/ jueves 16 de marzo de 2023

Profecía autocumplida y su efecto en nuestra vida

Ana Laura Vázquez Montero


¿Has oído alguna vez sobre la profecía autocumplida? Esta profecía se refiere a todos aquellos pensamientos predictivos o expectativas que llegan a tener las personas y que son probables que se vuelvan realidad.

La profecía autocumplida también tiene que ver con la positividad o negatividad de las personas y así saber qué acciones vamos a esperar de ellos, es decir, si sabemos que una persona siempre es muy positiva, esperaremos grandes cosas de ella (Efecto Pigmalión). Pero, por el contrario, si la persona es negativa, lo que esperaremos de ella son fracasos o decepciones (Efecto Golem).

¿Cuál son los efectos positivo y negativo?

El efecto Pigmalión se refiere al comportamiento o buen desempeño que pueden tener otras personas haciendo que cumplan con nuestras expectativas. Se trata de creer que se obtendrán ciertos resultados sobre una persona modificando y haciendo que ésta tenga mayores esfuerzos para cumplir con los estándares deseados.

El efecto Pigmalión positivo hace referencia hacia las altas esperanzas qué tenemos de otras personas, logrando como resultado un alto rendimiento en ellas, pero, por otra parte, cuando se trata de tener altas expectativas sobre uno mismo y cumplirlas, se le conoce como efecto Galatea.

En el efecto Pigmalión negativo o Efecto Golem se cree que la persona no va a ser capaz de lograr sus metas, que no tiene las habilidades o cualidades que se requieren y que va a fracasar en lograr los estándares deseados. Al generar bajas expectativas provoca que el rendimiento de la persona sea malo, incluso puede llegar a afectar en su autoestima y capacidad de desempeño.

¿Qué beneficios tiene el Efecto Pigmalión?

Se puede aprovechar el Efecto Pigmalión para hacer que las personas logren tener un mayor desempeño y motivarlas a lograr sus metas. Para hacer esto podemos decirles qué es lo que los hace buenos, qué es lo que esperamos de ellos, siendo realistas y sabiendo que realmente pueden lograr hacer esas cosas sin dejar de subestimarlos, pero tampoco siendo demasiado exigentes con ellos.

Un ejemplo es cuando le decimos a una persona que es muy buena en su trabajo pero que debería de buscar uno nuevo o solicitar un ascenso porque sabemos que tiene grandes capacidades y puede lograrlo, y todo esto siempre fundamentándolo con hechos.

En el ámbito laboral, el efecto Pigmalión se suele utilizar en los líderes para crear confianza a las demás personas en sus equipos de trabajo, asegurándoles que pueden alcanzar sus objetivos y logrando que su rendimiento aumente. Esto sucede porque, de cierta manera, hacemos que esa persona modifique su conducta o acciones hasta lograr cumplir los estándares que creamos en ellos y de cierta manera hacer que se sientan capaz de lograr esas cosas y más.

El efecto Pigmalión es un fenómeno positivo que se utiliza en psicología y pedagogía en el cual podemos ayudar a mejorar el rendimiento de las personas, entre ellos a jóvenes, adultos y principalmente a niños, apoyando en su crecimiento, en crear confianza en sí mismos, mejorar su autoestima y dándoles alas para lograr lo que se propongan.

¿Cómo afecta una Profecía autocumplida?

Desde pequeños crecemos con estereotipos, creencias, generamos inseguridades o miedo por parte de personas que están en nuestro alrededor, y esto afecta la visión que tenemos de nosotros mismos hacia un futuro, al igual que puede afectar el desarrollo de nuestras capacidades y habilidades.

Si se educa a un niño con bajas expectativas y con etiquetas como “tonto”, “menso”, “rebelde”, “inútil”, probablemente el niño se creará un auto concepto de sí mismo con todas estas etiquetas y lo volverá realidad. Muchas veces estas profecías pueden llegar a ser dañinas tanto para nosotros mismos como para otras personas.

Es importante saber expresarse de manera adecuada, usar palabras apropiadas, formular bien preguntas o afirmaciones, escoger comentarios que sean pertinentes, cuidar el tono de voz o las expresiones con las que transmitimos la información ya que puede llegar a afectar a la persona a la cual estamos expresando todo esto.

