/ martes 1 de octubre de 2024

Política mundial / ¡Es hoy, es hoy!

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que se encuentran a favor, pero también los que se encuentran en contra. Hay gente que habla de un llamado segundo piso de una tal cuarta transformación, pero hay otros que ya se esmeran en contar los días de gobierno que le quedan a la que hoy inicia su periodo como presidente de México.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde el Palacio quienes están afuera y quienes están adentro. Gritan a favor los que saben que se quedarán otros seis años dirigiendo las políticas de México, pero también gritan quienes intentan ser resilientes ante la catástrofe que ven venir. Algunos auguran éxito y continuidad en proyectos nacionales, estatales y locales, pero otros auguran fracaso en nuestra nación.

Creo que ambos pecan de soberbia, no solo por el hecho de opinar, sino de pensar que México es una nación que marque la agenda global y que tenga un peso determinante en el devenir internacional y, aunque es cierto que no somos potencia global o que estamos en el top ten de miles de cosas, la realidad indica que tampoco estamos lejos de él, al contrario de naciones latinoamericanas, asiáticas, africanas o hasta europeas que nada más no se consolidan.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde los espacios de igualdad debido a que unos celebran que sea una mujer la que nos vaya a gobernar por seis años y que, además, esté acompañada de muchas otras mujeres en su gabinete y en los poderes judicial y legislativo, sin omitir todas aquellas que ya gobiernan Estados y Ayuntamientos. Sin embargo, también lo gritan aquellos que no confían en las mujeres (que aún hay muchos, tristemente) y quienes a pesar de que es una mujer, no le creen ni confían en ella por el partido político que representa.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que ven trascendencia al saber que la línea política de la Cuarta Transformación seguirá y que abrirá oportunidades de comercio con los proyectos que se continuarán; pero también gritan quienes han visto interrumpidos sus negocios a partir de las órdenes emanadas de las políticas que se han enviado desde el Ejecutivo Federal.

¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes en casa ahora tienen un recurso económico que les permite una comida al día y que antes les costaba más trabajo poder alimentar a su familia. Al contrario, también lo gritan aquellos que no conciben cómo es que los que no trabajan reciben becas y que ellos que sí lo hacen no reciben apoyos por parte del gobierno.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los legisladores que seguirán apoyando con los ojos cerrados los proyectos emanados de la ahora presidente de México y que no dudarán ni por un momento aplaudir a raudales cualquier decisión. De la misma manera, también gritan los que forman parte de la oposición y que buscan el bienestar de México, pero de otra forma, justo como O ‘Gorman esgrimiera al concluir que, en el siglo XIX, los Liberales querían lo mismo que los Conservadores, pero cada uno a su manera.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde todas las trincheras, los que apoyan a los invitados que se encuentran en la toma de posesión de la Dra. Claudia Sheinbaum, pero también quienes juzgan abiertamente que su gobierno inicie con un problema diplomático con España.

¡Es hoy, es hoy! Gritan todos, es más, tanto gritan que no se alcanza a escuchar a los que están a favor ni a los que están en contra, gritan tan fuerte que hay que salir de la multitud que se da cita en el zócalo de la Ciudad de México para atestiguar el mayor evento del año.

¡Es hoy, es hoy! Gritan todos sumergidos en una dicotomía de ideas que hablan de sus verdades que, a su vez, se transforman en una entelequia que les domina y que los propios griegos estarían orgullosos de ver cómo en el México contemporáneo se aplica a la perfección su sentido filosófico.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que van, los que vienen, los que acompañan, los que abandonan, los que quieren, los que no quieren, los que pueden, los que (ya) no pueden, los que se suman y multiplican, pero también los que restan y dividen, los que reciben, los que dan, los que quitan, los que prometen, los que creen, los que valoran, los que piensan, los que razonan, los que ya no creen, pero, sobre todo, gritan los que no quieren hablar ni dialogar para encontrar puntos de acuerdo en lo que se viene, porque lo que realmente quieren es gritar desde la entelequia para dividir dicotómicamente un país que ya no necesita eso, sino todo lo contrario, armonía.

¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes, sin tomar partido, ven la fecha como una oportunidad para esperar lo mejor de México en un contexto interno y global. ¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes buscan y esperan las mejores oportunidades para una sociedad que no se une y que espera todo lo bueno, pero también todo lo malo.

¡Es hoy, es hoy! ¡Es hoy, es hoy! ¡Es hoy, es hoy!

