/ sábado 19 de septiembre de 2020

Primero la Suprema Corte y después el pueblo determinará si se juzga a los expresidentes de México

Honrando el nombre de esta columna debemos darle la justa dimensión que tiene al comportamiento de Andrés Manuel López Obrador.

Las leyes mexicanas que han pasado por los Tres Poderes y satisfacen los requisitos que se exigen para que se puedan aplicar, hoy ponen a prueba la posibilidad, y ésto debe quedar muy claro para quien me honra leyendo esta columna, que el Presidente de la República no puede, aunque quisiera, decir que los expresidentes tantas veces mencionados -Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña- deben ser juzgados. Las leyes, en el caso específico la Constitución, tiene caminos que no se habían recorrido; no se habían dado las circunstancias, y hoy que la izquierda está en el poder, que Andrés Manuel ha hecho una realidad de sus actos de gobierno, se podría convertir en un cómplice de un delito por omisión, si no, siguiendo los cauces legales, intentara, de acuerdo con la Carta Magna, que el Máximo Órgano Judicial del país que es la Suprema Corte de Justicia de la Nación emita una resolución, en el caso específico ya se ha asignado al Ministro Luis María Aguilar Morales, para que haga el proyecto que se someterá a la opinión del Pleno; que requiere la mayoría calificada –ocho Ministros- para que proceda en este caso la consulta popular; pero además aquí hay que agregar que siguiendo los caminos legales, podría darse el supuesto de que la Corte dijera que sí procede, se sometiera a los mexicanos, y el resultado fuera que no deben ser juzgados; frente a ésto habría que aceptar que es la voluntad del pueblo canalizada a través de la ley; la complicidad; la posibilidad de que con el silencio de Andrés Manuel no intentar esta consulta sometiéndola de los 130 millones a los que tienen derecho a votar, o que están en el Instituto Nacional Electoral aproximadamente 90 millones, no se les diera la oportunidad a los mexicanos de decir cuál es su opinión, si les parece que deben o no someterse a un juicio; porque como dije líneas arriba, el camino fue la Cámara de Diputados o de Senadores pueden presentar la iniciativa; no se hizo; la otra es que sea el número suficiente de acuerdo a los empadronados o los que están en el Instituto Nacional Electoral, donde se requiere 1,800,000 mil firmas, que según los medios se han rebasado, y dicen que se lograron 2,700,000 firmas; pero aun así la misma Constitución dice que también tiene la iniciativa unilateral, particular, singular, quien ocupe la presidencia de la República en este caso Andrés Manuel, para que él solicite; esto es muy importante porque es el ejercicio de un derecho humano fundamental que está en la Constitución, donde el titular del Ejecutivo Federal solicita, ¿a quién? al órgano adecuado; que es la Suprema Corte, que diga los 11 notables que la integran si se somete o no a la consideración de los mexicanos, el que puedan ser juzgados los expresidentes señalados por diferentes actos, delitos que hubieren cometido o si simple y sencillamente no procede.

Dos años lleva Andrés Manuel de ejercer el poder; desde la campaña y después cuando fue electo ha reiterado su posición; el pueblo va a determinar a través de los mecanismos jurídicos si se juzgan o no a los expresidentes; y es obvio en este caso, que se han seguido esos caminos, y que hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación está en el umbral de tomar una decisión histórica, congruente; válida; que permitirá, y esa es la esencia de la democracia mexicana, por eso insistimos en ese calificativo; éste es México; este es el país; estos son los órganos, los organismos, las leyes que nos hemos dado; por ejemplo, no podemos decir que los norteamericanos no son demócratas, ellos tienen su propia democracia, y 530 personas que son los delegados electorales deciden quién es el Presidente de ese país; esa es la democracia norteamericana; la rusa ha decidido hace unos días que el actual presidente Putin se quede en el poder 20 años más; y así ha ocurrido con Inglaterra y con otros países; por ello hoy hemos querido dedicar estas líneas a ratificar por qué esta columna es Democracia Mexicana, y que el resultado será probablemente si se hace la votación el 6 de junio o agosto del año próximo, sabremos hasta donde pudo llegar la historia; las reformas a estas leyes y a nuestra Constitución.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

Honrando el nombre de esta columna debemos darle la justa dimensión que tiene al comportamiento de Andrés Manuel López Obrador.

