/ lunes 28 de diciembre de 2020

Morena y PT, divorcio ordenado

Como suele ocurrir en los partidos políticos con registro nacional, la voluntad de la dirigencia central de Morena se impuso a la de su consejo y dirigencia estatal y la de sus militantes que en reiteradas ocasiones y a través de diversas estrategias se pronunciaron en contra de la coalición con el Partido Encuentro Social y pusieron reservas al acercamiento con Verde Ecologista y Nueva Alianza. Según todo apunta, las negociaciones en el plano federal beneficiarían al partido de Cuauhtémoc Blanco, Hugo Eric Flores, “Ponchito” Sotelo, y que dirige Jorge Argüelles; que en una rarísima coalición lograría hacerse de la marca Morena, en Morelos, que se supone mantiene las preferencias de alrededor del 30% del electorado.

Las señales de la dirigencia nacional de Morena incluyen a Nueva Alianza y el PVEM, además de al PES en la probable reedición de Juntos Haremos Historia, y bajaría del tándem al PT, aliado casi permanente de Morena. La explicación simple podría estar en la presión que seguramente se hizo a la dirigencia nacional a través de la relación entre el gobernador, Cuauhtémoc Blanco y el presidente López Obrador, que no sólo habrían premiado más la cuatitud que el trabajo político, sino también castigarían la oposición notoria del PT al gobierno de Blanco y cada uno de los deslindes de su dirigente estatal, Tania Valentina, a los yerros del Ejecutivo. La apuesta desde el centro parece arriesgada en extremo, en tanto las bases de Morena y muchos de sus cuadros distinguidos no quieren al PES; el magisterio y su sindicato tampoco se sienten muy a gusto con las pifias de Blanco que han afectado directamente salarios, prestaciones y asignación de plazas en el sector educativo; el PVEM aporta bastante poco salvo en algunos municipios donde aparentemente ha construido una base electoral sólida; y el PT parece estar creciendo con la adherencia de liderazgos comprobados en por lo menos 10 municipios; y la intención de voto por el partido del gobernador ronda apenas el dos por ciento, y aunque parece estar logrando un relativo crecimiento, el desgaste del Ejecutivo local le está pesando.

Se busca cambiar el probable seis o siete por ciento de intención de voto que se calcula hoy al PT en Morelos, por los dos por cientos de PES, PVEM, y PNA, con lo que Morena supone no perdería nada. El problema es que, con la promesa de un gran futuro en lo local, la militancia y candidatos de Morena en el 2018 cedieron el PES la gubernatura, y múltiples cargos; la promesa nunca se cumplió y para el 2021, el PES ya con posiciones en gobierno, ayuntamientos y Legislativo, nada indica que tendría que vender barato su amor. Por lo pronto, la alianza costaría a Morena, por lo menos la candidatura a la alcaldía de Cuernavaca, posiciones de mayoría en el Congreso, múltiples regidurías, y la ruptura con muchos de sus militantes que, probablemente, acudirían al PT por respaldo.

¿Cómo operarán los senadores, diputados y alcaldes de Morena? ¿cómo reaccionarán los comités de base, frente a la determinación que no sólo los obliga a algo que no querían, sino que ignora totalmente lo que consensuaron y pactaron los morenistas de Morelos y comunicaron con tiempo a su dirigencia? En pocas palabras ¿de qué tamaño será la catástrofe interna de Morena y cuánto de ese 30% de intención de voto les costará?

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Como suele ocurrir en los partidos políticos con registro nacional, la voluntad de la dirigencia central de Morena se impuso a la de su consejo y dirigencia estatal y la de sus militantes que en reiteradas ocasiones y a través de diversas estrategias se pronunciaron en contra de la coalición con el Partido Encuentro Social y pusieron reservas al acercamiento con Verde Ecologista y Nueva Alianza. Según todo apunta, las negociaciones en el plano federal beneficiarían al partido de Cuauhtémoc Blanco, Hugo Eric Flores, “Ponchito” Sotelo, y que dirige Jorge Argüelles; que en una rarísima coalición lograría hacerse de la marca Morena, en Morelos, que se supone mantiene las preferencias de alrededor del 30% del electorado.

Las señales de la dirigencia nacional de Morena incluyen a Nueva Alianza y el PVEM, además de al PES en la probable reedición de Juntos Haremos Historia, y bajaría del tándem al PT, aliado casi permanente de Morena. La explicación simple podría estar en la presión que seguramente se hizo a la dirigencia nacional a través de la relación entre el gobernador, Cuauhtémoc Blanco y el presidente López Obrador, que no sólo habrían premiado más la cuatitud que el trabajo político, sino también castigarían la oposición notoria del PT al gobierno de Blanco y cada uno de los deslindes de su dirigente estatal, Tania Valentina, a los yerros del Ejecutivo. La apuesta desde el centro parece arriesgada en extremo, en tanto las bases de Morena y muchos de sus cuadros distinguidos no quieren al PES; el magisterio y su sindicato tampoco se sienten muy a gusto con las pifias de Blanco que han afectado directamente salarios, prestaciones y asignación de plazas en el sector educativo; el PVEM aporta bastante poco salvo en algunos municipios donde aparentemente ha construido una base electoral sólida; y el PT parece estar creciendo con la adherencia de liderazgos comprobados en por lo menos 10 municipios; y la intención de voto por el partido del gobernador ronda apenas el dos por ciento, y aunque parece estar logrando un relativo crecimiento, el desgaste del Ejecutivo local le está pesando.

Se busca cambiar el probable seis o siete por ciento de intención de voto que se calcula hoy al PT en Morelos, por los dos por cientos de PES, PVEM, y PNA, con lo que Morena supone no perdería nada. El problema es que, con la promesa de un gran futuro en lo local, la militancia y candidatos de Morena en el 2018 cedieron el PES la gubernatura, y múltiples cargos; la promesa nunca se cumplió y para el 2021, el PES ya con posiciones en gobierno, ayuntamientos y Legislativo, nada indica que tendría que vender barato su amor. Por lo pronto, la alianza costaría a Morena, por lo menos la candidatura a la alcaldía de Cuernavaca, posiciones de mayoría en el Congreso, múltiples regidurías, y la ruptura con muchos de sus militantes que, probablemente, acudirían al PT por respaldo.

¿Cómo operarán los senadores, diputados y alcaldes de Morena? ¿cómo reaccionarán los comités de base, frente a la determinación que no sólo los obliga a algo que no querían, sino que ignora totalmente lo que consensuaron y pactaron los morenistas de Morelos y comunicaron con tiempo a su dirigencia? En pocas palabras ¿de qué tamaño será la catástrofe interna de Morena y cuánto de ese 30% de intención de voto les costará?

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx