/ miércoles 7 de agosto de 2024

Poliescenarios / El trabajo del futuro y la educación 5.0

La semana arrancó con una gran preocupación internacional: la caída de las bolsas asiáticas y occidentales derivada de la latente desaceleración económica en los últimos años, y de la amenaza de una gran escalada en el conflicto bélico de medio oriente.

Sin embargo, en este complejo escenario destaca el factor de una posible recesión económica de Estados Unidos, mayormente provocada por el incremento de desempleo y poca productividad de una sociedad que, hasta antes de 2011, se autodenominaba “potencia mundial”.

Pero ¿qué está sucediendo en realidad?

En la última década, la tecnología y el desarrollo de nuevas herramientas digitales para mejorar la educación y el empleo en todo el mundo -especialmente en países como el mismo EE. UU., Japón, China, Rusia, India, Australia y la UE- han sido un pilar fundamental para la transformación de la sociedad del futuro.

En la revolución tecnológica en la que vivimos, se dejó de hablar de una industria 4.0, aquella en la que se promovía la rapidez, precisión y conocimiento en procesos productivos y de educación, a través de la inserción de las tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), machine learning y big data, entre otras; para hablar de una industria 5.0 donde además de conocer estas tecnologías, se asume que la vida cotidiana ya no puede estar desvinculada de la tecnología, así como de su uso personalizado.

En ese sentido, no es extraño que especialistas y economistas en todo el mundo ya estén hablando sobre el “empleo del futuro”, donde la revolución digital y la transición verde son el foco de la transformación del mundo laboral.

En ese sentido, este año tanto el Foro Económico Mundial como el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, han señalado los retos y desafíos de los próximos 5 años respecto a la remodelación de los puestos de trabajo, donde la IA y otras tecnologías exponenciales dejan obsoletos empleos tradicionales como los de cajeros, empacadores, contadores, entre otros, ganando terreno los relacionados con lectura de datos, programación, y servicios de asistencia técnica a distancia.

En ese sentido, se vuelve sumamente necesario que en la era 5.0 la evolución de procesos productivos y educativos se centre en la personalización, interconexión y uso estratégico de las vigentes y nuevas tecnologías, por supuesto, con mayor seguridad, salud y menor impacto ambiental.

Es decir, la generación 5.0 en adelante, tendrá que priorizar un uso sostenible de la tecnología, con pleno conocimiento de esta, para garantizar la satisfacción de necesidades básicas y prioritarias de sus sociedades. Asimismo, mientras la brecha de género en habilidades STEM siga predominando en la región de LATAM y otros países emergentes, difícilmente las nuevas generaciones podrán adaptarse e incursionar en el mercado laboral del futuro.

Con este escenario tan presente, la educación 5.0 -que guarda un concepto similar al de la industria 5.0 pero con un claro enfoque hacia la pedagogía y la humanización de la tecnología- tendrá que ser la respuesta a que las naciones, desde la niñez, puedan hacer transición con seguridad a un mercado laboral donde más del 40% del empleo será totalmente de nueva creación, alineándose a la necesidad de resolver la crisis climática, de salud pública y ciberseguridad. Empero, al tiempo que esto sucede, se advierte un significativo porcentaje de desempleo (mayor al 12% anual) en aquellas economías que están transitando a los nuevos puestos de trabajo.

Sin duda, la generación 5.0 será un desafío local, regional y global a la que vale la pena priorizar y accionar para prevenir la desaceleración que ya nos encontramos atravesando.

ANDREA NAVARRO DE LA ROSA es Maestra en Marketing Digital y Comercio Electrónico. Licenciada en Relaciones Internacionales por la UNAM-FES Aragón. Actualmente es asociada del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PJ COMEXI) y miembro de la Fundación española Ciencias de la Documentación FD–Mujeres Líderes de las Américas. Sígala en Twitter como @andie_nr

La semana arrancó con una gran preocupación internacional: la caída de las bolsas asiáticas y occidentales derivada de la latente desaceleración económica en los últimos años, y de la amenaza de una gran escalada en el conflicto bélico de medio oriente.

Sin embargo, en este complejo escenario destaca el factor de una posible recesión económica de Estados Unidos, mayormente provocada por el incremento de desempleo y poca productividad de una sociedad que, hasta antes de 2011, se autodenominaba “potencia mundial”.

Pero ¿qué está sucediendo en realidad?

En la última década, la tecnología y el desarrollo de nuevas herramientas digitales para mejorar la educación y el empleo en todo el mundo -especialmente en países como el mismo EE. UU., Japón, China, Rusia, India, Australia y la UE- han sido un pilar fundamental para la transformación de la sociedad del futuro.

En la revolución tecnológica en la que vivimos, se dejó de hablar de una industria 4.0, aquella en la que se promovía la rapidez, precisión y conocimiento en procesos productivos y de educación, a través de la inserción de las tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), machine learning y big data, entre otras; para hablar de una industria 5.0 donde además de conocer estas tecnologías, se asume que la vida cotidiana ya no puede estar desvinculada de la tecnología, así como de su uso personalizado.

En ese sentido, no es extraño que especialistas y economistas en todo el mundo ya estén hablando sobre el “empleo del futuro”, donde la revolución digital y la transición verde son el foco de la transformación del mundo laboral.

En ese sentido, este año tanto el Foro Económico Mundial como el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, han señalado los retos y desafíos de los próximos 5 años respecto a la remodelación de los puestos de trabajo, donde la IA y otras tecnologías exponenciales dejan obsoletos empleos tradicionales como los de cajeros, empacadores, contadores, entre otros, ganando terreno los relacionados con lectura de datos, programación, y servicios de asistencia técnica a distancia.

En ese sentido, se vuelve sumamente necesario que en la era 5.0 la evolución de procesos productivos y educativos se centre en la personalización, interconexión y uso estratégico de las vigentes y nuevas tecnologías, por supuesto, con mayor seguridad, salud y menor impacto ambiental.

Es decir, la generación 5.0 en adelante, tendrá que priorizar un uso sostenible de la tecnología, con pleno conocimiento de esta, para garantizar la satisfacción de necesidades básicas y prioritarias de sus sociedades. Asimismo, mientras la brecha de género en habilidades STEM siga predominando en la región de LATAM y otros países emergentes, difícilmente las nuevas generaciones podrán adaptarse e incursionar en el mercado laboral del futuro.

Con este escenario tan presente, la educación 5.0 -que guarda un concepto similar al de la industria 5.0 pero con un claro enfoque hacia la pedagogía y la humanización de la tecnología- tendrá que ser la respuesta a que las naciones, desde la niñez, puedan hacer transición con seguridad a un mercado laboral donde más del 40% del empleo será totalmente de nueva creación, alineándose a la necesidad de resolver la crisis climática, de salud pública y ciberseguridad. Empero, al tiempo que esto sucede, se advierte un significativo porcentaje de desempleo (mayor al 12% anual) en aquellas economías que están transitando a los nuevos puestos de trabajo.

Sin duda, la generación 5.0 será un desafío local, regional y global a la que vale la pena priorizar y accionar para prevenir la desaceleración que ya nos encontramos atravesando.

ANDREA NAVARRO DE LA ROSA es Maestra en Marketing Digital y Comercio Electrónico. Licenciada en Relaciones Internacionales por la UNAM-FES Aragón. Actualmente es asociada del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PJ COMEXI) y miembro de la Fundación española Ciencias de la Documentación FD–Mujeres Líderes de las Américas. Sígala en Twitter como @andie_nr