Otra vez estamos viviendo en Morelos lo que ha ocurrido desde hace varios años en la política local, cada vez que en la política nacional hay una alternancia y una fuerza política avasalladora. Hace más de 20 años con la fuerza del candidato del PAN por la que hubo alternancia política en la presidencia de la República con Vicente Fox, también hubo por primera vez alternancia política en el gobierno estatal con el PAN y Sergio Estrada Cajigal. Este predominio partidario del PAN continuaría en la presidencia de la República, mediante un fraude electoral, con Felipe Calderón y continuaría el predominio del PAN en el gobierno estatal. Estas alternancias políticas nacionales siempre han llevado consigo la tentación de influir para colocar a familiares en puestos de autoridad y representación política. Morelos no ha estado exento de estas tentaciones y frecuentemente han logrado que esos familiares hagan carrera política dentro del partido, como funcionarios y en puestos de representación política. Por supuesto, que con la forma de hacer política en este país, es muy difícil trazar la línea entre desarrollos personales y políticos de aquellos que han sido producto de la influencia familiar. Esto ha podido observarse históricamente en varios periodos de presidentes de la República hasta acuñar frases que se han conservado, como la del “hermano incómodo” y que han vuelto a resurgir con la del último expresidente Peña Nieto por lo publicado en la Revista Proceso, pero que existían desde Salinas de Gortari. En Morelos también podríamos observar esas coincidencias con tan solo comparar las fechas de despegue en el desarrollo de la carrera política de algunos ex senadores, ex diputados y exgobernadores con el desarrollo como funcionarios y representantes políticos de algunos de sus familiares, surgiendo calificativos como “el hijo incómodo" o nuevamente “el hermano incómodo” o hasta “la cuñada incómoda” o el “concuño incómodo”… da para mucho más. Hubo elecciones internas en Morena el fin de semana para Consejeros Nacionales y, una vez más, el poderoso en turno, como en años anteriores busca apoderarse del partido, en este caso Morena, con las mismas estrategias perversas de otros años y con las consecuencias de otros años, pudrirán la política y seguirá degradándose como otros años para nosotros seguir padeciendo gobiernos que seguirán degradando la vida pública de nuestro estado, que seguirá abandonado. Como en otros años, existen impugnaciones, pero seguramente serán insuficientes porque siempre hay cómplices dispuestos hasta la ignominia con tal de hacerse parte de esa red y desde la presidencia nacional mantener el control del partido político. Ahí están los personajes con sus nombres en varios municipios de Morelos.
Y el presidente del partido, Morena, y el propio presidente de la República y el aparato del partido no harán nada y permitirán que los nuevos miembros de la clase política secuestren el partido político y al final pudran la política de nuestra entidad en muchas instancias porque al final obtendrán alguna representación política y habrán negociado para ellos mismos o para su propio “hermano incómodo” hasta alguna senaduría de la República, alguna diputación… alguna candidatura, you name it.
Y entonces, ¿cuál es la alternativa o la salida para impedir que se apropien de los partidos políticos y de la política? La verdad, muy simple, hacer política, a pesar de la fuerza avasalladora del presidente de la República y su partido. Existen investigaciones que han demostrado que es posible hacer esto a nivel local y logra imponerse y vencer a los candidatos del partido político secuestrado, aunque esto no esté garantizado, simplemente hay que trabajar e intentarlo para no dejar que sigan apropiándose de nuestro estado de Morelos a través de la política. De otra manera, estamos obligados a padecer, como el último presidente municipal de Cuernavaca que logra la victoria, a pesar de ser nombrado una semana antes de las elecciones y sin hacer campaña.