/ lunes 26 de septiembre de 2022

Curas patriotas y mártires lucharon por nuestra Independencia (I)

Queridos lectores, como ya les he hablado mucho de los curas Miguel Hidalgo y Costilla y de José María Morelos y Pavón a quien, si me permiten, sigo considerando a este último el verdadero Padre de la Patria, ya que su documento Los Sentimientos de la Nación, redactado en forma de discurso el 14 de septiembre de 1813, es un texto fundamental en la creación del conjunto de ideas que darían configuración a la nación mexicana.

Pero hay otro cura del que se habla poco, se los describo porque vale la pena y muy pocos mexicanos conocen realmente al sacerdote y patriota mexicano Mariano Matamoros; nació en 1770 en la Ciudad de México, se graduó de bachiller de arte a los 16 años y de teología a los 19. Se ordenó como sacerdote en 1796 y ofició su primera misa en la Parroquia de Santa Ana, en Hidalgo. En esos primeros años eclesiásticos fue enviado a varias parroquias sobre todo del centro y sureste del país a través de las cuales fue conociendo la realidad generalizada que vivía la mayoría de la población. Ya él traía de tiempo atrás una lucha interna por considerar que las autoridades de la Nueva España no podían seguir ciegas y sordas a la situación, por demás miserable, que padecían los indígenas ni a la desigualdad educativa que existía y a la que tenían acceso muy pocos habitantes.

Incluso, estando en la Capitanía de Guatemala, envió una carta al obispo del pueblo que después sería llamado Ciudad Las Casas, (hoy San Cristóbal de las Casas), externando sus dudas y pensamientos, pero dado que siguió sin cambio su peregrinar por varias diócesis, no es difícil pensar que fue ignorada su inquietud.

Pasó por las diócesis de la Huasteca Potosina, por la Misión de Landa en Querétaro, que llevaría su nombre: Landa de Matamoros, en Pachuca, Hidalgo fue nombrado vicario de la Parroquia de la Asunción del 4 de abril de 1799 al 10 de noviembre de 1801. Pasaba el tiempo y Matamoros iba aclarando su inquietud político-social, hasta que años después, en 1808, llega a Jantetelco (que más tarde quedaría como parte del Estado de Morelos al crearse éste en 1869 ya en tiempos de Juárez).

Por ser una región indígena como casi toda la Nueva España, sufría de grandes carencias; cabe resaltar que al investigar el nombre Jantetelco, leemos que originalmente se escribía Xamtetelko ó Xantetelco, que se traduce del náhuatl, como “el montón de los adobes”, lugar que desde la época prehispánica ya pertenecía al Señorío de Oaxtepec y por lo tanto eran tributarios de los aztecas-mexicas.

Al llegar Matamoros a la parroquia del entonces pequeño pueblo de Jantetelco, aún ni siquiera tenía la denominación de Villa pese a que en sus inmediaciones cuenta con los portentosos vestigios de origen olmeca denominados Chalcatzingo y que en la zona se encontraba y aún se encuentra desde 1616, la gran hacienda y poderoso ingenio azucarero Santa Clara de Montefalco que mantenía a campesinos como todos los demás ingenios, en estado de total indefensión ya que ni siquiera lo que ganaban por su trabajo de sol a sol lo podían sacar de las haciendas sino los obligaban a dejarlo en las llamadas Tiendas de Raya que era de los mismos hacendados, así es que no pasó mucho tiempo sin que Matamoros fuera denunciado ante las autoridades españolas de simpatizar con las ideas independentistas que ya flotaban en el ambiente, razón por la que escapó y se integró en el casi vecino Izúcar, después llamado: de Matamoros a las filas insurgentes del cura José María Morelos y Pavón el 16 de diciembre de 1811. Su relación con Morelos y Pavón fue muy fructífera al punto de que demostradas sus dotes militares y su lealtad a la causa de México, lo nombró coronel de su estado mayor y le encomendó la formación de su propio cuerpo militar.

Con los habitantes de Jantetelco y lugares aledaños, Matamoros constituyó su ejército con notable disciplina militar y formó cuatro escuadrones, además de dirigirlos, directamente encabezó el escuadrón de Dragones de San Pedro y dotó a su ejército además de un estandarte conocido como “Morir por la inmunidad eclesiástica”, el cual reflejaba su pensamiento político y religioso. En total las fuerzas que reunió fueron dos mil hombres. Sus primeras acciones de guerra con mando independiente fueron en Tacualoya y Tenancigo. Acompañó a Morelos en el sitio de Cuautla del 9 de febrero al 2 de mayo de 1812 y…continuaremos.

