En el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC) se inauguró la exposición "No hay lugar" en homenaje a Ricardo Vinós, realizada por colegas y discípulos. En ella podemos ver gran parte de su obra fotográfica.
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Cabe destacar que Ricardo Vinós y Cruz-López es un fotógrafo mexicano contemporáneo, en cuya obra investiga el objeto fotográfico como ficción autónoma, producto de una máquina sin imaginación que “saca” imágenes del mundo, incide en él y más que representarlo, lo suplanta.
"La fotografía se entrampa seductoramente en la frontera del pensamiento, capta la semejanza detallada de una cosa, y nos da esta nueva cosa: la piel arrancada al tiempo, el objeto fotográfico, imagen de lo fugitivo. Más allá de aquella frontera, del tiempo que corre, abre un paseo por imágenes preñadas de significados nuevos y de sus propios misterios. Al arrancarle la piel al instante y fijarla sobre el papel fotosensible se obtiene algo que aparenta dar presencia material a la misma sustancia de que están hechos los sueños. Todas las formas del arte han ensayado los lenguajes de los sueños con variable fortuna. Las fotografías prodigan sin esfuerzo objetos que abren las puertas a un mundo soñado", fragmento del texto que acompaña a la exposición, escrito por Ricardo Vinós en "La noche oscura de la fotografía".
¿Cómo es la exposición "No hay lugar"?
En la exposición podemos ver una variedad de obras fotográficas de la autoría de Ricardo Vinós, las cuales son en blanco y negro hechas de manera clásica en el cuarto oscuro, y pertenecen a diversas colecciones, presentando principalmente la cotidianidad de la vida, tradiciones, imágenes religiosas, paisajes y erotismo, entre otros temas.
Durante la inauguración se contó con la participación de diversos artistas, colegas y discípulos de Ricardo Vinós, quienes compartieron escritos, poesía y anécdotas con el reconocido fotógrafo en torno a su obra.
Entre una de las participantes, está la escritora Kenia Cano, quien compartió el poema "Paisaje en desnudo" de José Carlos Becerra, para corresponder con la poesía una parte del trabajo de Ricardo que es la fotografía de desnudo.
De acuerdo a la semblanza del autor, la obra de Ricardo Vinós está articulada en una estructura de series, concebidas como libros de autor acompañados por reflexiones suscitadas alrededor del proceso de crear las imágenes. La exploración sostenida de ciertos temas constantes, tales como mirada e identidad, cuerpo y deseo, lugar y memoria, divinidad y ritual, entre otros; son características de su producción.
Sus influencias más profundas, en sus propias palabras, vienen de los grabados de Goya, la gráfica erótica de Picasso, las fotos de Die Poppe de Hans Bellmer, los retratos de niñas de Lewis Carroll y las calles de París en la obra de Eugène Atget.
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