/ jueves 28 de noviembre de 2024

Nace una nueva política-ciudadana

Hace más de tres años un grupo plural de ciudadanas y ciudadanos decidimos organizarnos en el Frente Cívico Nacional (FCN). Entre los principales objetivos que nos plateamos fue incentivar la participación de todas aquellas mujeres y hombres que no compartimos las políticas populistas y destructivas de la 4T.

Cuando López Obrador embistió contra el INE, salimos miles a marchar en muchas ciudades del país para defender la democracia; más adelante nos manifestamos masivamente en defensa de la Suprema Corte de Justicia.

Participamos en la campaña en apoyo a Xóchitl Gálvez y los candidatos del frente opositor formado por el PRI, PAN y PRD, a pesar de que muchos no nos sentíamos representados por ninguno de ellos, pero estábamos convencidos de la necesidad de cambiar el rumbo de la política nacional.

Fuimos testigos de una elección de estado, profundamente inequitativa, operada desde la oficina presidencial y con el respaldo de gobernadoras y gobernadores de Morena, utilizando recursos públicos y con la incidencia del crimen organizado.

A pesar de que en la elección de diputados al Congreso, Morena y aliados obtuvieron solo el 54% de los votos, contra el 46% de la oposición, el Tribunal Electoral otorgó mayoría calificada al oficialismo con el 75% de las curules, un fraude a la democracia. En el Senado el oficialismo obtuvo la mayoría calificada empleando las peores prácticas corruptas de cooptación.

En este escenario y con la mayoría espuria, aprobaron la mal llamada reforma judicial, que no es otra cosa que apoderarse del Poder Judicial a través de la designación de jueces, magistrados y ministros a modo.

La mayoría en el Senado ratificó a Rosario Piedra al frente de la CNDH, habiendo llevado a cabo un proceso de selección y habiendo opciones mucho mejor calificadas por los mismos senadores, decidieron obedecer el mandato de quien les dicta la plana, se hicieron trampa ellos mismos con tal de obedecer al mandamás.

El poder destructor de la 4T desapareció a siete organismos autónomos, entre los cuales destaca el INAI, el organismo que se encargaba de velar por la transparencia y acceso a la información pública. Ahora el gobierno será juez y parte en el tema de transparencia.

En este escenario complejo de desmantelamiento y destrucción institucional, nos encontramos ante la disyuntiva de que camino seguir desde la ciudadanía, para tratar de revertir esta regresión política.

El FCN hizo una consulta entre sus integrantes, mayormente ciudadanas y ciudadanos de todo el país, para plantear la posibilidad de construir una nueva fuerza política nacional que nos represente a todas aquellas mujeres y hombres que no coincidimos con la 4T y que tampoco nos sentimos cómodos con las opciones políticas existentes.

Es así como el pasado 23 de noviembre más de dos mil delegados presentes en la ciudad de México y más de cuatro mil conectados vía remota, tomamos la decisión de ir hacia la ruta de una nueva fuerza política ciudadana.

Una de las características que deberá tener este nuevo partido político será la participación mayoritaria de las mujeres y de los jóvenes; será el partido de los jóvenes.

Un partido en el cual las candidaturas se elijan mediante el voto de la ciudadanía y que ningún dirigente pueda ocupar una candidatura. Los dirigentes deberán ser electos por la militancia.

Un instrumento de la ciudadanía y para la ciudadanía, no queremos reproducir burocracias partidistas alejadas de la gente. Un partido sin dueño, con reglas claras y con democracia hacia su interior.

Un partido de causas y de luchas, que defienda la República mediante los instrumentos democráticos de contrapeso y de vigilancia del poder.

Estamos ante la restauración de un régimen autoritario, la concentración del poder en una sola persona, un solo partido y un pensamiento único.

México es un país plural, por esto debemos de construir alternativas que nos representen a quienes no compartimos esta regresión autoritaria a la que nos está llevando el segundo piso de la 4T.

