Asesinatos de ambiente: lamentable realidad

Óscar Dorado

  · viernes 15 de mayo de 2020

Los alarmantes índices de inseguridad en México no distinguen “entre pueblo bueno y sabio” y los que no lo son tanto. Uno esperaría que existen ciertas personas altruistas que trabajan por causas nobles, y el ambientalismo es una de ellas.

No obstante, éstas no son “discriminadas” por el “pueblo malo” ya que la ola de asesinatos es dramática en contra de los defensores de la naturaleza.

Iris Ferre, una artista visual realizó una publicación en facebook de los asesinatos que ha habido en México de activistas en favor de la conservación y señaló algunos casos en diferentes regiones de México. A continuación, me permito presentar la descripción sucinta de Iris, de los más conocidos solamente durante el 2019 y lo que llevamos del 2020.

Nora López León, bióloga investigadora ambientalista quien trabajó en los proyectos de liberación de Guacamaya Roja en el Ecoparque de Palenque, Chiapas. Tenía 40 años y el 22 de agosto de 2019 fue encontrada sin vida en un hostal. José Luis Álvarez Flores comúnmente decía: “queremos hacer algo por el planeta”. Trabajó en la defensa del Mono Saraguato o Aullador en Emiliano Zapata, Chiapas. Logró un espacio de conservación 375 has, con la venta legal de leña. Fue asesinado a pocos días de la denuncia de extracción ilegal de arena del rio Usumacinta cerca del ejido Calatraba, municipio de de Palenque, Chiapas. Homero Gómez González luchó por el hábitat de la Mariposa Monarca cuando ejerció como presidente del comisariado ejidal de El Rosario, Michoacán, con campañas de reforestación y la importancia de nuevos bosques para la mariposa. En enero 14 de 2019, a los 50 años fue desaparecido. Sin ir más lejos, Samir Flores Soberantes indígena Náhuatl originario de Amilcingo (Temoac) y principal dirigente contra la termoeléctrica, participaba en la defensa del agua y de la tierra. Fundador y conductor, además, de Radio Amilcingo 100.7 FM. Fue asesinado el 20 de enero 2019 reconociéndose el paradero de los responsables. Cruz Soto Caraveo (en el 2018) buscaba recuperar las tierras arrebatadas por el crimen organizado en 2014 para la siembra de droga. Desgraciadamente, por exigir la aprensión de integrantes de ese grupo criminal, a los 53 años de edad, el 13 de octubre 2019 Cruz fue asesinado por el grupo armado de la sierra tarahumara.

El más reciente caso, tan solo hace una semana (de 7 de mayo de 2020), es el de Eugui Roy Martínez Pérez de tan solo 21 años, un joven que desde hace varios años colaboraba como voluntario en el laboratorio de Ecología de Anfibios del Centro Interdisclipinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CIIDIR Oxaca) del IPN. Eugui apoyó en estudios de especies de ranas que se creían extintas y como consecuencia de esta experiencia estaba ya estudiando del 2º semestre de la carrera de Biología. Él nos recuerda mucho un caso similar (de Axel) en la Sierra de Huautla, quién nos apoyaba con el manejo de algunas especies también de reptiles de la zona.

La ONG Front Line Defenders (FLD), realizó el informe “Análisis Global 2019” en febrero de este año colocando a México en el cuarto país más peligroso para los defensores de la tierra. Pero faltó decir que también para los periodistas es muy peligroso. Algo que nos preocupa a muchos es que, de acuerdo con el presidente López Obrador “no somos iguales” a “los de antes” Entonces ¿por qué no existe el interés por aclarar estos lamentables casos de homicidios? ¿Será que no somos iguales porque estamos peor?… pues solo Dios sabe. El Ambiente está de luto… cuando los ángeles lloran

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