A propósito de la semana pasada, donde hablamos de la lista aspirantes a ingresar al nivel superior de nuestra Universidad, hoy nuestro ejercicio de reflexión está encaminado hacia el nivel medio superior en el Estado.
Preparando esta columna, leía una frase del gran Pitágoras que dice “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida” esto a colación de que muchos jóvenes decidieron ya sobre alguna institución pública o privada de nivel medio superior para continuar su preparación académica con fines de culminar en el nivel superior con una Licenciatura o Ingeniería, otros más, solo culminar el nivel medio superior, porque las responsabilidades en el hogar se vuelven prioritarias.
La educación media superior en México, tiene sus orígenes por los años 1537, en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco; sin embargo, es hasta 1867 con la creación de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), la cual se considera la base del bachillerato en nuestro país. Y es, en el año 1969 que se iniciaron los Centros de Bachillerato Tecnológicos, Agropecuarios, Industrial y del Mar, en 1973, se crea por decreto el Colegio de Bachilleres a nivel nacional y en 1979, se publica el decreto de creación del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP).
En 1990, la SEP se vincula con las entidades federativas para generar la operación de Colegios de Bachilleres en las entidades federativas, mientras que en 1996 se le adscribió el programa Educación Media Superior a Distancia (EMSAD), planteles que promovieron la enseñanza no escolarizada para zonas alejadas o con poca matrícula de estudiantes en condiciones precarias.
Después de un recorrido a nivel nacional sobre las instituciones referentes de la educación media superior en México, deseo señalar que, en nuestro estado de Morelos, contamos desde 1939 con una institución de nivel medio superior; la cual, específicamente el 11 de febrero del año en mención, inicio las actividades de bachillerato en la calle Ruiz de Alarcón no.3, entre las calles Hidalgo e Ignacio López Rayón, de nuestra capital, como parte de lo que hoy es nuestra Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Por otra parte, la Ley General de Educación en su Artículo 44, señala que “…En educación media superior, ofrece una formación en la que el aprendizaje involucre un proceso de reflexión, búsqueda de información y apropiación del conocimiento, en múltiples espacios de desarrollo”. Por lo cual, considero que los jóvenes deben seguir asistiendo a clases con el objetivo de ir madurando la adquisición de los conocimientos, habilidades, así como destrezas, pero sobre todo hoy, ante las nuevas reformas educativas, que, sin duda nos lleva a mejorar nuestro modelo educativo.
Ante la transición que se vive con el Marco Curricular Común de la Educación Media Superior derivado del Modelo de la Nueva Escuela Mexicana, seguro estoy que se abren nuevos retos, a través de un modelo humanista y enfocado a dar soluciones a proyectos comunitarios bajo un enfoque transversal y transdisciplinario, que atienda el Programa Aula, Escuela y Comunidad (PAEC), tarea nada sencilla, para las comunidades educativas de los diferentes bachilleratos en nuestro país.
Por ello, considero pertinente felicitar a miles de estudiantes que han tenido la oportunidad de decidir sobre su ingreso a una de las instituciones de nivel medio superior, especialmente de nuestros nuevos alumnos que ingresarán a las escuelas preparatorias de nuestra Alma Máter.
Culmino con la frase de Pitágoras, porque “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”, la importancia de la educación media superior radica en formar mejores hombres y mujeres, para enfrentar las dificultades de la vida.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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