En los últimos años, hablar de emprendimiento en México ha dejado de ser un tema secundario para convertirse en una pieza central del desarrollo económico. Como alguien que ha observado de cerca la evolución de este fenómeno, no puedo dejar de subrayar la enorme relevancia de fomentar la cultura emprendedora en nuestro país. Lo que antes se consideraba un nicho reservado para unos pocos aventureros, ahora es un motor clave para la creación de empleos, la innovación y, en muchos casos, de estabilidad económica para miles de familias.
El panorama emprendedor, aunque desafiante, ofrece oportunidades únicas. Morelos tiene potencial para convertirse en un referente de innovación en el país, y aunque todavía queda mucho por hacer, las recientes acciones de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo de Morelos (SDEyT), una de ellas, sumamente relevante, la firma del convenio de colaboración con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, (IMPI) son más que alentadoras; parece haber una voluntad política clara para allanar el camino a los emprendedores y esto es algo que no podemos desaprovechar.
Desde mi experiencia, uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentan los emprendedores es la burocracia. Crear una empresa, formalizarla y ponerla en marcha puede ser un proceso tedioso y costoso. Por ello, celebro que el gobierno esté tomando medidas para simplificar estos procesos y enviar un mensaje importante: estamos listos para apoyar a quienes quieren generar valor a través de sus proyectos.
El acceso a capital sigue siendo uno de los principales problemas para los emprendedores. Muchos proyectos con gran potencial no despegan simplemente porque no encuentran los recursos necesarios para crecer. Si queremos un estado con más empresas, más empleo y más innovación, debemos conocer a que instancias acudir para solicitar un capital de manera efectiva.
Otro punto que me parece digno de destacar es el esfuerzo por apoyar la digitalización de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). La pandemia nos mostró, con crudeza, que quienes no estaban preparados para el entorno digital sufrieron las peores consecuencias. La digitalización no es solo una herramienta, es una necesidad si se quiere competir en el mercado actual.
Ahora bien, lo que realmente me entusiasma es poder lograr la internacionalización; los emprendedores morelenses, tienen talento, creatividad y productos de alta calidad que pueden competir con los mejores del mundo, ejemplo de ello, la cecina, el mezcal, los huipiles, los dulces típicos, las artesanías, etc.
Dicho esto, no puedo ignorar los retos que aún persisten. Emprender no solo en Morelos, sino en todo México, sigue siendo una tarea ardua. La inseguridad, la falta de educación financiera y la inestabilidad económica siguen siendo preocupaciones serias para quienes desean iniciar un negocio. Estas medidas son pasos necesarios para que el ecosistema emprendedor crezca y se fortalezca.
Desde mi posición, también veo con claridad que el Estado no puede hacerlo todo solo. Aquí es donde las universidades, las empresas privadas y las organizaciones civiles deben jugar un papel más activo. El trabajo conjunto, con programas de mentoría, incubadoras de empresas y redes de contacto, es lo que realmente ayudará a los emprendedores a convertir sus ideas en realidades exitosas.
En conclusión, fomentar el emprendimiento no solo es una estrategia económica inteligente, sino una apuesta por el futuro. Hoy más que nunca, necesitamos nuevas ideas, nuevas empresas y nuevas formas de pensar, debemos mantener el impulso y no conformarnos. El futuro de Morelos, en gran medida, dependerá de nuestra capacidad para transformar ideas en acciones, y acciones en empresas que generen valor.
Como director de la Facultad de Contaduría, Administración e Informática (FCAeI) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), veo con gran entusiasmo cómo estas iniciativas también se alinean con nuestro Centro de Atracción de Negocios.
Este proyecto tiene como objetivo apoyar y guiar a nuestros estudiantes y emprendedores locales en la creación y desarrollo de sus propios negocios. Creo firmemente en que la educación y el apoyo empresarial van de la mano, y este Centro busca ser un espacio donde las ideas innovadoras se conviertan en realidades sostenibles. Estoy convencido de que, con un esfuerzo conjunto entre la academia y el gobierno, podemos seguir fortaleciendo el ecosistema emprendedor de nuestra entidad y del país.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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