Las colectivas Afroparacas, Afrolab, Morelos Negro y la Red Latinoamérica de Mujeres Afrodescendendientes realizaron una jornada cultural en la comunidad de Paracas en Yautepec, donde la maestra Flor Molina impartió un taller de modelado en barro dirigido a las infancias principalmente.
Con el objetivo de convivir en comunidad y abonar a la cultura y las artes en las infancias, las colectivas sumaron esfuerzos para realizar una jornada cultural en la iglesia del lugar.
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La maestra Flor Molina, reconocida escultora afrodescendiente, impartió el taller "Esculpiendo la afrodescendencia", donde niños y niñas realizaron pequeñas piezas de barro relacionadas a las figuras y elementos del mar.
Algunos padres de familia se sumaron a este taller, con el objetivo de ayudar a los pequeños y experimentar el modelado de barro echando a volar su creatividad.
Flor Molina se mostró muy feliz y agradecida por la oportunidad de compartir sus conocimientos e incentivar la creación artística con un enfoque social.
Otra de las manifestaciones artísticas que se presentaron fue la Danza de la Tortuga, es una expresión cultural tradicional que forma parte del patrimonio afrodescendiente de la región de Afroparacas.
"Esta danza tiene raíces profundas en las comunidades afroguerrerenses y es una muestra de su identidad, resistencia y conexión con la naturaleza, la cual migró al estado de Morelos y se asentó en poblaciones de origen afrodescendendiente como Cuernavaca y Paracas en Yautepec", expresó Ana García, activista afrodescendiente integrante de la Red Latinoamérica de Mujeres Afrodescendendientes.
El significado cultural de esta danza es que está vinculada a los ciclos de la vida y la relación espiritual de las mujeres afrodescendientes con la tierra y el agua. Representa la importancia de la tortuga como símbolo de longevidad, resistencia y equilibrio, elementos que reflejan la vida de las comunidades que la practican.
"Se cree que la danza tiene un trasfondo ceremonial, relacionado con la fertilidad, la abundancia y el respeto por los recursos naturales. Durante la danza, los movimientos imitan el andar pausado y firme de la tortuga, en un diálogo simbólico con la naturaleza".
Afrodescendencia y resistencia
En el contexto de las comunidades afrodescendientes, esta danza también puede leerse como una forma de preservar sus tradiciones frente a la invisibilización histórica. Es un acto de resistencia cultural que reafirma su identidad y legado ancestral, celebrado con música, cantos y movimientos característicos.
Los elementos clave de la danza son la vestimenta de la tortuga (faldón) que suele reflejar la conexión con la naturaleza, usando colores y elementos simbólicos. Así como la música, con los tambores y otros instrumentos de percusión, que son esenciales para marcar el ritmo de los pasos. Y la narrativa a través de los movimientos, que cuenta una historia o se transmite un mensaje ligado a la comunidad y su entorno.