Como cada año en Acapantzingo, Cuernavaca, celebran a San Miguel Arcángel por su día. Con chinelos y mucha alegría, los fieles han asistido a esta celebración, pero ahora la misión es que la kermés sea un éxito y se junten los recursos necesarios para restaurar los lienzos de finales del siglo XVI e inicios del XVII que hallaron debajo de varias capas de pintura.
El párroco Daniel García explicó que la humedad en la capilla dejó al descubierto estas obras de arte, y ahora quieren restaurarlas, pero necesitan dinero, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), delegación Morelos, no puede cubrir los gastos.
Es un desafío para todos porque es un presupuesto elevado, pero de grano en grano queremos llegar a la meta, porque es un patrimonio artístico e histórico
También aclaró que no pueden hacer ninguna intervención en las paredes sin la supervisión y autorización del INAH, ya que los frescos se taparon "por error" en distintos momentos de la historia. Ahora, los visitantes que entran al santuario pueden ver en la parte superior, a los lados derecho e izquierdo, las pinturas originales en tonos grises y rojos, aunque no lo suficientemente grandes como para identificar las figuras o escenas.
Por ahora, no le harán ningún retoque al templo porque no quieren dañar los lienzos y, además, no saben si hay más frescos escondidos en otras paredes. Mientras tanto, solo están impermeabilizando el edificio para prepararlo para la restauración.
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“Se pueden admirar algunas piezas del conjunto. Desde luego, estos trabajos estarán monitoreados por el INAH y debemos estar en coordinación con ellos. Nosotros vamos a ser los patrocinadores de estas labores, ellos solamente realizan los procedimientos jurídicos y profesionales con las mejores técnicas”.
Fiesta en San Miguel Acapantzingo
La kermés arrancó desde la mañana y se extendió toda la tarde del 29 de septiembre. Los alimentos, preparados por los grupos pastorales de la parroquia, costaban entre 16 y 50 pesos, y había de todo un poco. Mesas y sillas fueron colocadas para que la gente disfrutara su comida cómodamente, y se formaron largas filas para comprar.
Además de la vendimia frente a la parroquia, había puestos de comida, bebidas, pan de feria y hasta juegos mecánicos que se sumaron a la celebración de San Miguel Arcángel. Estos no aportaron a la causa, pero la gente igual los pudo disfrutar.
Por último, Daniel García comentó que en los últimos años más personas han acudido a él, ya que San Miguel es el patrono de los momentos difíciles.
Él combatía el mal con la fuerza del bien, y en un contexto de tanta violencia, inseguridad y maldad, San Miguel es un bálsamo de esperanza