En las crisis la gente mira al pasado. No sólo es la nostalgia, como el anhelo de restaurar activamente, cosas que pensábamos funcionales o, por lo menos, mejores al presente. Todo este siglo Cuernavaca ha mostrado una tendencia grave a la pérdida. Desde los líos con el servicio de recolección de desperdicios, la inseguridad, la carencia de agua potable, los problemas de alumbrado público, el crecimiento desordenado, una burocracia voraz, la incapacidad de trazar proyectos de mediano y largo plazo para el desarrollo, la quiebra cotidiana de negocios con sus perniciosos efectos en la productividad y el empleo, han dado al traste a la calidad de vida en la otrora ciudad cosmopolita, artística y científica, alegre y divertida, que fue emblema de próspero descanso para todo el país.
El expreso anhelo de restauración apareció incluso como slogan del actual alcalde, Antonio Villalobos, quien prometía recuperar Cuernavaca y emprendió una muy modesta búsqueda por rescatar espacios públicos. La pandemia interrumpió los esfuerzos que habían sido recibidos por enorme escepticismo por una ciudadanía que enfrenta las múltiples crisis de la ciudad con una mezcla de incredulidad, cinismo, y un sistema básico de críticas y reclamos.
En ese marco se explican los dos fenómenos recientes en la esfera político electoral local: el regreso de Sergio Estrada Cajigal, último alcalde en concluir una gestión con alto respaldo ciudadano; y el pleito del círculo rojo por apropiarse de la imagen de Alfonso Sandoval Camuñas, antecesor de Estrada Cajigal en el Ayuntamiento y probablemente el segundo político morelense más querido.
El fin de semana, a 23 años del deceso de “Poncho”, el precandidato del PES a la alcaldía de Cuernavaca, Jorge Argüelles, anunció que montaría una guardia en honor del malogrado político morelense. Ex colaboradores y amigos de Sandoval Camuñas en el círculo rojo, criticaron el objetivo aparentemente electoral del acto. El PES suspendió el acto programado para la mañana del sábado y lo realizó por la tarde, sin tanta gente. Curioso que el PES no había hecho antes honores a Sandoval Camuñas, pero también que los más críticos del acto tampoco.
El nexo de Cuernavaca con Alfonso Sandoval es mucho más afectivo que racional. Su administración no exhibió grandes resultados ni transformaciones profundas para impulsar el desarrollo de la ciudad, pero su cercanía con la gente, amabilidad, espontaneidad (fue el primer alcalde que salió a barrer las plazas públicas por la noche), lo convirtieron en una figura muy carismática. Alfonso ganó la diputación federal por el PRI cuando dejó la alcaldía, pero el tricolor perdió la presidencia municipal en ese año a manos justamente de Sergio Estrada Cajigal.
El PES buscando referentes en Sandoval Camuñas y Fuerza por México apostando al regreso de Estrada Cajigal acompañado por apellidos ilustres en la ciudad como Bolaños, Iragorri Rivera, Lara Chávez, evidencian la falta de nuevos liderazgos, la aparente negación de futuros posibles y el enorme deseo de restauración que se percibe en la ciudadanía; y por ahora, dominan el discurso.
@martinellito
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