El 8 de mayo de 1970 se convertiría en una fecha significativa para el mundo no solo del rock sino de la música en general, ya que se publicó el álbum Let It Be que si bien es cierto fue el penúltimo en gestarse fue la última obra dada a conocer por The Beatles formalmente hablando. Se trata de una obra musical que busca mostrar la esencia del Cuarteto de Liverpool en una época compleja no solo para la agrupación sino para el mundo en general.
Con el disco Let It Be, Paul McCartney en un intento por recuperar la cohesión en el grupo, busca que se regresen a las raíces musicales sin tanta producción y experimentación musical pero para ello el proyecto originalmente se llamaría Get Back, pero por circunstancias del momento la idea inicial se cambió a lo que hoy conocemos como el álbum Let It Be que proyecta, a pesar de muchas críticas y altibajos, una música con un sonido básico apegado a los canones del rock pero con una fuerza que fue desarrollando la banda a partir de 1966. Pero Let It Be es algo más y no solo rock con base en el blues, y para entender este trabajo no solo en una dimensión musical necesitamos ver su contexto en que fue grabado y publicado.
En 1970 es lanzado el Apolo 13 como parte de la carrera especial entre Estados Unidos y la URSS, y por ende sigue la Guerra Fría continuando así la Guerra de Vietnam; Nixon es el presidente de Estados Unidos; está por celebrarse el Mundial de Futbol en México; The Doors han publicado su álbum Morrison Hotel; y Paul McCartney para variar anunció su salida de The Beatles el 10 de abril y una semana después lanza su primer disco en solitario titulado simplemente McCartney. Recordemos que Let It Be es un trabajo que estuvo enlatado por casi un año, pues no terminaba por convencer al grupo. Durante las grabaciones de este proyecto que incluía un documental sobre el proceso creativo de The Beatles, se muestra la tensión que existía en la agrupación, por un lado el desinterés de Lennon por la música, el sentimiento de menosprecio por parte de Harrison y Ringo, y el yugo de dominación de McCartney hacia el grupo. Esta atmosfera generó mucha tensión que provocó la salida momentánea de George; sin embargo, con su retorno trajo al músico Billy Preston quien terminaría colaborando con la banda gracias a su estilo para tocar el piano eléctrico y el órgano, y que incluso para muchos es considerado como el quinto beatle. Pero para ello, The Beatles cambió de sede para las grabaciones trasladándose a las oficinas de su empresa Apple Records, donde el 30 de enero de 1969 tocarían en su azotea por última vez ante el público, en este caso, el londinense.
Como se mencionó, este trabajo no terminaba de cuajar por lo que su publicación se posponía al grado que se grabó un nuevo álbum, el Abbey Road, que se publicó en septiembre de 1969. Ya para 1970, John Lennon le entrega el material a Phil Spector para que terminase de producirlo aplicando su famosa técnica de muro, algo que fue muy criticado por los otros integrantes del grupo, y que podemos observar como ejemplo de ello el tema “The Long And Winding Road”, ya que al rellenar los temas con sonidos de cuerdas y coros perdía la esencia rockanrolera que era lo que Paul McCartney quería imprimir en el disco. Quizás esta decisión de Lennon contribuiría a que Paul dejará el grupo e hiciera lo que hizo. Hay que mencionar que compartimos la idea de George Martin, que Let It Be es un disco producido por él pero pos producido por Phil Spector que la postre trabajaría con Lennon en el álbum Imagine de 1971.
Ahora bien, una vez ya “terminado el disco”, podemos destacar que se trata de un trabajo que si bien es cierto no es su magna obra, si es un gran, gran, gran disco, uno de mis favoritos, ya que contiene los temas de “Let It Be” y “Get Back” que serían editados para ser lanzados como singles logrando un gran éxito tanto en Reino Unido como en la Unión Americana. Ambos temas son de McCartney donde percibimos en el primer tema esa sensibilidad que caracteriza los temas del bajista zurdo, creando una atmosfera casi religiosa, donde los coros de Harrison y Lennon son sublimes y no se diga del acompañamiento del platillo que hace Ringo Starr, y que poco a poco el tema te va envolviendo de algo sencillo a lo más complejo musicalmente hablando, excelente tema; y tratándose de “Get Back”, es lo contrario, es explosión, fuerza ya que desde la majestuosa introducción de guitarra se muestra un tema excelsamente rockero con los grandes estribillos de George Harrison, sin duda, la mejor canción del álbum, pero por supuesto no hay que dejar de mencionar el buen acompañamiento que hace con la batería el buen Ringo. Entonces podemos decir que los temas más conocidos que son los dos ya mencionados así como “The Long And Winding Road” que son obra de McCartney muestra que sus mejores temas los hizo con The Beatles.
También hay que destacar “Two Of Us” que dentro del discurso es una metáfora aludiendo a regresar a las raíces, regresar a casa, configurándose en un tema con base country que plasma la intención de regresar a un sonido básico del rock o en este caso de sus antecedentes. Pero si se trata de escribir del que para mí es el segundo mejor tema del álbum es sin duda “I´ve Got A Feeling” donde podemos apreciar el gran dueto que eran McCartney y Lennon, quienes conozcan la canción sabrán a lo que me refiero, ya que el bajista le imprime un estilo áspero mientras que John le da con su voz un estilo más suave que entre ambos hacen la combinación perfecta. Sin embargo, no todo Let It Be es McCartney, como acabamos de mencionar la participación de John Lennon está ahí, latente en coros, acompañamientos de guitarra y por supuesto con temas destacables como “Dig A Pony” y “Across The Universe”, un tema cuyos antecedentes son de 1968 pero que es hasta este disco que por fin sale a la luz. Y claro no podemos dejar de lado la participación de George Harrison con sus dos canciones: “I Me Mine” y “For You Blue”, destacando la primera por plasmar en ella el ambiente entre Los Beatles, donde había lucha de egos, principalmente entre la fórmula Lennon-McCartney, resumiéndose todo a “yo, mí, mío”.
Tratándose de la portada de este disco, en un primer momento cuando aún era el proyecto Get Back, Lennon planteó volverse a tomar la foto del grupo en el edificio donde se encontraba la oficina de EMI, como lo hicieron en la portada del Please Pelase Me, haciendo alusión al “regreso” de The Beatles a sus orígenes musicales, pero con el cambio de planes, la portada que conocemos del Let It Be muestra la foto individual de cada uno de los rostros de los integrantes que se unen para hacer una retícula de los cuatro simbolizando que el grupo ya estaba fragmentado. A pesar de ese simbolismo, es una de mis portadas favoritas en la discografía de The Beatles. La fotografía de la portada corrió a cargo del neoyorquino Ethan Rusell.
Expuesto lo anterior, Let It Be represente la obra que muestra un retorno a las bases musicales de The Beatles pero que aun así no fue suficiente ante su inminente separación como lo muestra su portada donde cada beatle emprendería caminos distintos pero sobre la misma tesitura, es decir, la música. Let It Be es un gran disco, una obra musical que en doce temas muestra la genialidad de cada uno de sus integrantes y que a pesar de las diferencias, en conjunto eran insuperables. Cabe mencionar que este disco no dejó de todo satisfecho a Paul McCartney pero que tuvo su revancha muchos años después con la publicación de Let It Be Naked que según en términos de Paul, así debió haber sonado originalmente. Y en este 8 de mayo pero ahora de 2024 reaparecerá la versión restaura de la película Let It Be (de Michael Lindsay-Hogg), para deleite de las nuevas generaciones, siendo así una fecha simbólica para la música.
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