A cuatro años y medio de asumir la honrosa responsabilidad de dirigir la Facultad de Contaduría, Administración e Informática (FCAeI), puedo decir con orgullo que hemos sido testigos de un desarrollo significativo, fruto del esfuerzo colectivo de una comunidad comprometida con la excelencia educativa. Ser parte de una de las facultades más emblemáticas y grandes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos es, sin duda, un privilegio que conlleva grandes retos y responsabilidades.
Los avances alcanzados no hubieran sido posibles sin el trabajo incansable y la dedicación de mi equipo docente. Reconozco en ellos no solo a los pilares de nuestra institución, sino a los promotores de los proyectos que hoy definen nuestro presente y apuntalan nuestro futuro. Hombres y mujeres comprometidos que, a través de su preparación constante, logran transformar cada cátedra en una experiencia de aprendizaje que trasciende el aula, así como vidas profesionales.
Hablar de comunidad es reconocer que cada integrante de nuestra facultad —desde estudiantes y docentes hasta trabajadores administrativos— es una pieza clave en el engranaje que impulsa nuestro quehacer universitario. Mi agradecimiento más sincero es para cada uno de ellos, así como para nuestros aliados estratégicos, quienes han confiado en nuestra capacidad de generar impacto desde la academia. Sin la vinculación con los sectores público y privado, nuestra labor quedaría incompleta.
El informe de este año destaco cinco proyectos con futuro que ya están marcando la diferencia: el Centro Atractor de Negocios, el Observatorio Académico de Gobierno y Políticas Públicas, el Laboratorio de Industria 4.0, el Centro Evaluador de Competencias (CONOCER) y nuestro Módulo Itinerante de Asesoría Fiscal. Cada uno de ellos responde a las demandas de un entorno que exige innovación, colaboración y soluciones concretas para enfrentar los retos del presente.
Sin embargo, detrás de cada uno de estos logros hay historias de sacrificio, esfuerzo y trabajo en equipo. Mi gratitud se extiende a todos los colaboradores que, desde sus respectivas áreas, han hecho posible que estas iniciativas se consoliden. A mis antecesores en la dirección, mi reconocimiento por haber sentado las bases que nos permiten construir y avanzar en este camino.
Tiempos que exigen una visión educativa orientada al futuro, en la que la tecnología, el cuidado del medio ambiente, el bienestar social y humano, y la evolución constante sean los ejes rectores. Desde la FCAeI, seguiré respondiendo con acciones concretas y con la certeza de que nuestra comunidad es un actor estratégico en la transformación que demanda nuestro entorno, no solamente desde nuestra Unidad Académica, sino desde cualquier escenario tanto social como laboral y académico.
A través de directrices que hoy son pertinentes a los tiempos actuales, sin lugar a dudas nuestro reto aún sigue siendo amplio, pero a través de un trabajo colaborativo, seguro estoy que seguiremos entregando buenas cuentas a toda nuestra comunidad universitaria.
Seguiremos construyendo, colaborando y avanzando, porque el progreso no se detiene y la educación es, y seguirá siendo, la mejor herramienta para cambiar realidades. Como decía Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa para cambiar nuestro mundo”.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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