La reducción de la incidencia delictiva requiere disposición de autoridades para el trabajo conjunto y coordinado, de lo contrario difícilmente puede haber avances.

Morelos enfrenta un deterioro en la seguridad pública que la tiene como una de las tres entidades con incremento en los delitos de alto impacto entre 2019 y 2024.

De acuerdo con los datos del Secretariado de Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los 14 delitos de alto impacto tuvieron un incremento del 27 por ciento, solo superado por Nayarit con 42 y Campeche con 77 por ciento. Morelos es la segunda entidad con la mayor tasa de delitos por cada 100 mil habitantes con 518; Baja California registra 675 y la media nacional es de 286.

La Gobernadora Margarita González Saravia impulsa una política de seguridad coordinada con el Poder Judicial. Uno de los vacíos detectados en el estado ha sido la facilidad con la cual los presuntos delincuentes, aún detenidos en flagrancia, son liberados.

“Vamos a tener que armonizar de alguna manera más efectiva la parte de la seguridad pública con la justicia”. La necesidad ya fue detectada por la mandataria. Antes, el alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui ya había pedido al fiscal de Justicia, Uriel Carmona considerar retirarse del cargo —que asumió en 2018 y se prevé ejerza hasta 2027— ante la falta de avances en las investigaciones, en particular las relacionadas con homicidios dolosos y feminicidios.

La garantía de tranquilidad para la población es producto de una política integral en la cual Secretaría de Seguridad, Fiscalía y Poder Judicial trabajen en conjunto para el bienestar comunitario. Así será posible reducir el número de delitos y la mala percepción ciudadana.

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, presentada esta semana, ubica que en Cuernavaca el 83.5 por ciento de la población se siente insegura.

Es un foco rojo del cual se está a tiempo para atender, y así armonizar la seguridad.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres