Hueyapan en el centro de la crisis

Vamos Adelante

Tania Valentina / Diputada de Morelos, Comisionada Nacional del Partido del Trabajo

  · viernes 1 de noviembre de 2019

Durante el pasado gobierno se aprobó la creación de varios municipios indígenas en Morelos, como una forma de reconocer sus diferencias con el resto de la sociedad morelense, así como los derechos de las comunidades originarias a una vida libre de la tutela de gobiernos que nunca vieron por sus intereses.

Hoy, sin embargo, ese proceso se ha detenido en perjuicio de ese proyecto. En el caso de Hueyapan, el problema principal ha sido la falta de límites geográficos con otras comunidades, en especial con Tetela del Volcán.

En razón de tal falla, al nuevo municipio no se le pueden entregar los recursos asignados por el Congreso del Estado, por lo que los ciudadanos decidieron tomar el propio Congreso, como medida de presión para conseguir la liberación de tales recursos.

El gobierno del Estado ha hecho caso omiso de los reclamos indígenas. En realidad los funcionarios –empezando por el gobernador, Cuauhtémoc Blanco—desconocen la sociedad morelense y sus fuerzas motrices, no digamos los asuntos concernientes a las comunidades originarias.

Hay un tema pendiente con el asunto de los límites entre Hueyapan y Tetela del Volcán. En la fijación de tales límites las comunidades no perderían nada porque los ejidos y comunidades, que se rigen por la Nueva Ley Agraria, pueden conservar su integridad aún en el caso de que un ejido pertenezca a uno o mas municipios. La delimitación es solo cuestión de precisar los deslindes tradicionales, de acuerdo con el criterio zapatista para estos casos, como sería el consejo y la opinión de los ancianos del pueblo.

El problema principal de estas comunidades, además de la falta de establecimiento de los límites, es el abandono, el desconocimiento y la ausencia de funcionarios responsables de darles solución. Un gobierno responsable estaría trabajando arduamente en la solución de este tema, así como de la forma de entregar los recursos a los representantes de la comunidad para su correcta aplicación.

En este punto se ve claramente que no hay interés en resolver los problemas de los morelenses. En el fondo, el movimiento indígena de Morelos –en caso de no ser correctamente atendido—se puede convertir en un polvorín. El gobierno del Estado persiste en su política excluyente que daña a las comunidades. Por ejemplo: no permitió que las diputadas que forman parte del Frente Progresista de Mujeres, interviniera en los debates con los representantes de la comunidad, lo cual daña en principio la pluralidad que debe existir en cuanto a las posibles propuestas de solución.

Recordemos tan solo que en los nuevos municipios de Xoxocotla y Coatetelco tienen problemas similares, y son altamente sensibles a la falta de atención de sus ancestrales necesidades por parte de los funcionarios.

No atender el conflicto de Hueyapan es jugar con fuego. El descontento de la población con el actual gobierno es patente. A toda la sociedad le queda claro que la Legión Extranjera de CBB no ha resuelto los problemas que se le han planteado. Vaya, ni siquiera les interesa. Y la acumulación de problemas sociales, aunado a la inseguridad rampante, puede traer consigo un estallido mayor.

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