupo de personas puede aprovechar para desviar dinero, esas personas tienen incentivos para usar ese mismo dinero mal habido para poner Diputados que no cambien esa ley o cambien otras para fortalecer el vicio, así poder seguir aprovechando y acumulando dinero, lo que los hará cada vez más poderosos, al mismo tiempo haciendo más difícil que alguien los quite y pueda corregir esa Ley. treinta años después estas personas son extremadamente ricas y poderosas, mientras el resto estamos acostumbrados a que así funcionen las cosas, desincentivados de hacer algo al respecto.
Pero no solo eso, ese desvío de dinero, supongamos era del sector educativo, a través de ese mismo tiempo fue una inversión en educación o infraestructura educativa que no se hizo, entonces, la educación no es de la calidad que podría ser. No solo se benefició un grupo de personas corruptamente, sino que se perdió la oportunidad de mejorar la educación. Este conjunto de elementos que crean ese círculo vicioso fueron las Leyes que no contemplaban la laguna, el grupo de personas que aprovecharon la laguna, y los actos que permitieron enriquecer corruptamente a ese grupo de personas. Las reglas, los actores y el juego. Estos tres elementos hacen una Institución. POR ESO SON IMPORTANTES LAS INSTITUCIONES. Cuando un país genera Instituciones que tienen el juego correcto, reglas claras y actores decentes a través del tiempo, la mayoría la pasa bien; pero si el juego es para beneficio de unos pocos, las reglas no son claras y los actores abusivos, solo esa minoría la pasa bien.
Cuando leí a los hoy ganadores del Nobel en Economía, me cayó el veinte de como funciona en muchos sentidos nuestro país. Su teoría me sirvió como base para identificar el patrón de muchos de los problemas en nuestro país y cómo ese patrón de instituciones viciosas está sistematizado desde hace muchos años, por cuestiones históricas que dan como resultado el México que vivimos hoy. Llevo años platicándole a la gente de ese libro, por eso me da mucho gusto que hoy les hayan reconocido ese aporte con el Nobel. Por eso y por otra razón.
Pero antes de platicarte la segunda razón por la que es importante el tema, quiero decir que Acemoğlu y Robinson tienen un pequeño gran caveat en su teoría, y es que no toman en consideración para distinguir a los países fracasados de los países exitosos que los exitosos generalmente están parados en los hombros de los fracasados, aprovechándose de esos círculos viciosos que muchas veces ellos mismos ayudaron a construir para extraer riqueza de los países fracasados, el ejemplo más claro es lo que los países colonizadores le hicieron a África, Latinoamérica y Asía. A los ganadores del Nobel les falta leer a Prebich y su teoría de la dependencia para sumarla a la suya para el siguiente libro.
Pero la razón por la que me da mas gusto que les hayan dado el Nobel es porque es una cachetada con guante blanco a AMLO y MORENA. “Al diablo las Instituciones” fueron las palabras textuales de AMLO hace muchos años, y lo cumplió. Acemoğlu, Robinson y Johnson recibieron el Premio por el enorme aporte a la teoría económica que supo identificar la importancia de cuidar las instituciones de gente como Andrés Manuel López Obrador. Mientras AMLO le dio atole con el dedo a sus seguidores, cambió el circulo virtuoso de las instituciones que estaban generando cosas buenas, en ves de seguirlos perfeccionando. Estoy hablando del Poder Judicial, el INE, la CNDH y otros órganos autónomos. A cambio, está generando círculos viciosos que los mexicanos sufriremos el día de mañana, eso son sus reformas.