Artistas unen su talento en la exposición colectiva “Aplanando la curva y los sensibles fallecimientos” que se exhibe actualmente en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (Mucic). Esta muestra realizada con la curaduría de Edgar Assad, aborda la temática de los fallecimientos que se han dado durante este 2020, a raíz de la pandemia por el Covid-19, generando una importante reflexión a través del trabajo creativo de los artistas.
En esta ocasión, participan Cisco Jiménez, Fernanda Araujo, Edgar Assa, Itziar Giner, Cristo Contel, Edgar Ortega Méndez, Carlos Ballesteros y Patricia Couto, quienes presentan obras trabajadas durante los meses de confinamiento, que se enfocan en el tema.
La exposición muestra las piezas que los artistas estuvimos trabajando en la pandemia, como una forma de reflexionar a través del estar en el encierro trabajando con nuestras diferentes disciplinas y materiales que usamos alrededor del tema de los fallecimientos en estos meses, comentó Fernanda Araujo.
Al recorrer la muestra, ubicada en las salas 1 y 2 en la planta alta del Mucic, podemos apreciar una variedad de obras de pintura, instalación, cerámica, intervención digital, construcción y dibujo.
2020 es un año que quedará fuertemente marcado en la historia de la humanidad en general, pero de modo especialmente significativo para el mundo del arte, dadas las condiciones a las que se vieron sometidos los artistas durante el confinamiento, el bombardeo de información y los resultados poco alentadores ante la emergencia epidemiológica y las circunstancias que dan testimonio con sus obras de manera expresa, encubierta o indiferente, expresa Edgar Assad en el texto de sala que acompaña a la muestra.
La artista Fernanda Araujo, presenta la pieza Número 6 de la serie “Levedad”, una instalación donde utiliza piedra de río, madera de pino y origami de papel, conjugando materiales tan diversos para representar esta situación desde su perspectiva.
La pieza investiga a partir de encuentros con materiales de construcción en obras y estudia su relación entre sí. Desde sus características físicas, su resistencia el equilibrio y toda esa recolección de objetos, se intenta cambiarlos de contexto y volverlos una pieza escultórica de instalación en el espacio. En este caso, quise meter la piedra como símbolo de los tótems que hacen para referirse a los entierros, como este apilamiento de rocas que significan algo más, recordar que ahí se encuentra algo que trasciende o se fue a otro plano y remato con una pieza de origami que rompe con los otros tipos de materiales tan duros y rígidos, porque esta pieza es muy sublime que está completamente en equilibrio y se activa con el viento, generando una interacción entre los opuestos, dijo Fernanda Araujo.