/ jueves 29 de junio de 2023

El manzanillo de la muerte

Tras la llegada a América de Cristóbal Colón, muchos castellanos se asentaron en el mar Caribe, entre ellos, el explorador y primer gobernante de Puerto Rico, Juan Ponce de León, quien llegó en junio de 1515 a la Isla de Guadalupe, ubicada en la península norteamericana de Florida.

Rápidamente los españoles quedaron maravillados con la belleza natural de aquel sitio sinigual, al que habían desembarcado. Animales, frutos y hermosos árboles.

Lo que nunca imaginó el aguerrido Ponce de León es que, tras una rebelión contra los nativos del lugar, moriría por una flecha envenenada con savia de manzanillo.

Aquel extraño extracto cuya ponzoña se alojó en uno de sus hombros, le provocó una pronta muerte.

Pero, de dónde provenía esa sustancia letal. De acuerdo con datos históricos y a la botánica, en esa zona existe un árbol conocido como manzanilla de la arena o manzanilla de playa, aunque mundialmente es reconocido como el árbol de la muerte o manzanillo de la muerte.

Su encanto radica en sus frutos, los cuales son muy parecidos a las manzanas. Además de que la savia que brota de su tronco es tan venenosa que el más mínimo contacto con la piel causa salpullido y ampollas. Ahora que, si entra en contacto con los ojos, puede dejarte ciego.

Otro dato histórico, es que, en la antigüedad, algunos líderes de las comunidades utilizaron este árbol para castigar, infligiendo una muerte lenta y fatal. El método consistía en colgarlos y dejarlos ahí por un rato, para que cuando iniciara la lluvia sufrieran al producirles lesiones en la piel.

Su nombre científico es Hippomanemancinellay proviene de dos palabras griegas, hypo, que significa caballo y mance, que se deriva de manía o locura. Mientras que mancinella, se refiere a manzanilla.

En tiempos antiguos, corrieron rumores de que algunos caballos cuando comían de esos frutos se volvían locos. De ahí, la relevancia del nombre.

Ahora que el Guinness WorldRecords lo cataloga como el árbol más peligroso del mundo.

// Sus toxinas pueden ser letales para el cuerpo humano //

Crece en varias partes del mundo. En especial, en las costas y regiones tropicales de América del Norte, así como América Central, el Caribe y partes del norte de América del Sur.

En la península de Yucatán existen miles de ejemplares. De igual forma, está esparcido por las selvas de Quintana Roo.

Como protección de turistas y paseantes inexpertos, en algunos lugares han optado por marcarlos con cruces rojas o letreros de alerta.

// Juegan un papel vital en los ecosistemas //

Es necesario afirmar que, aunque sean perjudiciales para los seres humanos, no pueden ser eliminados porque juegan un papel importante en los ecosistemas locales.

Germina en matorrales que proporcionan una protección contra la erosión costeras en las playas de América Central.

// un árbol, un dador de vida //

Sin embargo, no todo es malo. Este 28 de junio se conmemoró el Día Mundial del Árbol, con el objetivo de celebrar la importancia que los árboles tienen en nuestra vida.

México posee 138 millones de hectáreas de vegetación natural terrestre, que representan 70 por ciento de la extensión del territorio nacional. En las regiones de bosques y selvas habitan entre 12 y 13 millones de personas, la mayoría de ellas indígenas.

Habría que decir que como las plantas más grandes del planeta, nos dan oxígeno, estabilizan el suelo y sustentan la vida silvestre del mundo. Y a nosotros, los seres humanos, nos proveen de materiales, herramientas, artesanías y construcción.

Sin mencionar la sombra que nos proveen, sobre todo ahora que hemos estado expuestos a intensas olas de calor.

Es triste ver que los gobiernos, a pesar de tener secretarías dirigidas a conservar el medio ambiente, lo único que están haciendo es dejarnos sin pulmones para respirar.

Así también las grandes cadenas constructoras y famosos consorcios arquitectónicos están acabando con nuestros árboles. Tal vez la que escribe estas líneas sea ignorada, pero el cambio climático ya no está cobrando la factura.