Hasta el próximo lunes.


Queridos lectores, como ya les he hablado mucho de los curas Miguel Hidalgo y Costilla y de José María Morelos y Pavón a quien, si me permiten, sigo considerando a este último el verdadero Padre de la Patria, ya que su documento Los Sentimientos de la Nación, redactado en forma de discurso el 14 de septiembre de 1813, es un texto fundamental en la creación del conjunto de ideas que darían configuración a la nación mexicana.

Pero hay otro cura del que se habla poco, se los describo porque vale la pena y muy pocos mexicanos conocen realmente al sacerdote y patriota mexicano Mariano Matamoros; nació en 1770 en la Ciudad de México, se graduó de bachiller de arte a los 16 años y de teología a los 19. Se ordenó como sacerdote en 1796 y ofició su primera misa en la Parroquia de Santa Ana, en Hidalgo. En esos primeros años eclesiásticos fue enviado a varias parroquias sobre todo del centro y sureste del país a través de las cuales fue conociendo la realidad generalizada que vivía la mayoría de la población. Ya él traía de tiempo atrás una lucha interna por considerar que las autoridades de la Nueva España no podían seguir ciegas y sordas a la situación, por demás miserable, que padecían los indígenas ni a la desigualdad educativa que existía y a la que tenían acceso muy pocos habitantes.

Incluso, estando en la Capitanía de Guatemala, envió una carta al obispo del pueblo que después sería llamado Ciudad Las Casas, (hoy San Cristóbal de las Casas), externando sus dudas y pensamientos, pero dado que siguió sin cambio su peregrinar por varias diócesis, no es difícil pensar que fue ignorada su inquietud.

Pasó por las diócesis de la Huasteca Potosina, por la Misión de Landa en Querétaro, que llevaría su nombre: Landa de Matamoros, en Pachuca, Hidalgo fue nombrado vicario de la Parroquia de la Asunción del 4 de abril de 1799 al 10 de noviembre de 1801. Pasaba el tiempo y Matamoros iba aclarando su inquietud político-social, hasta que años después, en 1808, llega a Jantetelco (que más tarde quedaría como parte del Estado de Morelos al crearse éste en 1869 ya en tiempos de Juárez).

Por ser una región indígena como casi toda la Nueva España, sufría de grandes carencias; cabe resaltar que al investigar el nombre Jantetelco, leemos que originalmente se escribía Xamtetelko ó Xantetelco, que se traduce del náhuatl, como “el montón de los adobes”, lugar que desde la época prehispánica ya pertenecía al Señorío de Oaxtepec y por lo tanto eran tributarios de los aztecas-mexicas.

Al llegar Matamoros a la parroquia del entonces pequeño pueblo de Jantetelco, aún ni siquiera tenía la denominación de Villa pese a que en sus inmediaciones cuenta con los portentosos vestigios de origen olmeca denominados Chalcatzingo y que en la zona se encontraba y aún se encuentra desde 1616, la gran hacienda y poderoso ingenio azucarero Santa Clara de Montefalco que mantenía a campesinos como todos los demás ingenios, en estado de total indefensión ya que ni siquiera lo que ganaban por su trabajo de sol a sol lo podían sacar de las haciendas sino los obligaban a dejarlo en las llamadas Tiendas de Raya que era de los mismos hacendados, así es que no pasó mucho tiempo sin que Matamoros fuera denunciado ante las autoridades españolas de simpatizar con las ideas independentistas que ya flotaban en el ambiente, razón por la que escapó y se integró en el casi vecino Izúcar, después llamado: de Matamoros a las filas insurgentes del cura José María Morelos y Pavón el 16 de diciembre de 1811. Su relación con Morelos y Pavón fue muy fructífera al punto de que demostradas sus dotes militares y su lealtad a la causa de México, lo nombró coronel de su estado mayor y le encomendó la formación de su propio cuerpo militar.

Con los habitantes de Jantetelco y lugares aledaños, Matamoros constituyó su ejército con notable disciplina militar y formó cuatro escuadrones, además de dirigirlos, directamente encabezó el escuadrón de Dragones de San Pedro y dotó a su ejército además de un estandarte conocido como “Morir por la inmunidad eclesiástica”, el cual reflejaba su pensamiento político y religioso. En total las fuerzas que reunió fueron dos mil hombres. Sus primeras acciones de guerra con mando independiente fueron en Tacualoya y Tenancigo. Acompañó a Morelos en el sitio de Cuautla del 9 de febrero al 2 de mayo de 1812 y…continuaremos.

Hasta el próximo lunes.