Al amasijo de intereses conocido como “Va por México” le antecede un coqueteo que data de 1988, sin embargo vio la luz apenas en este sexenio, ahora está a punto de sufrir una muerte prematura, hace más de un mes le comenté sobre las primeras señales de distanciamiento, el intento de “agandalle” de Marko Cortés con la candidatura al gobierno del Edomex destapando a Enrique Vargas, no auguraba nada bueno para la bizarra e incipiente alianza.
El punto de inflexión se dio hace unos días, Alejandro Moreno Cárdenas abrazó la iniciativa su compañera de partido la diputada Yolanda de la Torre quien subió una propuesta de modificación al 5° transitorio de la reforma constitucional (ese que dio pie a la creación de la Guardia Nacional) solicitando que los militares permanezcan en las calles hasta 2028, el respaldo de Alito no se hizo esperar en un repentino cambio de opinión y hasta de rumbo, este escenario obviamente terminó por vulnerar la endeble unión tripartita, provocando que PAN y PRD amagaran con una pausa de la alianza.
Los Motivos del líder priista parecen fáciles de determinar pero no así su estrategia para lograr objetivos a corto y mediano plazo, agobiado tal vez por las investigaciones que contra él tienen tanto la FGR como la fiscalía de Campeche, parece haber recibido ya las primeras concesiones de su temeraria decisión, la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ha establecido una tregua (al menos por el momento) suspendiendo la difusión de “audioescándalos de Alito” en su programa de los martes conocido como “La Hora del Jaguar”, so pretexto de no interferir con las investigaciones y el debido proceso.
Andrés Manuel López Obrador parece tener en jaque a la oposición, características impresentables de algunos personajes le han facilitado el trabajo, Alito libró una denuncia por enriquecimiento ilícito cuando la fiscalía decidió no ejercer acción penal en su contra, hoy la historia es distinta, la FGR lo investiga por los delitos de tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, situación que se supo gracias a la pifia del gobierno federal que en junio lo comunicó mediante un tuit de corta vida publicado y borrado en los precisos momentos de la “gira europea” del legislador.
La Fiscalía de Campeche solicitó formalmente el proceso de desafuero, la factibilidad de que esto suceda podría depender del PAN, es precisamente el partido blanquiazul que forma parte de la sección instructora de la Cámara de Diputados que examinará el expediente y en su caso lo someterá al pleno, esa sección es formada por dos legisladores de Morena, uno del PAN y otro más del PRI, si se da por hecho el sentido del voto morenista, Acción Nacional decidiría los destinos de líder priista.
La pregunta podría ser… ¿Al cerrarse una puerta se abre otra? Si el pacto es de impunidad con el gobierno federal no pasará desapercibido a la opinión pública, si lo que pretende Moreno Cárdenas es únicamente ganar tiempo también será manifiesto, mientras tanto la solidaridad mostrada cuando los tres partidos opositores gritaban al unísono “Con amenazas de desafuero no van a dividir a la coalición” y “Si tocan a uno nos tocan a todos” y que sucedía hace menos de 30 días, hoy parece haber perdido vigencia.
La Alianza se ahoga en sus propios pantanos, en emergentes “planes B” aumentan sus acercamientos con Movimiento Ciudadano y mandan mensajes al PRI fingiendo que “Alito” ha dejado de existir, lo cierto es, ni el blanquiazul ni el sol azteca tienen luz propia en Coahuila ni Edomex y si no se pasan esas aduanas en 2023 la suerte para 2024 estará echada.
Rafael Alejandro Moreno Cárdenas se encuentra en el ojo del huracán, se juega todo a una sola carta y con todas las probabilidades en contra, la última esperanza para “Va por México” podría radicar en que los intereses que los unieron se fortalezcan y los vuelvan a unir, si ese reencuentro se da con un tricolor sin “Alito” sería mucho más prometedor.