¡Bienvenida esta iniciativa de carácter ciudadano!


Hace más de tres años un grupo plural de ciudadanas y ciudadanos decidimos organizarnos en el Frente Cívico Nacional (FCN). Entre los principales objetivos que nos plateamos fue incentivar la participación de todas aquellas mujeres y hombres que no compartimos las políticas populistas y destructivas de la 4T.

Cuando López Obrador embistió contra el INE, salimos miles a marchar en muchas ciudades del país para defender la democracia; más adelante nos manifestamos masivamente en defensa de la Suprema Corte de Justicia.

Participamos en la campaña en apoyo a Xóchitl Gálvez y los candidatos del frente opositor formado por el PRI, PAN y PRD, a pesar de que muchos no nos sentíamos representados por ninguno de ellos, pero estábamos convencidos de la necesidad de cambiar el rumbo de la política nacional.

Fuimos testigos de una elección de estado, profundamente inequitativa, operada desde la oficina presidencial y con el respaldo de gobernadoras y gobernadores de Morena, utilizando recursos públicos y con la incidencia del crimen organizado.

A pesar de que en la elección de diputados al Congreso, Morena y aliados obtuvieron solo el 54% de los votos, contra el 46% de la oposición, el Tribunal Electoral otorgó mayoría calificada al oficialismo con el 75% de las curules, un fraude a la democracia. En el Senado el oficialismo obtuvo la mayoría calificada empleando las peores prácticas corruptas de cooptación.

En este escenario y con la mayoría espuria, aprobaron la mal llamada reforma judicial, que no es otra cosa que apoderarse del Poder Judicial a través de la designación de jueces, magistrados y ministros a modo.

La mayoría en el Senado ratificó a Rosario Piedra al frente de la CNDH, habiendo llevado a cabo un proceso de selección y habiendo opciones mucho mejor calificadas por los mismos senadores, decidieron obedecer el mandato de quien les dicta la plana, se hicieron trampa ellos mismos con tal de obedecer al mandamás.

El poder destructor de la 4T desapareció a siete organismos autónomos, entre los cuales destaca el INAI, el organismo que se encargaba de velar por la transparencia y acceso a la información pública. Ahora el gobierno será juez y parte en el tema de transparencia.

En este escenario complejo de desmantelamiento y destrucción institucional, nos encontramos ante la disyuntiva de que camino seguir desde la ciudadanía, para tratar de revertir esta regresión política.

El FCN hizo una consulta entre sus integrantes, mayormente ciudadanas y ciudadanos de todo el país, para plantear la posibilidad de construir una nueva fuerza política nacional que nos represente a todas aquellas mujeres y hombres que no coincidimos con la 4T y que tampoco nos sentimos cómodos con las opciones políticas existentes.

Es así como el pasado 23 de noviembre más de dos mil delegados presentes en la ciudad de México y más de cuatro mil conectados vía remota, tomamos la decisión de ir hacia la ruta de una nueva fuerza política ciudadana.

Una de las características que deberá tener este nuevo partido político será la participación mayoritaria de las mujeres y de los jóvenes; será el partido de los jóvenes.

Un partido en el cual las candidaturas se elijan mediante el voto de la ciudadanía y que ningún dirigente pueda ocupar una candidatura. Los dirigentes deberán ser electos por la militancia.

Un instrumento de la ciudadanía y para la ciudadanía, no queremos reproducir burocracias partidistas alejadas de la gente. Un partido sin dueño, con reglas claras y con democracia hacia su interior.

Un partido de causas y de luchas, que defienda la República mediante los instrumentos democráticos de contrapeso y de vigilancia del poder.

Estamos ante la restauración de un régimen autoritario, la concentración del poder en una sola persona, un solo partido y un pensamiento único.

México es un país plural, por esto debemos de construir alternativas que nos representen a quienes no compartimos esta regresión autoritaria a la que nos está llevando el segundo piso de la 4T.

¡Bienvenida esta iniciativa de carácter ciudadano!


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