Originario de Yautepec, Morelos, Adrián Guzmán Cruz es un talentoso joven artesano que a través de su grandioso trabajo y pasión por el arte ha elaborado muchos trajes de Chinelo, continuando así con una importante tradición familiar.
"Desde que tenía como seis años, tuve esa inquietud y acercamiento al arte de elabor9ar trajes de Chinelo con chaquira, pues veía a mi padre trabajar, y era algo que quería hacer también", expresó Adrián Guzmán Cruz.
En un principio, se adentró a este mundo artesanal ayudando a su padre, pero desde hace aproximadamente quince años, aporta al proyecto con sus propios diseños e ideas.
"Normalmente cuando nos buscan para realizar un traje, las personas no traen idea de lo mucho que podemos bordar para un traje de chinelo, y con algunas muestras e ideas propias les vamos ayudando a crear un diseño propio y único".
Especialmente nos comparte la experiencia que tuvo sobre un pedido especial realizado desde Estados Unidos el año pasado.
"En marzo de 2020, recibí una llamada de Liz Hernández, quien radica en Los Ángeles, California, ella estaba interesada en tener un traje de Chinelo realizado por mí, el cual pudiera participar en el concurso de trajes de chinelos en Yautepec, para eso es necesario tener un tema representativo, prehispánico, algo con historia que sea muy interesante".
A raíz de esto, Adrián le propuso hacer un traje muy representativo de Morelos y Liz mencionó tener conocidos en Coatetelco, al momento se le vino la idea de buscar un tema relacionado al poblado. Fue así como el artista inició una ardua investigación en una biblioteca y encontró la leyenda de Cuauhtlitzin “La Tlanchana de Coatetelco”, considerada como la más importante del lugar, relacionada con la laguna.
"Me pareció muy interesante y busqué elementos importantes de la historia y empecé a dibujar y a plasmar la idea principal, para el traje. Conforme tuve el dibujo a la medida requerida para el bordado, empecé todo el proceso. Mi intención fue representar en una pieza principal la figura con toda la historia".
Asimismo, mencionó que para quien no conoce la leyenda sea difícil encontrar un contexto, pero quienes saben sobre la leyenda, de inmediato pueden identificar a la Tlanchana o sirena arrojando sus guirnaldas de flores blancas de cazahuate en las aguas; y es como nace la laguna de Coatetelco, totalmente les remota a la leyenda de Cuauhtlitzin.
Cabe destacar que a partir de ser contactado en marzo del año pasado, la investigación duro dos semanas y las siguientes dos estuvo trabajando en el dibujo para armar la idea y el bordado. Prácticamente tuvo casi un año para elaborar el traje.
"El traje se compone del sombrero, traje y máscara. Un traje bordado completamente con chaquira. Para la máscara, hice una intervención con la técnica de arte Huichol, una adaptación en chaquira que fuera relacionada con los colores del traje e hiciera juego.
Asimismo, la máscara no la elaboré, pero sí fue una intervención mía. Fueron meses de bordar el sombrero y traje, a partir de las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, todos los días. Los últimos tres meses (diciembre, enero y febrero) iniciaba a partir de ocho de la mañana hasta las tres de la madrugada, esto me permitió terminar el traje como estaba diseñado desde su inicio".
El artista utilizó alrededor de 15 kilos de chaquira en más de 50 colores para el bordado.
Finalmente, el pasado domingo 21 de febrero, se realizó el concurso de trajes de chinelo en Yautepec, y el traje con el tema Leyenda de Cuauhtlitzin obtuvo el primer lugar, en su categoría chaquira.
"Es algo que me emociona mucho, realmente en cada traje que bordo busco plasmar mensajes que hagan reflexionar a las personas. Durante esta investigación descubrí que hay tradiciones que se han perdido, aquellas que tienen más de un siglo que ya no se realizan, a pesar de ser un lugar lleno de tradición; es por eso que el traje hace un llamado a rescatar nuestra cultura".
Respecto a la pandemia, Adrián no sufrió tanto el golpe de esta situación, pues afortunadamente se mantuvo estable y trabajando, lo que sí fue un pequeño problema el hecho de conseguir la chaquira, que es importada de República Checa. Otro de los factores, el costo del material, dependía mucho el precio del dólar, por un tiempo el material estuvo más caro.
Es así como durante 25 años, Adrián Guzmán ha dedicado su vida a la pasión artística, tiempo en el que además ha recibido diversos reconocimientos por su gran talento.