El cincuenta y cuatro fue un año común del calendario juliano. En el Imperio romano, Nerón se convirtió en emperador a los 16 años tras la muerte de Claudio y fue publicada la obra filosófica de Séneca. 54 es el código telefónico internacional de Argentina y el número atómico del xenón.
Dicen los que saben que ha habido dos eventos culturales seminales: Woodstock y el Studio 54, el famoso club nocturno neoyorquino lanzado en 1977, un tema fascinante, pues Tennessee Williams, Andy Warhol y Grace Jones, vivían en la que fuera una casa de la ópera y estudio de televisión en el centro de Manhattan. En Studio 54, el sexo, la fama y el infame consumo abierto de drogas funcionaron para crear un hedonista y lúdico club que no se ha replicado desde entonces.
No era extraño ver a Arnold Schwarzenegger o a O.J. Simpson bailando entre la multitud, o a Diana Ross y Liza Minelli actuando en el escenario. Brooke Shields y Paloma Picasso posaban para las cámaras, mientras Alec Baldwin trabajaba por un tiempo como mesero en ese sitio que surgió después de los anticonceptivos y antes del sida, sinónimo de la decadencia de los años 70. Ahí todo era permitido.
Pero las cosas cambian, y más con la primera iniciativa de Morena en la Cámara de Diputados: una reforma constitucional para eliminar el fuero de los funcionarios y el presidente de la República, quien podrá ser denunciado, acusado, imputado, procesado y sentenciado por traición a la Patria y cualquier otro delito. Se preservará la inmunidad, dice Pablo Gómez, pero no el fuero. Nuevos tiempos, como en nuestra tierra.
Hoy, en Morelos, ya no en el antiguo “congal” de Matamoros, sino en la calle de Gándara atrás o enfrente del Mercado Adolfo López Mateos, según se vea, se instaló un sitio sui generis: la nueva sede del Congreso del Estado y la 54 (LIV) Legislatura, que tiene todos los ingredientes para ser (para bien o para mal) la verdadera caja de resonancia de los nuevos tiempos políticos del país y nuestra entidad. Por lo pronto, Morena, el partido arrasador, se ha fracturado y quedado relegado ante el resto de las fuerzas políticas que han colocado a Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, del Partido Encuentro Social (PES), el de Cuauhtémoc Blanco, como Presidente de la Mesa Directiva y a Tania Valentina Rodríguez Ruiz, del PT será la Presidenta de la Junta Política y de Gobierno.
A esta legislatura tocará atender, por ejemplo, y en un plazo de 60 días hábiles, el realizar las adecuaciones legislativas necesarias para incorporar a los tres municipios indígenas de reciente creación (Coatetelco, Hueyapan, Xoxocotla) a las diversas leyes estatales, los que se agruparán en distritos judiciales para la administración de justicia, que estará a cargo de los Jueces que señale la Ley Orgánica del Poder Judicial. No obstante, será hasta el 1 de enero de 2019 cuando se instaurarán los órganos de gobierno de las nuevas demarcaciones. Oficialmente, pues, el estado de Morelos cuenta con 36 municipios, de los cuales en al menos 12 operan guardias comunitarias y autodefensas.
Y también en pie de lucha está la UAEM, pues además de los más de 43 mil estudiantes que se quedarán sin clases a partir del paro de labores de hoy, el sindicato de académicos anuncia huelga después, con lo que más de 6 mil trabajadores de la UAEM verán afectada su economía por la falta de pago de salarios. Simplemente no hay quien lance el salvavidas a nuestra máxima casa de estudios, pues para los que se van, no hay con qué, y los que todavía no llegan, no saben, no pueden o no quieren.
Hablando de educación, donde sí sobran conocimientos y capacidad, es en la figura del destacado profesor Alfonso Vique López (parte de una dinastía de maestros de excelencia) a quien se menciona cada vez más insistentemente para ocupar la dirección general del IEBEM. Y para Cuernavaca, también hay esperanza, pues la reconstrucción de la capital está en las manos, talento y experiencia de Toño Villalobos, alcalde electo de Cuernavaca. El “Lobito”, licenciado en Ciencias Políticas no es un improvisado en el servicio público; este compadre ha probado su capacidad, tiene un gran equipo y un sólido proyecto. Nomás déjenlo trabajar. Al tiempo.
Y el tiempo cura los males y las tristezas, por lo que desde aquí expreso mis condolencias a los Salgado Castañeda, por la pérdida de Doña Consuelo, quien ya está junto con Don Margarito, raíces fecundas de una numerosa y hermosa familia.
Coincido, pues, con Galileo Galilei, quien afirmo que “los números son el lenguaje, el idioma que usó Dios para escribir el mundo".
Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.
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