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor, investigador y analista en temas internacionales y educativos. Asociado COMEXI. Sígalo en x: @fabrecam

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que se encuentran a favor, pero también los que se encuentran en contra. Hay gente que habla de un llamado segundo piso de una tal cuarta transformación, pero hay otros que ya se esmeran en contar los días de gobierno que le quedan a la que hoy inicia su periodo como presidente de México.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde el Palacio quienes están afuera y quienes están adentro. Gritan a favor los que saben que se quedarán otros seis años dirigiendo las políticas de México, pero también gritan quienes intentan ser resilientes ante la catástrofe que ven venir. Algunos auguran éxito y continuidad en proyectos nacionales, estatales y locales, pero otros auguran fracaso en nuestra nación.

Creo que ambos pecan de soberbia, no solo por el hecho de opinar, sino de pensar que México es una nación que marque la agenda global y que tenga un peso determinante en el devenir internacional y, aunque es cierto que no somos potencia global o que estamos en el top ten de miles de cosas, la realidad indica que tampoco estamos lejos de él, al contrario de naciones latinoamericanas, asiáticas, africanas o hasta europeas que nada más no se consolidan.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde los espacios de igualdad debido a que unos celebran que sea una mujer la que nos vaya a gobernar por seis años y que, además, esté acompañada de muchas otras mujeres en su gabinete y en los poderes judicial y legislativo, sin omitir todas aquellas que ya gobiernan Estados y Ayuntamientos. Sin embargo, también lo gritan aquellos que no confían en las mujeres (que aún hay muchos, tristemente) y quienes a pesar de que es una mujer, no le creen ni confían en ella por el partido político que representa.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que ven trascendencia al saber que la línea política de la Cuarta Transformación seguirá y que abrirá oportunidades de comercio con los proyectos que se continuarán; pero también gritan quienes han visto interrumpidos sus negocios a partir de las órdenes emanadas de las políticas que se han enviado desde el Ejecutivo Federal.

¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes en casa ahora tienen un recurso económico que les permite una comida al día y que antes les costaba más trabajo poder alimentar a su familia. Al contrario, también lo gritan aquellos que no conciben cómo es que los que no trabajan reciben becas y que ellos que sí lo hacen no reciben apoyos por parte del gobierno.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los legisladores que seguirán apoyando con los ojos cerrados los proyectos emanados de la ahora presidente de México y que no dudarán ni por un momento aplaudir a raudales cualquier decisión. De la misma manera, también gritan los que forman parte de la oposición y que buscan el bienestar de México, pero de otra forma, justo como O ‘Gorman esgrimiera al concluir que, en el siglo XIX, los Liberales querían lo mismo que los Conservadores, pero cada uno a su manera.

¡Es hoy, es hoy! Gritan desde todas las trincheras, los que apoyan a los invitados que se encuentran en la toma de posesión de la Dra. Claudia Sheinbaum, pero también quienes juzgan abiertamente que su gobierno inicie con un problema diplomático con España.

¡Es hoy, es hoy! Gritan todos, es más, tanto gritan que no se alcanza a escuchar a los que están a favor ni a los que están en contra, gritan tan fuerte que hay que salir de la multitud que se da cita en el zócalo de la Ciudad de México para atestiguar el mayor evento del año.

¡Es hoy, es hoy! Gritan todos sumergidos en una dicotomía de ideas que hablan de sus verdades que, a su vez, se transforman en una entelequia que les domina y que los propios griegos estarían orgullosos de ver cómo en el México contemporáneo se aplica a la perfección su sentido filosófico.

¡Es hoy, es hoy! Gritan los que van, los que vienen, los que acompañan, los que abandonan, los que quieren, los que no quieren, los que pueden, los que (ya) no pueden, los que se suman y multiplican, pero también los que restan y dividen, los que reciben, los que dan, los que quitan, los que prometen, los que creen, los que valoran, los que piensan, los que razonan, los que ya no creen, pero, sobre todo, gritan los que no quieren hablar ni dialogar para encontrar puntos de acuerdo en lo que se viene, porque lo que realmente quieren es gritar desde la entelequia para dividir dicotómicamente un país que ya no necesita eso, sino todo lo contrario, armonía.

¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes, sin tomar partido, ven la fecha como una oportunidad para esperar lo mejor de México en un contexto interno y global. ¡Es hoy, es hoy! Gritan quienes buscan y esperan las mejores oportunidades para una sociedad que no se une y que espera todo lo bueno, pero también todo lo malo.

¡Es hoy, es hoy! ¡Es hoy, es hoy! ¡Es hoy, es hoy!

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor, investigador y analista en temas internacionales y educativos. Asociado COMEXI. Sígalo en x: @fabrecam