/ jueves 27 de junio de 2019

El seminario como institución de incidencia social

Diócesis de Cuernavaca

Como cada año, nuestro Seminario Conciliar “San José” de Cuernavaca se encuentra en misión, ahora en la parroquia “San Miguel Arcángel” Jojutla, Morelos, lugar donde hubo la mayor catástrofe provocada por el terremoto del 19-S. Desde que ocurrió tan desastroso acontecimiento que conmociono al país, el seminario ha estado presente sumando esfuerzos organizativos y espirituales para la reconstrucción. No cabe duda que este acercamiento solidario de nuestros futuros sacerdotes al padecimiento de nuestro pueblo por el desastre natural, será de suma relevancia en su formación humana. Requerimos ahora más que nunca, de sacerdotes con sensibilidad social, con “olor a oveja” como nos exhorta nuestro Papa Francisco. Espero como nuestro pueblo de Dios espera de nosotros, que de nuestro Seminario sigan surgiendo hombres consagrados al servicio restaurador no sólo del alma, sino también del compromiso social en la construcción del Reino de Dios en la tierra, desde el amor, la paz y la justicia. Confío que esta experiencia misional bajo tales circunstancias de sensibilidad, curta el corazón de nuestros seminaristas, para no sólo llegar a ser administradores de la gracia sino pastores cercanos a los dolores de nuestro pueblo.

Aunque no es noticia en los medios de comunicación masivos, quiero decir con total convicción y regocijo que debemos estar orgullosos de nuestro Seminario, semillero sacerdotal, allí dónde se forman los futuros sacerdotes para la Diócesis de Cuernavaca. No sólo nuestros muchachos estudian sus dos licenciaturas: filosofía y teología, sino que además tiene una formación integral en todas las demás áreas. Sin duda alguna, es una casa de formación de líderes, que aunque algunos no lleguen al ministerio sacerdotal, no dejan de tener una incidencia social desde otros ámbitos por la completa formación recibida. Por tanto, debemos resaltar el valor significativo de tener un seminario. Es una institución de las pocas que existen en la sociedad, que de verdad ha dado cientos de generaciones de hombres capacitados para servir al pueblo de Dios, ya sea como consagrados o como laicos comprometidos.

Ante una crisis antropológica de las nuevas generaciones de jóvenes, creo que vale la pena valorar esta entrega poco visibilizada mediáticamente, de estos muchachos que están entregando sus mejores años de vida, apostándole a un sueño aún incierto y de largos años (entre 9 y 12 años): ser sacerdote para más amar y servir al pueblo de Dios. En vez de gastar su juventud en los deseos y diversiones, han decidido ofrecerlos en el estudio, la oración, la disciplina, el desprendimiento, la austeridad, la renuncia a una familia, a un negocio o a una carrera de éxito y poder, para entregarse a un seguimiento a la forma de proceder del maestro de Nazareth. Creo que ante una evidente descomposición social y de valores, el tener a estos varones en el seminario, es signo de esperanza, es signo de que aún el proyecto de Jesús, sigue atrayendo a jóvenes, sigue en pie y jamás se detendrá. No son muchos los que llegarán al llamado del sacerdocio, pero Dios no deja de concedernos sacerdotes.

Sé que el equipo formador del seminario, durante los largos años de formación, hacen lo posible para darnos lo mejor de los candidatos a la ordenación, aún así, podemos llevarnos sorpresas inesperadas de inmadurez. Por eso en cada misa celebrada en nuestra Diócesis, todos debemos de rezar la oración por las vocaciones, para que el Buen Pastor, haga de sus elegidos hombres entregados a su llamado, que constantemente se estén reelaborando para dar lo mejor de sí.

Pidamos por ellos y por todos los sacerdotes. Puedo decir con toda seguridad que es mucho más el bien que los sacerdotes hacen, que el mal de unos cuantos. Recordemos que Judas fue un elegido para ser uno de los doce, fue formado y vivió con el mismo Jesucristo, y aún así, fallo. Nuestra formación esta cimentada en la doctrina de la iglesia, fiel a Cristo, pero seguimos siendo libres para ser fieles o traicionar. También nuestro seminario hace todo lo posible para darnos lo mejor como Cristo quiso darnos a sus doce apóstoles. Por eso urge nuestra constante oración por las vocaciones. Estamos redoblando esfuerzos para que nuestra institución a pesar de la crisis que se vive por el pecado de unos cuantos, nos haga un avivamiento de nuestro ser sacerdotal, renovándonos para los nuevos retos de la iglesia. No hay mal que por bien no venga, para los que aman al Señor. Estamos convencidos como nos lo ha enseñado la historia de la iglesia, que de tiempos turbulentos, Dios nos envía grandes restauradores. En esa confianza, sigamos amando a nuestro seminario, porque de allí Dios hará surgir nuevas generaciones sacerdotales para su iglesia.

Como cada año, nuestro Seminario Conciliar “San José” de Cuernavaca se encuentra en misión, ahora en la parroquia “San Miguel Arcángel” Jojutla, Morelos, lugar donde hubo la mayor catástrofe provocada por el terremoto del 19-S. Desde que ocurrió tan desastroso acontecimiento que conmociono al país, el seminario ha estado presente sumando esfuerzos organizativos y espirituales para la reconstrucción. No cabe duda que este acercamiento solidario de nuestros futuros sacerdotes al padecimiento de nuestro pueblo por el desastre natural, será de suma relevancia en su formación humana. Requerimos ahora más que nunca, de sacerdotes con sensibilidad social, con “olor a oveja” como nos exhorta nuestro Papa Francisco. Espero como nuestro pueblo de Dios espera de nosotros, que de nuestro Seminario sigan surgiendo hombres consagrados al servicio restaurador no sólo del alma, sino también del compromiso social en la construcción del Reino de Dios en la tierra, desde el amor, la paz y la justicia. Confío que esta experiencia misional bajo tales circunstancias de sensibilidad, curta el corazón de nuestros seminaristas, para no sólo llegar a ser administradores de la gracia sino pastores cercanos a los dolores de nuestro pueblo.