Efecto Rosenthal

Efecto Pigmalión también puede ser conocido como efecto Rosenthal ya que en 1968 los profesores Robert Rosenthal y Leonore Jacobson publicaron “Pygmalion in the classroom: Teacher expectation and pupils’ intellectual development” que en español es conocido como “Pigmalión en el aula” el cual fue una investigación sobre el rendimiento de los alumnos. En esta investigación realizaron un test de inteligencia a un grupo de niños al inicio del curso escolar, en el cual escogieron al 20% de los alumnos de la clase al azar prediciendo que ellos tendrían un mejor resultado académico que el resto de la clase. A este 20 % se les dijo que tenían muchas cualidades y habilidades, creando confianza en ellos.

Al resto de los alumnos no se les comentó nada al respecto y después de 8 meses, Rosenthal y Jacobson regresaron para aplicar un test de inteligencia a todo el grupo en general donde el 20% de los alumnos que habían sido escogidos anteriormente tuvieron un aumento de porcentaje muy importante, mostrando mejores resultados académicos que el resto de los alumnos. Esto porque habían sido tratados como sí fueran intelectualmente superiores y lograron que ellos se creyeran eso y potenciaran un mejor desarrollo que el resto de los compañeros.

En conclusión, se puede decir que una Profecía autocumplida puede llegar a ser muy poderosa, puede traer muchos beneficios, pero de igual manera puede afectar a algunas personas dependiendo si su enfoque es negativo o positivo.

En la actualidad, Pigmalión en el aula es muy utilizado para ayudar a los niños a desarrollar mejor sus capacidades ya que influye en las esperanzas que se generan en ellos. De igual manera cualquier otra persona que aprenda a utilizar esta profecía puede crecer en muchos ámbitos de su vida diaria, por ejemplo, los politécnicos que todos los días nos enfrentamos a retos que pueden detonar mejoras en nuestra vida académica, personal y laboral.


Ana Laura Vázquez Montero

Alumna de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la ESCA Santo Tomás


Ana Laura Vázquez Montero


¿Has oído alguna vez sobre la profecía autocumplida? Esta profecía se refiere a todos aquellos pensamientos predictivos o expectativas que llegan a tener las personas y que son probables que se vuelvan realidad.

La profecía autocumplida también tiene que ver con la positividad o negatividad de las personas y así saber qué acciones vamos a esperar de ellos, es decir, si sabemos que una persona siempre es muy positiva, esperaremos grandes cosas de ella (Efecto Pigmalión). Pero, por el contrario, si la persona es negativa, lo que esperaremos de ella son fracasos o decepciones (Efecto Golem).

¿Cuál son los efectos positivo y negativo?

El efecto Pigmalión se refiere al comportamiento o buen desempeño que pueden tener otras personas haciendo que cumplan con nuestras expectativas. Se trata de creer que se obtendrán ciertos resultados sobre una persona modificando y haciendo que ésta tenga mayores esfuerzos para cumplir con los estándares deseados.

El efecto Pigmalión positivo hace referencia hacia las altas esperanzas qué tenemos de otras personas, logrando como resultado un alto rendimiento en ellas, pero, por otra parte, cuando se trata de tener altas expectativas sobre uno mismo y cumplirlas, se le conoce como efecto Galatea.

En el efecto Pigmalión negativo o Efecto Golem se cree que la persona no va a ser capaz de lograr sus metas, que no tiene las habilidades o cualidades que se requieren y que va a fracasar en lograr los estándares deseados. Al generar bajas expectativas provoca que el rendimiento de la persona sea malo, incluso puede llegar a afectar en su autoestima y capacidad de desempeño.

¿Qué beneficios tiene el Efecto Pigmalión?

Se puede aprovechar el Efecto Pigmalión para hacer que las personas logren tener un mayor desempeño y motivarlas a lograr sus metas. Para hacer esto podemos decirles qué es lo que los hace buenos, qué es lo que esperamos de ellos, siendo realistas y sabiendo que realmente pueden lograr hacer esas cosas sin dejar de subestimarlos, pero tampoco siendo demasiado exigentes con ellos.

