Así como Donald Trump popularizó la expresión Fake News (noticias falsas) para quejarse de todo lo que los medios norteamericanos e internacionales han publicado sobre él (sus mentiras, su misoginia, su racismo, sus otras muchas patologías y ahora su bullying arancelario) así López Obrador ha descalificado a la “prensa fifí”, diciendo que “él tiene otros datos” y últimamente, en una nueva teoría del complot, inventando que existe “un hampa del periodismo” que confabula contra su persona para descalificar todo lo que representa la 4T. Incluso pretendió sustentar sus acusaciones publicando una lista de periodistas, medios y empresas que han obtenido recursos públicos vía contratos de servicios, convenios comerciales, planes de publicidad o campañas de producción y difusión.
En corto, los tacha de corruptos, chayoteros, de venderse al sistema, de obedecer a intereses mezquinos y prestarse a atacarlo por sistema. Todo lo anterior no es necesariamente cierto, como se lo dijo de frente Ricardo Rocha. Ni falso tampoco, pues lamentablemente existen mercenarios, sicarios de la pluma, la lente o el micrófono que por supuesto que actúan bajo consigna de ensalzar, de no criticar o en el mejor de los casos, hacer de la vista gorda sobre las tropelías de algún personaje, dependencia, partido, gobernante o entidad. Pero son los menos. La gran mayoría arriesga el pellejo todos los días para informar con la mayor objetividad posible lo que ocurre a nuestro alrededor. Y a muchas y muchos les han costado amenazas, vejaciones, e incluso, la desaparición o la muerte. Pero eso sí, el presidente utiliza todos los días, en “La mañanera”, toda la fuerza de los medios masivos de comunicación y a sus consentidos, Aristegui y Julio Hernández.
La prensa libre es un contrapeso al poder. Pero está claro que a quien lo detenta no le gusta que hablen mal, que señalen sus errores u omisiones. Es más fácil perseguir, desdeñar, descalificar. Y etiquetar. Ya sus huestes se encargarán de hacer el resto del trabajo sucio en la calle, en los eventos, en las giras, en las redes sociales. Porque así funciona AMLO. Y lo volvió a demostrar ahora que un tribunal suspendió la obra del nuevo aeropuerto de Santa Lucía. En lugar de reconocer lo que la gran mayoría de expertos le han dicho (que es carísimo, inviable, con un cero en medio) su primera reacción fue decir que “la mafia del poder” (que si existe: vean el documental 1994” de Diego Osorno en Neflix) está detrás “porque no le gustó que cancelara la obra del otro puerto aéreo en Texcoco”. Luego tamizó y dijo que cumplirá con las normas ecológicas y demás trámites que ha menospreciado, como en el caso del Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas. Porque así ocurre hoy, que los gansos le tiran a las escopetas.
Tan es así, que en lugar de que los inspectores municipales, como antaño, cobraran a quienes, por ejemplo hacen uso de la vía pública, hoy es el crimen organizado el que cobra derecho de piso ¡a los propios alcaldes! Y aunque la noticia no es nueva, vuelve a tomar relevancia, pues luego de la Marcha por la Paz encabezada por el Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, el prelado denunció que al menos 18 presidentes municipales deben pagar cientos de miles pesos producto de la extorsión o coerción de quienes o les financiaron su campaña, les quitaron de en medio algún enemigo o nada más exigen el pago para dejarlos trabajar. Ya saben lo que pasa si no cooperan. No olvidemos a Gisela Mota o al ex edil de Mazatepec, Jorge Toledo Bustamante quien apareció en video, rogando por su vida a quien le exigió un pago de 5 millones de pesos. Toledo en ese 2017, afirmó que 12 alcaldes se encontraban en la misma situación que él.
Si eso ocurre a las autoridades, imagínense lo que viven comerciantes, restauranteros, profesionistas, o empresarios. La autoridad estatal, sensible como es, les dijo que los grabaran y los denunciaran. Fácil. Tan fácil como lo que hizo el presidente municipal de Cuautla, Jesús Corona Damián, quien ante el desquiciamiento vial de La Heroica, transigió, cedió, en aras de no paralizar la vida de la ciudad y por eso, Víctor Mercado Salgado, titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), presentó una denuncia de hechos en su contra, por presuntamente proteger a transportistas que operan unidades "pirata". “El Güero”, exhortó a los presidentes municipales no dejarse llevar por presiones de los transportistas, "porque no pueden andar circulando sin concesión ninguna unidad, ojalá y no se meta ningún presidente municipal porque es un tema estatal".
Todavía mayor fue el caos provocado en la capital del país por taxistas (y ruteros solidarios) que exigieron al gobierno del antiguo DF que de plano no dejara que operaran todos aquellos servicios que les hagan competencia a los cafres, abusivos y contaminantes (no todos) ruleteros de la capirucha,. La protesta fue promovida por el Movimiento Nacional Taxista contra la operación de servicio de taxi mediante aplicaciones digitales como Uber, Cabify y Didi, pues consideran que representan una competencia desleal. Y es que, con este servicio, los conductores no están obligados a pagar la concesión ni tarjetón, además de que no pasan revista vehicular, gastos que para los taxistas concesionarios representan alrededor de 40 mil pesos al año.
Pero si de restricciones y abusos se trata, ¿cómo ven lo que la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum quiere hacer en aras de bajar la contaminación de la Ciudad de los Palacios? No permitir para 2021 el ingreso de vehículos con placas de Morelos, de martes a jueves de 6 a 10 de la mañana. Pero a los del Estado de México sí. ¿Y los acuerdos en el seno de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), integrada por los gobernadores de los estados de Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Estado de México, así como la ciudad de México? ¿Y el libre tránsito? ¿Y nuestras autoridades? Hoy Día del Medio Ambiente (nomás nos queda medio) hay que reflexionar.
Y ya luego hablamos de que en la progresista capital del país, niños y niñas vayan a la escuela según prefieran con falda o pantalón con uniforme “neutro”.
Antes de cerrar este texto, un saludo y mis felicitaciones a quienes han obtenido el Premio al Mérito Periodístico 2019 que entrega el Congreso del Estado. Y muchas gracias por esta nueva distinción para su servidor. Conmemoraremos el Día de la Libertad de Expresión este viernes 7 de junio en el monumento alusivo en la avenida. Teopanzolco casi frente a la librería Gandhi a las 8:45 am. De ahí a la sede del Poder Legislativo para la ceremonia de entrega del premio estatal al periodismo, donde festejaré con mi amigo Froylán Trujillo, compañero en El Sol de Cuernavaca, maestro de la lente, el reconocimiento a su trayectoria de 41 años como fotorreportero. Abrazo.
Por la ocasión, me despido con una frase del periodista, historiador, escritor, ensayista y poeta polaco Ryszard Kapuściński: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.
Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.