En días pasados, el público se dio cita en la sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda para disfrutar la presentación del pianista Salvador Ortiz, quien brindó el concierto Piano en el alma, interpretando magníficas piezas musicales.
Uno de los principales objetivos de este concierto fue que a través de piezas clásicas de la cultura popular internacional y de música culta ligera escrita para piano, inducir a la relajación del oyente mediante pequeñas obras musicales que directa o indirectamente se encuentran en nuestra memoria musical.
Para iniciar la tarde musical, Salvador interpretó la pieza Balada para Adelina de Paul de Senneville y Olivier Toussaint; seguida por Matrimonio de amor y Recuerdos de infancia de Paul de Seneville.
Posteriormente, continuó con las obras Piano, Melissa y Corazón de niño del cantautor argentino Bebu Silvetti; para seguir con las piezas Castillos de hielo de Marvin Hamlisch, Amarraditos de María Dolores Pradera, Por una cabeza de Carlos Gardel y Take five de Paul Desmond.
Entre cada interpretación, Salvador interactúo con el público, hablando acerca de las piezas y sus compositores, para brindarles un contexto cercano de las obras y cómo influyen para inducir al relajamiento.
Sonara In Fm K. 466 de Domenico Scarlatti, Gymnopédie no, 1 de Erik Satie, Preludio Em Op. 26 no. 4 de Frédéric Chopin y Tarantela Dm. Op. 65 de Serguéi Prokófiev, fueron otras de las piezas que Sergio interpretó para deleitar a los presentes.
Sin duda, todos disfrutaron de este gran concierto donde Salvador Ortiz conectó con el público a través de la música, evocando recuerdos de distintas etapas de la vida y el relajamiento. Asimismo, hizo énfasis en que las piezas que interpretó cuentan con una melodía muy audible que pese a ser sencillas, son muy elegantes.