Un ejemplo es cuando le decimos a una persona que es muy buena en su trabajo pero que debería de buscar uno nuevo o solicitar un ascenso porque sabemos que tiene grandes capacidades y puede lograrlo, y todo esto siempre fundamentándolo con hechos.

En el ámbito laboral, el efecto Pigmalión se suele utilizar en los líderes para crear confianza a las demás personas en sus equipos de trabajo, asegurándoles que pueden alcanzar sus objetivos y logrando que su rendimiento aumente. Esto sucede porque, de cierta manera, hacemos que esa persona modifique su conducta o acciones hasta lograr cumplir los estándares que creamos en ellos y de cierta manera hacer que se sientan capaz de lograr esas cosas y más.

El efecto Pigmalión es un fenómeno positivo que se utiliza en psicología y pedagogía en el cual podemos ayudar a mejorar el rendimiento de las personas, entre ellos a jóvenes, adultos y principalmente a niños, apoyando en su crecimiento, en crear confianza en sí mismos, mejorar su autoestima y dándoles alas para lograr lo que se propongan.

¿Cómo afecta una Profecía autocumplida?

Desde pequeños crecemos con estereotipos, creencias, generamos inseguridades o miedo por parte de personas que están en nuestro alrededor, y esto afecta la visión que tenemos de nosotros mismos hacia un futuro, al igual que puede afectar el desarrollo de nuestras capacidades y habilidades.

Si se educa a un niño con bajas expectativas y con etiquetas como “tonto”, “menso”, “rebelde”, “inútil”, probablemente el niño se creará un auto concepto de sí mismo con todas estas etiquetas y lo volverá realidad. Muchas veces estas profecías pueden llegar a ser dañinas tanto para nosotros mismos como para otras personas.

Es importante saber expresarse de manera adecuada, usar palabras apropiadas, formular bien preguntas o afirmaciones, escoger comentarios que sean pertinentes, cuidar el tono de voz o las expresiones con las que transmitimos la información ya que puede llegar a afectar a la persona a la cual estamos expresando todo esto.

Efecto Rosenthal

Efecto Pigmalión también puede ser conocido como efecto Rosenthal ya que en 1968 los profesores Robert Rosenthal y Leonore Jacobson publicaron “Pygmalion in the classroom: Teacher expectation and pupils’ intellectual development” que en español es conocido como “Pigmalión en el aula” el cual fue una investigación sobre el rendimiento de los alumnos. En esta investigación realizaron un test de inteligencia a un grupo de niños al inicio del curso escolar, en el cual escogieron al 20% de los alumnos de la clase al azar prediciendo que ellos tendrían un mejor resultado académico que el resto de la clase. A este 20 % se les dijo que tenían muchas cualidades y habilidades, creando confianza en ellos.

Al resto de los alumnos no se les comentó nada al respecto y después de 8 meses, Rosenthal y Jacobson regresaron para aplicar un test de inteligencia a todo el grupo en general donde el 20% de los alumnos que habían sido escogidos anteriormente tuvieron un aumento de porcentaje muy importante, mostrando mejores resultados académicos que el resto de los alumnos. Esto porque habían sido tratados como sí fueran intelectualmente superiores y lograron que ellos se creyeran eso y potenciaran un mejor desarrollo que el resto de los compañeros.

En conclusión, se puede decir que una Profecía autocumplida puede llegar a ser muy poderosa, puede traer muchos beneficios, pero de igual manera puede afectar a algunas personas dependiendo si su enfoque es negativo o positivo.

En la actualidad, Pigmalión en el aula es muy utilizado para ayudar a los niños a desarrollar mejor sus capacidades ya que influye en las esperanzas que se generan en ellos. De igual manera cualquier otra persona que aprenda a utilizar esta profecía puede crecer en muchos ámbitos de su vida diaria, por ejemplo, los politécnicos que todos los días nos enfrentamos a retos que pueden detonar mejoras en nuestra vida académica, personal y laboral.


Ana Laura Vázquez Montero

Alumna de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la ESCA Santo Tomás