Acompañado de familiares y amigos, el fotógrafo, promotor cultural y columnista de El Sol de Cuernavaca, Rodolfo Candelas inauguró su exposición fotográfica El bosque no está aquí en la galería del espacio Rojo, café y libros.
A través de 10 fotografías, Candelas nos muestra un espacio entre luces y sombras que transporta al espectador a la magia que emana el bosque, y todos sus elementos.
Mediante la técnica de blanco y negro, trabajé con el tema de las sombras para transmitir sensaciones; de acuerdo a lo largo del día, los cambios de luz que se van produciendo, y al mismo tiempo una metáfora de un viaje de la luz a la oscuridad y de la vida hacia a la muerte. Es un bosque que no se encuentra en las fotografías, en primer lugar porque no se puede fotografiar tal cual, porque siempre cambia y en segundo lugar, para apelar a la imaginación de quienes ven las imágenes, expresó Rodolfo Candelas.
Durante la inauguración, Rodolfo Candelas estuvo acompañado por la escritora Dzoara Delgado, quien es autora de uno de los textos de sala que acompaña a la exposición, y quien además compartió con los presentes los poemas Llamara desde la corteza y Quizá fue un jilguero, los cuales escribió especialmente para esta muestra fotográfica.
El bosque no está aquí, es la sinécdoque que por medio de la luz devela motivos naturales. Así. Rodolfo Candelas va registrando en sus caminatas por el bosque, mientras gira la rueda del tiempo, en tanto conecta a la luz con su opuesto complementario: la oscuridad, que a su vez da paso a las sombras y es la perfección más exquisita: lo permanente y lo eterno mutable, conciencia de pertenencia a la Tierra, al mundo natural, escribe Dzoara Delgado en uno de los textos.
El otro texto de sala, escrito por Julio Castro menciona que “El follaje, el estróbilo o piña que cae en medio del bosque, el vacío generado por un hormiguero en medio del pasto, las rocas, pero sobre todo las sombras son el vocabulario presente en esta serie de fotografías que Rodolfo Candelas ha realizado, tomando como escenario el bosque…En un esquema de composición central, los elementos presentes en cada fotografía, se vuelcan a manera de objeto escultórico como un foco gravitacional, las sombras –presentes y ausentes- nos sugieren una idea sobre la hora del día en que fueron registrada”.
Rodolfo agradeció a los presentes por su compañía, e hizo hincapié en la importancia de conservar los espacios independientes como los es Rojo, café y libros.
Justo los espacios independientes son los que nutren realmente la vida cultural de Cuernavaca, son actos heroicos, se necesitan muchos pantalones para mantener un lugar como este, para seguir y no claudicar; y de manera bondadosa y altruista abrirlo a personas que queremos mostrar nuestro trabajo, mencionó.
Los presentes disfrutaron la tarde noche, admirando las obras de Rodolfo, charlando y degustando una variedad de bebidas, mientras el momento estuvo amenizado con música a cargo de Verónica Eltón.