Como ya sabemos, los partidos de siempre han decidido unir sus fuerzas de “oposición” para hacerle frente al proceso electoral del 2024, Morelos no es la excepción y en los últimos meses hemos visto los esfuerzos por sumar liderazgos que fortalezcan al frente, aunque hasta ahora no haya un perfil que en el orden del reconocimiento social rescate a la inminente alianza PRI-PAN-PRD.
Me explico: una alianza como “gobierno de coalición” debería buscar un perfil que funcione como la amalgama entre las diversidades ideológicas de los partidos, pero además como una alternativa distinta para la ciudadanía, al menos en teoría, porque en la práctica más parece que lo único que interesa a quienes orquestan esta coalición es conservar la mayor cantidad de privilegios para sus cúpulas. Lo digo desde el análisis sobre la designación (que no elección democrática) de Xóchitl Gálvez, un acuerdo entre las cúpulas partidistas que terminó por develar precisamente eso: la urgencia de algunos personajes por sostenerse en el poder o la impunidad.
En Morelos el frente nace muy mermado, lo dicen los números y la estadística, si bien el PAN aún conserva un número relativamente importante de simpatizantes, el PRI y el PRD no cuentan la misma historia y en suma, los 3 partidos más allá de la numeralia poco representan una opción diferente para la ciudadanía, mucho menos se pueden considerar el referente de “oposición” cuando las sumas que se anuncian cercanas dejan mucho que desear; y que no se confunda la crítica ya de por sí lógica al híbrido ideológico- partidista con el señalamiento natural de los perfiles que se sumen. Una coalición que se presume opositora no puede sumar a sus filas a cualquiera, mucho menos a actores y actoras que ya han estado en espacios de decisión y lo han hecho mal o peor aún, lo han hecho para beneficiarse de las arcas públicas. En los siguientes días veremos cómo estos personajes irán desfilando con la intención de participar. No se trata de postular solo a gente nueva, que no se confunda, se trata de ofrecer algo más que el frente no está logrando articular.
Es válido y hasta necesario que haya perfiles que se rescaten de otros espacios para ofrecerle una propuesta honesta a la gente, ojalá de todas y todos los que quedaron fuera en otros proyectos y que sí detentan un liderazgo social se pudieran rescatar por otros proyectos políticos, pero el absurdo es pretender que el frente sea plataforma para quienes o ya no están en activo político hace rato y ahora quieren “revivir” o para quienes estuvieron en activo con señalamientos de corrupción y hoy quieren volver a vivir de las arcas públicas. Peor aún, poner a disposición de la vieja política un esfuerzo de unidad en lugar de abrirlo a la participación de la sociedad. En fin, el frente en Morelos está a poco de convertirse en una reunión de impresentables, no sólo por los desgastados perfiles partidistas (no todos, aclaro) sino por los perfiles que se “rumora” buscan las candidaturas y están respaldados y respaldadas por las dirigencias. Ojalá estos tres partidos busquen articular una coalición seria, por ahora no parece que vaya hacia ese puerto; afortunadamente el frente no es la única alternativa de oposición, Movimiento Ciudadano tiene la posibilidad de consolidar una opción realmente diferente y de proyecto, con visión y sobre todo con la seriedad que se merece la situación en Morelos. Mientras el frente se construye con las y los impresentables de Morelos, hay una opción de futuro articulándose con fuerza como la opción que la ciudadanía merece. Habrá que ver si ganan la vieja política, los impresentables o la opción de futuro.
Pd: Sin ninguna vergüenza las y los aspirantes de Morena a la gubernatura de Morelos tapizan las calles con basura que está prohibida por la ley electoral invitando a la ciudadanía en general a votar en un proceso interno, cuando en realidad lo que quieren es que las y los conozcan, porque antes de esta elección nadie tenía idea de quienes eran la mayoría. Violan la ley descaradamente.