Las leyes mexicanas que han pasado por los Tres Poderes y satisfacen los requisitos que se exigen para que se puedan aplicar, hoy ponen a prueba la posibilidad, y ésto debe quedar muy claro para quien me honra leyendo esta columna, que el Presidente de la República no puede, aunque quisiera, decir que los expresidentes tantas veces mencionados -Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña- deben ser juzgados. Las leyes, en el caso específico la Constitución, tiene caminos que no se habían recorrido; no se habían dado las circunstancias, y hoy que la izquierda está en el poder, que Andrés Manuel ha hecho una realidad de sus actos de gobierno, se podría convertir en un cómplice de un delito por omisión, si no, siguiendo los cauces legales, intentara, de acuerdo con la Carta Magna, que el Máximo Órgano Judicial del país que es la Suprema Corte de Justicia de la Nación emita una resolución, en el caso específico ya se ha asignado al Ministro Luis María Aguilar Morales, para que haga el proyecto que se someterá a la opinión del Pleno; que requiere la mayoría calificada –ocho Ministros- para que proceda en este caso la consulta popular; pero además aquí hay que agregar que siguiendo los caminos legales, podría darse el supuesto de que la Corte dijera que sí procede, se sometiera a los mexicanos, y el resultado fuera que no deben ser juzgados; frente a ésto habría que aceptar que es la voluntad del pueblo canalizada a través de la ley; la complicidad; la posibilidad de que con el silencio de Andrés Manuel no intentar esta consulta sometiéndola de los 130 millones a los que tienen derecho a votar, o que están en el Instituto Nacional Electoral aproximadamente 90 millones, no se les diera la oportunidad a los mexicanos de decir cuál es su opinión, si les parece que deben o no someterse a un juicio; porque como dije líneas arriba, el camino fue la Cámara de Diputados o de Senadores pueden presentar la iniciativa; no se hizo; la otra es que sea el número suficiente de acuerdo a los empadronados o los que están en el Instituto Nacional Electoral, donde se requiere 1,800,000 mil firmas, que según los medios se han rebasado, y dicen que se lograron 2,700,000 firmas; pero aun así la misma Constitución dice que también tiene la iniciativa unilateral, particular, singular, quien ocupe la presidencia de la República en este caso Andrés Manuel, para que él solicite; esto es muy importante porque es el ejercicio de un derecho humano fundamental que está en la Constitución, donde el titular del Ejecutivo Federal solicita, ¿a quién? al órgano adecuado; que es la Suprema Corte, que diga los 11 notables que la integran si se somete o no a la consideración de los mexicanos, el que puedan ser juzgados los expresidentes señalados por diferentes actos, delitos que hubieren cometido o si simple y sencillamente no procede.

Dos años lleva Andrés Manuel de ejercer el poder; desde la campaña y después cuando fue electo ha reiterado su posición; el pueblo va a determinar a través de los mecanismos jurídicos si se juzgan o no a los expresidentes; y es obvio en este caso, que se han seguido esos caminos, y que hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación está en el umbral de tomar una decisión histórica, congruente; válida; que permitirá, y esa es la esencia de la democracia mexicana, por eso insistimos en ese calificativo; éste es México; este es el país; estos son los órganos, los organismos, las leyes que nos hemos dado; por ejemplo, no podemos decir que los norteamericanos no son demócratas, ellos tienen su propia democracia, y 530 personas que son los delegados electorales deciden quién es el Presidente de ese país; esa es la democracia norteamericana; la rusa ha decidido hace unos días que el actual presidente Putin se quede en el poder 20 años más; y así ha ocurrido con Inglaterra y con otros países; por ello hoy hemos querido dedicar estas líneas a ratificar por qué esta columna es Democracia Mexicana, y que el resultado será probablemente si se hace la votación el 6 de junio o agosto del año próximo, sabremos hasta donde pudo llegar la historia; las reformas a estas leyes y a nuestra Constitución.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com