Felipe Bonilla Sánchez
El día de hoy, estas líneas buscan abonar a un tema, que sin lugar a dudas, aún se tiene una tarea sumamente larga de atender. Los pueblos indígenas representan el 6% de la población mundial, según el portal de la Naciones Unidad. Sin embargo, lo verdaderamente relevante es que dichos pueblos se han convertido en guardias la biodiversidad existente dentro de nuestro planeta, razón por la cual, debemos contribuir a su preservación.
Las nuevas políticas de los gobiernos estatales como de índole federal, centran su atención a través de la Ley General de Derechos lingüísticos son señala que “las lenguas indígenas son parte del patrimonio cultural y lingüístico nacional”, según el artículo 3, de la ley antes citada, en pocas palabras siendo una de las expresiones de composición cultural, actualmente.
Ahora bien, dentro de la misma normatividad en su artículo 11, señala que “las autoridades federales y de las entidades federativas, garantizarán que la población indígena tenga acceso a la educación obligatoria, bilingüe e interculturalidad”.
El sector educativo de nivel medio superior y superior actual, tenemos la gran tarea de gestionar mayores espacios para que jóvenes y adolescentes, puedan ingresar a lugares académicos, sin sufrir una discriminación.
La tarea, no es ni será sencilla, pues a pesar de que se ha avanzado en el tema, sus tierras ancestrales y los recursos naturales de los que dependen para sobrevivir están bajo asedio. Y su derecho a la libre determinación y la libertad de acción, consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, no se encuentra visibilizado entre nosotros de forma importante.
Si deseamos mejorar las oportunidades entre ellos, debemos partir del respeto, la valoración y sobretodo la igualdad de oportunidades para que los jóvenes puedan ingresar y culminar una formación universitaria, sin que se sienta ofendido o limitados.
Quienes nos encontramos, al frente de unidades académicas universitarias, tenemos el compromiso de atenderlos, de informarles y sobretodo de capacitarlos, ya que estoy grupos, abonan sin lugar a dudas a ser más sensibles y empáticos.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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