/ miércoles 25 de septiembre de 2024

Servicio solidario / Actividad económica. IGAE

Esta semana el INEGI dio a conocer el indicador de la actividad económica a julio de este año. La buena noticia es que continúa la tendencia total al alza. Luego de que mayo de 2020, año más crítico de la pandemia, alcanzara su nivel más bajo- un índice menor de 80 puntos en relación con la referencia 2018 en serie desestacionalizada. Cruzando la mitad del año 2020 la tendencia-ciclo fue de recuperación, de acuerdo con los datos ofrecidos por la dependencia y ya a mitad del 2021 el indicador había alcanzado el nivel de 2018, manteniendo la tendencia alcista. Lo que representa un importante indicador que se suma a otros en materia de economía nacional.

Al mes de julio el mayor crecimiento lo alcanzaron las actividades primarias con un incremento mayor a 11%, tanto en los ajustes estacionalizados y desestacionalizados. Las actividades primarias más destacadas han sido la agricultura y la cría y explotación de animales.

Las actividades secundarias y terciarias en cifras desestacionalizadas crecieron 0.2% y 0.4% respectivamente. De las primeras las más significativas fueron: Generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor final, así como el sector de la construcción. De las segundas las más significativas fueron: servicios profesionales, científicos y técnicos, así como el comercio al por mayor.

Una visión más completa se nos presenta en el Reporte del Banco de México sobre las Economías Regionales publicado el pasado 12 de septiembre pasado. En él se destacan los diversos factores que inciden en ella como la inflación, el comportamiento de la producción y explotación de los recursos naturales, la demanda de bienes y servicios, el impacto de las elecciones en Estados Unidos, la presentación de fenómenos climáticos y naturales, entre otras variables que afectan desigualmente a las diferentes regiones del país. Frente a lo cual propone continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento, generar condiciones que propicien la inversión y aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización.

Que tengan buen fin de mes.

Esta semana el INEGI dio a conocer el indicador de la actividad económica a julio de este año. La buena noticia es que continúa la tendencia total al alza. Luego de que mayo de 2020, año más crítico de la pandemia, alcanzara su nivel más bajo- un índice menor de 80 puntos en relación con la referencia 2018 en serie desestacionalizada. Cruzando la mitad del año 2020 la tendencia-ciclo fue de recuperación, de acuerdo con los datos ofrecidos por la dependencia y ya a mitad del 2021 el indicador había alcanzado el nivel de 2018, manteniendo la tendencia alcista. Lo que representa un importante indicador que se suma a otros en materia de economía nacional.

Al mes de julio el mayor crecimiento lo alcanzaron las actividades primarias con un incremento mayor a 11%, tanto en los ajustes estacionalizados y desestacionalizados. Las actividades primarias más destacadas han sido la agricultura y la cría y explotación de animales.

Las actividades secundarias y terciarias en cifras desestacionalizadas crecieron 0.2% y 0.4% respectivamente. De las primeras las más significativas fueron: Generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor final, así como el sector de la construcción. De las segundas las más significativas fueron: servicios profesionales, científicos y técnicos, así como el comercio al por mayor.

Una visión más completa se nos presenta en el Reporte del Banco de México sobre las Economías Regionales publicado el pasado 12 de septiembre pasado. En él se destacan los diversos factores que inciden en ella como la inflación, el comportamiento de la producción y explotación de los recursos naturales, la demanda de bienes y servicios, el impacto de las elecciones en Estados Unidos, la presentación de fenómenos climáticos y naturales, entre otras variables que afectan desigualmente a las diferentes regiones del país. Frente a lo cual propone continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento, generar condiciones que propicien la inversión y aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización.

Que tengan buen fin de mes.