Las crisis en el sistema educativo de Morelos parecen interminables por dos motivos: primero, la falta de recursos económicos urgentes para resolver los problemas financieros que tienen a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos en huelga y los que padecen las escuelas de nivel básico y normal que, habiendo sido afectadas por el sismo de hace más de un año, no han terminado de ser reconstruidas; y segundo, la previsible guerra política que se gestará en Morelos entre grupos de interés en el magisterio, atizada por los nombramientos que se darán la semana entrante en el gabinete de Cuauhtémoc Blanco, ya para entonces, gobernador del estado.

Acostumbrados a los rumores, los maestros de Morelos han sido alimentados con nombres de quienes podrían o querrían ocupar las posiciones de mando en el sector educativo, particularmente la Secretaría de Educación y la dirección del Instituto de la Educación Básica. Y por supuesto que han rechazado o aceptado, nombres de morelenses o avecindados con muchos años de presencia en el nivel básico de la educación. Para el IEBEM se ha mencionado a Eleacín Salgado de la Paz, Víctor Benítez Quintero, Leandro Vique Salazar, Felipe Domínguez Alarcón, todos ellos con un arraigo fuerte en el pasado gordillista del SNTE con cuya dirigencia actual mantienen una enorme distancia y más de dos, un pleito evidente. Otros nombres para el IEBEM, son los de quienes tienen cercanía con el gobernador, Cuauhtémoc Blanco, por el trabajo que realizaron en el Ayuntamiento, como Karla García Olguín; o por su trabajo y participación en la campaña, como Erika Hernández Gordillo (tan gordillista que es la sobrina de Elba Esther, la otrora dirigente del SNTE y aún influyente líder moral de muchos grupos de maestros).

Salvo los nombres de García Olguín, Felipe Domínguez y Eleacín Salgado, cualquiera otro nombramiento al frente del IEBEM significaría prácticamente romper de antemano con la dirigencia local del SNTE que buscará, a como dé lugar y hasta donde le alcancen sus disminuidas fuerzas, minar el campo de quien dirija la educación básica para recuperar posiciones de privilegio y, en la medida de lo posible, influencia sobre la base magisterial que hoy rechaza más a la parte sindical que a la propia autoridad educativa.

Otro rumor que comenzó este fin de semana fue el arribo de Luis Antonio Lagunas Gutiérrez, abogado vinculado sentimentalmente a Elba Esther Gordillo Morales, a la Secretaría de Educación de Morelos, lo que de inmediato generó reacciones negativas entre muchos maestros de base que si bien odian a su dirigencia sindical, tampoco le tienen estima alguna a Elba Esther. La posibilidad de que Lagunas Gutiérrez forme parte del gabinete de Cuauhtémoc Blanco radica más en su cercanía con la dirigencia del Partido Encuentro Social, del que fue candidato suplente a diputado plurinominal por la cuarta circunscripción, que por algún compromiso del Cuauh con Elba Esther. Luis Antonio Lagunas estaría entonces siguiendo la misma ruta de inclusión que el futuro secretario de gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, vinculado él con el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Los vínculos de Lagunas Gutiérrez con Gordillo y Ojeda Cárdenas con Javier Duarte, no suponen una liga con Cuauhtémoc Blanco, que parece en cambio estar pagando compromisos de campaña para quienes desde el PES lo cobijaron y nominaron candidato a gobernador. Dato aparte, ni Pablo Ojeda, ni Lagunas Gutiérrez tienen mayores referentes en Morelos, para aquellos a quienes preocupa la oriundez del gabinete.

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