Tras la llegada a América de Cristóbal Colón, muchos castellanos se asentaron en el mar Caribe, entre ellos, el explorador y primer gobernante de Puerto Rico, Juan Ponce de León, quien llegó en junio de 1515 a la Isla de Guadalupe, ubicada en la península norteamericana de Florida.

Rápidamente los españoles quedaron maravillados con la belleza natural de aquel sitio sinigual, al que habían desembarcado. Animales, frutos y hermosos árboles.

Lo que nunca imaginó el aguerrido Ponce de León es que, tras una rebelión contra los nativos del lugar, moriría por una flecha envenenada con savia de manzanillo.

Aquel extraño extracto cuya ponzoña se alojó en uno de sus hombros, le provocó una pronta muerte.

Pero, de dónde provenía esa sustancia letal. De acuerdo con datos históricos y a la botánica, en esa zona existe un árbol conocido como manzanilla de la arena o manzanilla de playa, aunque mundialmente es reconocido como el árbol de la muerte o manzanillo de la muerte.

Su encanto radica en sus frutos, los cuales son muy parecidos a las manzanas. Además de que la savia que brota de su tronco es tan venenosa que el más mínimo contacto con la piel causa salpullido y ampollas. Ahora que, si entra en contacto con los ojos, puede dejarte ciego.

Otro dato histórico, es que, en la antigüedad, algunos líderes de las comunidades utilizaron este árbol para castigar, infligiendo una muerte lenta y fatal. El método consistía en colgarlos y dejarlos ahí por un rato, para que cuando iniciara la lluvia sufrieran al producirles lesiones en la piel.

Su nombre científico es Hippomanemancinellay proviene de dos palabras griegas, hypo, que significa caballo y mance, que se deriva de manía o locura. Mientras que mancinella, se refiere a manzanilla.

En tiempos antiguos, corrieron rumores de que algunos caballos cuando comían de esos frutos se volvían locos. De ahí, la relevancia del nombre.

Ahora que el Guinness WorldRecords lo cataloga como el árbol más peligroso del mundo.

// Sus toxinas pueden ser letales para el cuerpo humano //

Crece en varias partes del mundo. En especial, en las costas y regiones tropicales de América del Norte, así como América Central, el Caribe y partes del norte de América del Sur.

En la península de Yucatán existen miles de ejemplares. De igual forma, está esparcido por las selvas de Quintana Roo.

Como protección de turistas y paseantes inexpertos, en algunos lugares han optado por marcarlos con cruces rojas o letreros de alerta.

// Juegan un papel vital en los ecosistemas //

Es necesario afirmar que, aunque sean perjudiciales para los seres humanos, no pueden ser eliminados porque juegan un papel importante en los ecosistemas locales.

Germina en matorrales que proporcionan una protección contra la erosión costeras en las playas de América Central.

// un árbol, un dador de vida //

Sin embargo, no todo es malo. Este 28 de junio se conmemoró el Día Mundial del Árbol, con el objetivo de celebrar la importancia que los árboles tienen en nuestra vida.

México posee 138 millones de hectáreas de vegetación natural terrestre, que representan 70 por ciento de la extensión del territorio nacional. En las regiones de bosques y selvas habitan entre 12 y 13 millones de personas, la mayoría de ellas indígenas.

Habría que decir que como las plantas más grandes del planeta, nos dan oxígeno, estabilizan el suelo y sustentan la vida silvestre del mundo. Y a nosotros, los seres humanos, nos proveen de materiales, herramientas, artesanías y construcción.

Sin mencionar la sombra que nos proveen, sobre todo ahora que hemos estado expuestos a intensas olas de calor.

Es triste ver que los gobiernos, a pesar de tener secretarías dirigidas a conservar el medio ambiente, lo único que están haciendo es dejarnos sin pulmones para respirar.

Así también las grandes cadenas constructoras y famosos consorcios arquitectónicos están acabando con nuestros árboles. Tal vez la que escribe estas líneas sea ignorada, pero el cambio climático ya no está cobrando la factura.