Como parte del ciclo de eventos escénicos donde realizan un homenaje a poetas y escritores mexicanos e internacionales, para difundir su trabajo y reconocer su labor en el arte literario, se presentó Reencuentro con Salvador Novo en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo.
El público arribó al recinto para disfrutar de esta presentación escénica, bajo la dirección de la maestra y actriz Carmen Rodríguez y el actor Fernando Martí, quienes con su talento lograron transmitir la esencia de las obras de Novo.
Estamos tratando de rescatar a los escritores de letras mexicanas que no tienen un soporte cultural y a pesar de su bagaje han caído en el olvido; con esta idea increíble de Carmen Rodríguez queremos darle un discurso diferente a sus obras” y difundirlas entre el público, mencionó Wilfrido Ávila, director del museo previo a la presentación.
El reencuentro inició con la lectura teatralizada de Diego y Betty, que con un toque de comedia muestra la entrevista que Betty, una periodista americana realiza a Diego Rivera cuando lo encuentra por casualidad pintando uno de sus grandiosos murales.
Betty, no va muy preparada para el momento, pues incluso no lleva papel y bolígrafo para plasmar sus preguntas y respuestas; además no sabe ni por dónde empezar su entrevista a Diego, quien con juegos de palabras la enreda en un diálogo culto sobre política, pintura y alimentación.
Posteriormente, Fernando Martí interpretó a Salvador Novo compartiendo algunos de sus poemas más entrañables e importante con los espectadores.
Salvador Novo, nació en la Ciudad de México en 1904. Fue un escritor vinculado al grupo de Los Contemporáneos. Realizó sus primeros estudios en Chihuahua y Torreón, para regresar a la capital donde, en 1921, se licenció en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Posteriormente, en la Facultad de Filosofía y Letras, hizo sus estudios de maestro en lengua italiana. Concluidos éstos, consiguió obtener una plaza de ayudante y, más tarde, de profesor en el Departamento de Idiomas Extranjeros de la Universidad Central de México, por su dominio del francés y el inglés, lengua en la que llegó a escribir algunas de sus obras.
En 1967, Salvador Novo recibió el Premio Nacional de Literatura, que venía a coronar su importantísima obra de creación literaria y su contribución teórica a los más varios aspectos de las letras mexicanas. Uno de sus últimos títulos, Historia y leyenda de Coyoacán (1971), es una valiosa muestra de su interés por la crónica y un complemento para su Breve historia de Coyoacán, que había publicado previamente, en 1962. Su versátil actividad le llevó a escribir numerosos guiones para el cine. La fértil existencia del poeta se extinguió en Ciudad de México el 14 de enero de 1974.
