Por Myriam Vázquez Aguilar y Andrés Balderas Cornelio
En el ámbito de la educación, una metodología bien definida no solo estructura el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que define el éxito académico y personal de los estudiantes. Trabajar en el aula con la seguridad de conocer cómo abordar cada tema o problema de acuerdo con las disciplinas que integran el currículo, se logra en el momento de tener muy claro el proceso de desarrollo que ha de definirse en la implementación de un proyecto de investigación para mejorar el aprendizaje.
La Nueva Escuela Mexicana centra el aprendizaje en potencializar el pensamiento crítico y el sentido ético en la resolución de problemas vivenciales, experimentando las distintas metodologías didácticas y sugiere, poner en práctica el Aprendizaje basado en proyectos comunitarios, Aprendizaje basado en indagación (STEAM como enfoque), Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) o Aprendizaje Servicio (AS), fomentando habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
Para empezar, exploraremos un poco del enfoque STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) este comenzó a ganar popularidad a principios del siglo XXI, pero sus raíces se remontan a décadas anteriores.
La idea de integrar estas disciplinas en el ámbito educativo destacando la necesidad de lograr activar el pensamiento analítico ha estado en desarrollo durante mucho tiempo, pero su adopción generalizada en esté, comenzó a tomar impulso alrededor del 2006. Desde entonces, ha seguido creciendo y evolucionando en todo el mundo, destacado por su características para preparar a los estudiantes ante los desafíos que plantea la Nueva Escuela Mexicana, ya que integra la búsqueda de la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, para lo que coloca al centro el logro de los aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Esta implementación en el proceso de enseñanza ha resultado favorable, ya que proporciona una estructura organizada considerando que, de no aplicarse un marco metodológico, el aprendizaje puede volverse desorganizado e ineficaz. Este método, por ejemplo, ofrece un enfoque integral que agrupa cuatro disciplinas clave para ofrecer una experiencia educativa coherente y práctica. Donde los estudiantes no solo aprenden teoría, sino que también aplican conceptos en contextos reales, promoviendo un aprendizaje más profundo y significativo. Este enfoque práctico permite a los estudiantes experimentar de primera mano el proceso de resolución de problemas, lo que refuerza su comprensión teórica y desarrolla habilidades aplicables en el mundo real.
Con respecto a lo anterior, el proceso de implementación en el aula consta de 5 fases con sus respectivos ciclos en cada uno de ellos, en estos se indican las actividades que los componen, en la fase 1 se indica el móvil del proyecto que es el planteamiento del problema, en este, se debe permitir que el alumno elija el tema, alguna problemática o algo que le llame la atención, esto es crucial por lo tanto, éste mostrará más interés para realizarlo, por el contrario, no se tendrán los mismos resultados si se le impone un tema.
En la fase 2, los alumnos se involucran en el diseño de investigación y el desarrollo de la indagación, es lo que se conoce como el marco teórico, en éste, el docente debe tener la capacidad de guiar al alumno. Además, deben asentarse los objetivos y la metodología a emplearse, tomando como base lo anterior, el docente debe tener claro que el planteamiento sea factible, claro y resolver una problemática, entre otros.
Queremos señalar que en la fase 3 se organizan y estructuran las respuestas a las preguntas específicas de indagación, es donde se da la respuesta a la o las preguntas planteadas con base en las indagaciones realizadas; en la fase 4 se presentan los resultados de indagación y su aplicación, es decir, los resultados que se obtuvieron durante el desarrollo de la investigación en este punto, estos giran en torno a la metodología empleada si fue cualitativa, cuantitativa o mixta.
Finalmente, en la fase 5 correspondiente a la metacognición, donde se establecen las conclusiones del proyecto de investigación, se asienta si la hipótesis planteada fue correcta o no, si hubo sesgo en la información o eventos ajenos al proyecto que influyeron sobre los resultados y explicarlos, cabe señalar que el docente es el guía en todo el proyecto, debe comprometerse, tener el conocimiento de la metodología de la investigación y lo primordial, motivar al alumno.
Considerando que los estudiantes pueden encontrarse con desafíos complejos que requieren soluciones a través diversos conocimientos como, ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas de manera integrada deben analizar situaciones, formular hipótesis y probar sus ideas, desarrollando así habilidades de pensamiento crítico, además de aplicar el trabajo en equipo lo que enseña a los estudiantes a colaborar, compartir ideas y trabajar hacia objetivos comunes.
En el método fomentar la innovación y la creatividad a través de un enfoque multidisciplinario, los estudiantes tienen la oportunidad de explorar nuevas ideas y desarrollar soluciones innovadoras, también promueve la inclusión y la diversidad en la educación. Finalmente, una metodología efectiva debe incluir mecanismos de evaluación y mejora continua, en el contexto de la aplicación se traduce en la evaluación de los resultados de los proyectos, la reflexión sobre los procesos utilizados y la adaptación de las estrategias de enseñanza en función de los resultados obtenidos.
Es así que el método STEM representa una metodología educativa que va más allá de la simple transmisión de conocimientos, abordando la enseñanza desde una perspectiva integradora y práctica.
Al seguir un enfoque metodológico los proyectos educativos pueden cumplir de manera más efectiva el propósito de la educación; preparar a los estudiantes no solo para el presente, sino también para un futuro dinámico y en constante evolución. La estructura organizada promueve las habilidades críticas y los educadores no solo facilitan el aprendizaje académico, sino que también fomentan competencias esenciales para el éxito en el siglo XXI.
MYRIAM VÁZQUEZ AGUILAR es Doctorante en Planeación, Evaluación y Gestión Educativa por el Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE). Actualmente es directora en Educación Media Básica para la SEP.
ANDRÉS BALDERAS CORNELIO es doctorante en Educación por el Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE). Actualmente es docente a nivel licenciatura en la Universidad Westhill.