Aunque no es noticia en los medios de comunicación masivos, quiero decir con total convicción y regocijo que debemos estar orgullosos de nuestro Seminario, semillero sacerdotal, allí dónde se forman los futuros sacerdotes para la Diócesis de Cuernavaca. No sólo nuestros muchachos estudian sus dos licenciaturas: filosofía y teología, sino que además tiene una formación integral en todas las demás áreas. Sin duda alguna, es una casa de formación de líderes, que aunque algunos no lleguen al ministerio sacerdotal, no dejan de tener una incidencia social desde otros ámbitos por la completa formación recibida. Por tanto, debemos resaltar el valor significativo de tener un seminario. Es una institución de las pocas que existen en la sociedad, que de verdad ha dado cientos de generaciones de hombres capacitados para servir al pueblo de Dios, ya sea como consagrados o como laicos comprometidos.

Ante una crisis antropológica de las nuevas generaciones de jóvenes, creo que vale la pena valorar esta entrega poco visibilizada mediáticamente, de estos muchachos que están entregando sus mejores años de vida, apostándole a un sueño aún incierto y de largos años (entre 9 y 12 años): ser sacerdote para más amar y servir al pueblo de Dios. En vez de gastar su juventud en los deseos y diversiones, han decidido ofrecerlos en el estudio, la oración, la disciplina, el desprendimiento, la austeridad, la renuncia a una familia, a un negocio o a una carrera de éxito y poder, para entregarse a un seguimiento a la forma de proceder del maestro de Nazareth. Creo que ante una evidente descomposición social y de valores, el tener a estos varones en el seminario, es signo de esperanza, es signo de que aún el proyecto de Jesús, sigue atrayendo a jóvenes, sigue en pie y jamás se detendrá. No son muchos los que llegarán al llamado del sacerdocio, pero Dios no deja de concedernos sacerdotes.

Sé que el equipo formador del seminario, durante los largos años de formación, hacen lo posible para darnos lo mejor de los candidatos a la ordenación, aún así, podemos llevarnos sorpresas inesperadas de inmadurez. Por eso en cada misa celebrada en nuestra Diócesis, todos debemos de rezar la oración por las vocaciones, para que el Buen Pastor, haga de sus elegidos hombres entregados a su llamado, que constantemente se estén reelaborando para dar lo mejor de sí.

Pidamos por ellos y por todos los sacerdotes. Puedo decir con toda seguridad que es mucho más el bien que los sacerdotes hacen, que el mal de unos cuantos. Recordemos que Judas fue un elegido para ser uno de los doce, fue formado y vivió con el mismo Jesucristo, y aún así, fallo. Nuestra formación esta cimentada en la doctrina de la iglesia, fiel a Cristo, pero seguimos siendo libres para ser fieles o traicionar. También nuestro seminario hace todo lo posible para darnos lo mejor como Cristo quiso darnos a sus doce apóstoles. Por eso urge nuestra constante oración por las vocaciones. Estamos redoblando esfuerzos para que nuestra institución a pesar de la crisis que se vive por el pecado de unos cuantos, nos haga un avivamiento de nuestro ser sacerdotal, renovándonos para los nuevos retos de la iglesia. No hay mal que por bien no venga, para los que aman al Señor. Estamos convencidos como nos lo ha enseñado la historia de la iglesia, que de tiempos turbulentos, Dios nos envía grandes restauradores. En esa confianza, sigamos amando a nuestro seminario, porque de allí Dios hará surgir nuevas generaciones sacerdotales para su iglesia.

Local

Incendio en Cuernavaca: Vecinos piden apoyo para don Martín

La noche del 21 de noviembre se registró un incendio en el domicilio de don Martín, ubicado en la colonia Flores Magón, el cual dejó en cenizas todo su patrimonio

Cultura

[Extranjeros en Morelos] Emiliano Zapata, hombre de tierra: Fragmentos de una novela

"Si Emiliano pensó en la posibilidad de rendirse con honor, Madero no le dio tiempo para hacerlo, pues las tropas de Zapata fueron atacadas inesperadamente"

Local

Coordinación de Movilidad pausará expedición de licencias

Los trámites para la expedición, renovación y reposición de licencias de conducir serán suspendidos hasta el próximo 29 de noviembre

Local

A clases presenciales, alumnos de Técnicos Laboratoristas

Los alumnos deberán retomar las clases presenciales el próximo lunes 25 de noviembre en sus horarios, salones y espacios habituales, al posponerse la demolición del edificio

Local

Día del Músico | Con misas en honor a Santa Cecilia celebran su día

Desde muy temprano iniciaron las celebraciones a Santa Cecilia; a mediodía realizaron un recorrido por las calles del primer cuadro al son de El Sinaloense

Local

Destruye INE más de 21 mil credenciales y formatos para votar

El material se destruyó en una máquina especial ante representantes de los partidos políticos que integran el colegiado; llaman a la ciudadanía a renovar su credencial de elector