/ lunes 23 de septiembre de 2024

Poliescenarios / Desafíos de una explotación de litio en Bolivia

Por Karina de los Ángeles Berrones Sanz

El litio es un elemento fundamental para las baterías recargables. Son un parteaguas en la transición hacia energías limpias y vehículos eléctricos. Bolivia, es el país con más reservas de litio; lo que lo coloca en una posición privilegiada para ser un proveedor clave de este recurso. Sin embargo, extraer litio trae grandes desafíos; como manejar bien los impactos ambientales y sociales para asegurar que esta industria se desarrolle de manera sostenible y justa.

El litio es un elemento químico muy interesante. Es un metal ligero y suave, que se encuentra en varias partes de la tierra, especialmente en algunos tipos de rocas y en los salares, esos lagos salados secos que tienen una costra blanca en la superficie.

El litio es un elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias, especialmente en nuestra transición hacia una movilidad e infraestructuras sustentables. energías renovables y autos eléctricos. En los últimos tiempos la demanda de litio ha aumentado considerablemente, ya que ha venido utilizando para sustituir a otros materiales como níquel y cadmio como principal elemento para almacenar energía de manera eficiente y apoyar el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos.

Existen una gran cantidad de especies minerales que contienen litio, de las cuales muy pocas tienen valor económico ya que existen limitantes para poder explotar este recurso.

A finales del siglo XX se descubrió que Bolivia tiene la mayor cantidad de reservas de litio en todo el mundo. Y la explotación y el procesamiento de litio han sido considerados como una forma de combatir la pobreza e independencia con la comunidad internacional para mejorar su economía.

La importancia del litio como materia prima en el mundo ha crecido considerablemente, los principales usos del litio son: en baterías recargables, que son utilizadas en una gran gama de dispositivos electrónicos portátiles como teléfonos móviles, computadoras portátiles y tabletas; también son fundamentales en la industria de los vehículos eléctricos, ya que las baterías de iones de litio ofrecen una alta densidad de energía, una larga vida útil y un peso relativamente bajo. El litio se utiliza también en la fabricación de vidrio y cerámica, como mejorando su resistencia a las variaciones de temperatura y aumentando su durabilidad.

Los compuestos de litio se utilizan en la producción de grasas lubricantes que ofrecen una excelente estabilidad térmica y resistencia a la humedad, los cuales son muy útiles en aplicaciones industriales y automotrices. En el sector médico, se utilizan sales de litio, como el carbonato de litio, en el tratamiento de trastornos bipolares debido a su capacidad para estabilizar el estado de ánimo y reducir la incidencia de episodios maníacos y depresivos. En los sistemas de aire acondicionado y deshumidificadores, se utiliza el litio para absorber el exceso de humedad del aire.

La extracción de litio en Bolivia plantea serias preocupaciones ambientales, por el daño ecológico que ocasiona el proceso de extracción; ya que, durante dicho proceso, se utilizan grandes cantidades de agua en una región donde este recurso es escaso. El bombeo de salmueras ricas en litio y su evaporación en piscinas puede llevar a ocasionar la disminución de los niveles de agua de los yacimientos subterránea, afectando la biodiversidad local y los ecosistemas circundantes. Como es de esperarse, toda explotación de recursos genera residuos y este caso no es la excepción. El procesamiento del litio genera residuos tóxicos que, si no se gestionan de forma adecuada, pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua locales. La liberación de químicos utilizados en el proceso de purificación del litio puede tener efectos adversos en la flora y fauna del área.

La explotación de litio también tiene un impacto social considerable en las comunidades locales. Por un lado, ofrece oportunidades de empleo y desarrollo económico en una región completamente marginada. Sin embargo, estas oportunidades no siempre se distribuyen equitativamente, y las comunidades indígenas, que habitan en el área del Salar de Uyuni, a menudo sienten que no se les consulta adecuadamente ni se les ofrece una parte justa de los beneficios económicos. Es importante señalar que, con la extracción de litio en estas comunidades, la competencia por el agua puede llegar a crear grandes tensiones sociales ya que al ser un recurso bastante escaso no es suficiente para llevar a cabo las operaciones mineras y para cubrir las necesidades básicas de las comunidades locales, lo que puede causar grandes conflictos en el futuro.

Económicamente, la explotación del litio representa una fuente significativa de ingresos para Bolivia. El gobierno ha promovido la industria del litio como un pilar para el desarrollo económico del país, con la esperanza de reducir la dependencia de las exportaciones de gas natural y minerales tradicionales. No obstante, la gestión de estos recursos ha sido motivo de debate. Los expertos argumentan que Bolivia necesita desarrollar una cadena de valor completa, que incluya no solo la extracción sino también el procesamiento y la manufactura de productos finales, para maximizar los beneficios económicos y evitar la dependencia de las fluctuaciones en los precios internacionales del litio.

La explotación del litio en Bolivia es un claro ejemplo de los desafíos de la sustentabilidad en la explotación de recursos naturales; ya que ofrece oportunidades económicas significativas, pero también plantea riesgos ambientales y sociales que deben ser gestionados con cuidado. Por esto, es necesario que el desarrollo de esta industria se realice de manera inclusiva y sostenible, para garantizar en la medida de lo posible que los beneficios se distribuyan equitativamente y que se minimicen los impactos negativos sobre el medio ambiente y las comunidades locales. De esta manera, Bolivia podrá aprovechar plenamente su riqueza en litio de una manera que promueva el desarrollo sostenible a largo plazo.

KARINA DE LOS ÁNGELES BERRONES SANZ es Ingeniera Bioquímica y estudiante de la Maestría en Administración de Empresas para la Sustentabilidad por la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional. Síguela en @karibesanz