Por Julio Cesar Macés
Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos de manera contundente, con una campaña polémica, eso no es novedad, con un partido demócrata roto y carente de liderazgo. Trump gozará de un amplio margen de maniobra para cumplir sus propuestas o amenazas. Todo indica que tendrá full house en el Senado y la Cámara de Representantes. La mayoría nos preguntamos Trump ganó ¿Y ahora qué? ¿Qué sucederá en el frente ucraniano? ¿Cuál será la situación de Israel?
Las felicitaciones para Trump y su triunfo no podían hacerse esperar y es relevante reconocer que entre pares las victorias se festejan y ovacionan. No es sorpresa que Viktor Orbán, primer ministro de Hungría fuera una de los primeros mandatarios en felicitar y congratularse del Triunfo de Trump. Recordemos que el estilo de gobernar de Orbán se caracteriza por no compartir el poder con otros partidos y controlar a la prensa. De manipulación, ingeniería electoral y engaño minuciosamente orquestado mejor no hablamos.
El regreso de Trump a la Casa Blanca puede representar un cambio de rumbo en conflictos que se encuentran en pleno apogeo. Continuando con las felicitaciones, pero que incluyen peticiones es la del presidente Zelensky. La guerra entre Rusia y Ucrania, que para Trump se puede resolver en 24 horas, podría concluir en un auténtico desastre. El Kremlin envía mensajes ambiguos, típico en la coyuntura. En un principio se abstienen de felicitar al nuevo flamante Presidente de Estados Unidos para posteriormente expresar su disposición de dialogo. Putin durante un evento en Sochi felicita a Trump y manifiesta, en principio, la posibilidad de reconstruir contactos. Por su parte, el presidente Zelensky expresa la necesidad de apoyo de Estados Unidos recordando una frase de Trump “paz por medio de la fuerza”. La posición de Ucrania es delicada, menos suministros, menos personal y aliados cada vez más erráticos en consolidar su apoyo. En otras palabras, la Unión Europea quiere, pero no puede o quiere, pero no le alcanza. Las decisiones que se tomen en la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2025 tendrán consecuencias para el desarrollo del conflicto en Ucrania. De momento, el primer contacto entre Trump y Zelensky parece tener un buen comienzo y todo indica que incluyó la participación de Elon Musk, personaje que podría tener voz en la administración Trump en temas sensibles. Aunque en el corto plazo podría cambiar todo para que no cambie nada.
Otro mandatario que mostró su afecto y beneplácito ante la victoria de Trump fue Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel que describió el triunfo como histórico. De igual forma, Netanyahu fue uno de los primeros en comunicarse con el próximo presidente de Estados Unidos y dialogar sobre “la seguridad de Israel y combatir la amenaza iraní” o al menos es el mensaje distribuido por la oficina del primer ministro. La amenaza de Hamás y Hezbolá es una situación que ha observado la administración Trump desde su primer mandato y que en buena medida se complementó con los intereses de Netanyahu. Durante la presidencia de Biden se trató de contener las acciones militares de Israel, pero ese escenario podría cambiar el próximo año. El conflicto en Medio Oriente generó en la opinión pública global una división frente a las decisiones militares de Israel en Palestina y Líbano. La llegada y posible respaldo de Trump a movilizaciones militares de Israel podría intensificar los daños de manera considerable.
El campeón de boxeo Mike Tyson alguna vez dijo “todos tienen un plan hasta que reciben el primer golpe” ¿Cuál será el primer golpe de Trump?
JULIO CÉSAR MACÉS es Licenciado en Comunicación con estudios en Relaciones Internacionales por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Es maestro en Gobernanza y Globalización por la Universidad Iberoamericana. Es host del podcast La Gazzetta de México. Sígalo en @JulioCesarMacs