La semana pasada se cumplieron 79 años de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En la actualidad hay 193 estados que la conforman y se presume a sí misma como el único lugar del planeta donde todas las naciones del mundo pueden reunirse para discutir problemas y encontrar soluciones para beneficio de la sociedad global. De hecho, es importante recordar que la ONU fue fundada un 24 de octubre de 1945, luego de años marcados por los conflictos bélicos provocados por los países, principalmente, europeos, luego de dos guerras mundiales.
La ONU, junto con todos sus organismos, ha promovido el desarrollo de la sociedad a partir del uso de la diplomacia en las relaciones internacionales que tienen los Estados, sin embargo, el camino no ha sido fácil, pues el mundo que existía en la época en que fue fundada no es el mismo mundo que existe hoy en día. El primer gran ejemplo de ello es la cantidad de países que existían en aquel entonces y la cantidad que existen ahora luego de años de conflictos, tanto externos como internos, de los países miembros que en algunos casos se han visto divididos y hasta colapsados.
Entonces, la realidad de la ONU tiene que ver con el desenvolvimiento del nuevo orden mundial que, aunque muchos autores refieran a que es nuevo, la realidad marca que se siguen trabajando acciones que también se hacían en antaño y que siguen causando los mismos problemas que la propia ONU juró detener desde un inicio. Para muestra un botón, el principal tema con el que la ONU fue creada tiene que ver con garantizar la seguridad y la paz internacional, sin embargo, este objetivo no se ha logrado en la actualidad, pues siguen existiendo problemas bélicos en Europa y Asia, principalmente, como en los casos de Israel y Palestina, además de Rusia y Ucrania.
El problema en la actualidad no radica únicamente en los conflictos armados, sino en aquellos que también afectan a la sociedad internacional y que tienen que ver con la seguridad alimentaria, la educación y la migración, y que terminan impactando directamente en el desarrollo económico y comercial de las naciones, sobre todo en temas de desarrollo e innovación tecnológica. Es así que cuando se habla de la ONU se hace sobre un organismo que pertenece a un mundo que ya no existe necesariamente, y que por más occidentalizado que está ya no cuadra con las necesidades actuales del planeta, por lo que actos como el sucedido la semana pasada en Kazán (Rusia) son muestra de un nuevo orden mundial en el que se recuerda que Europa es parte del pasado y que para muchos ya no forma parte de las necesidades ni orientaciones actuales del devenir global.
Es en este orden de ideas que los BRICS hacen su aparición y que, a partir de su reunión de la semana pasada, han demostrado al mundo lo que pudieran llegar a ser si el occidente se descuida. Los BRICS reconocieron la figura de la ONU como parte importante de las negociaciones para la seguridad y la paz internacional en el orden multilateral, situación que el propio occidente ha ido olvidando poco a poco al grado de que Israel, quien funge como embajada estadounidense en el Medio Oriente desde su creación, ha declarado persona non grata a su Secretario General, mientras que, en Rusia, junto con la ayuda de China, se le ha reconocido como una figura importante. Además, la reunión de la semana pasada insistió en que la ONU debe ser reformada desde su seno, es decir, desde su Consejo de Seguridad, con el objetivo de incrementar la democracia, la representatividad y la efectividad en las acciones que buscan la paz global.
Entonces, estas líneas buscan poner en perspectiva la importancia que tienen los organismos internacionales en el devenir global para todos los involucrados en el poder pues no importa que sea en Occidente o en Oriente, el contar con un organismo como la ONU siempre será importante para concretar los objetivos globales. Sin embargo, el hecho de que la ONU se actualizara y se tropicalizara a la actualidad global sería una pérdida de poder a los de siempre, situación que no parece tan clara pues ¿a usted que le parecería que en lugar de que la sede y oficinas regionales estuvieran en Nueva York, Ginebra, Viena o Nairobi en el Norte Global estuvieran en Moscú, Nueva Delhi, Beijing, Ciudad del Cabo o Río de Janeiro pertenecientes al Sur Global?
Sea pues esta una oportunidad para celebrar un aniversario más de un organismo tan importante y relevante para los más de 8000 millones de habitantes del planeta que, dicho sea de paso, necesita repensar su presente y futuro sino quiere quedarse en el pasado.
FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor, investigador y analista en temas internacionales y educativos. Asociado COMEXI. Sígalo en x: @fabrecam