El carnaval de Tlayacapan comenzó con la presentación del Huehuetzin, personaje principal del municipio, que es el origen del chinelo, según aseguran los habitantes del lugar.
En la iglesia de la Señora de Santa Ana, se realizó una obra de teatro para mostrar a los asistentes el origen del chinelo y de la fiesta.
A través de una obra teatral, se narró cómo los españoles, previo al Miércoles de Ceniza y la Cuaresma, realizaban una celebración. Al no ser admitidos los nativos, armaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja tapándose la cara con un pañuelo o un pedazo de manta y realizaron su propia fiesta como burla a lo que hacían los conquistadores, lo que dio origen al carnaval que año tras año se realiza en la localidad.
Luego de la representación teatral, los Huehuetzin hicieron un recorrido por las calles del municipio donde más de 200 personas los acompañaron. Tres comparsas participan: Azteca, Unión y América, integradas por los habitantes de la comunidad y las cuales llevan a cabo la organización del tradicional brinco del Chinelo.
Una mujer al frente de la organización
Este es el primer año que una mujer dirige una de las comparsas, América, para la cual Mayola Carrera Rojas asume la responsabilidad de organizar el Carnaval, desde las cooperaciones, comidas, bailes y las bandas. Todo ello en coordinación con el municipio.
Vendimia por la festividad
Además del tradicional brinco del Chinelo, en las calles de Tlayacapan se encuentran los tradicionales puestos de fin de semana, donde se oferta alfarería, artesanías, ropa y alimentos. Debido a los trabajos de la explanada que se realizan dentro del programa de mejoramiento urbano, los comerciantes fueron reubicados en las principales calles.
Los comerciantes se prepararon para esta fecha, al considerar que es la temporada en la que registran el mayor número de ventas. Desde los primeros días de febrero, se prepararon para contar con mercancía suficiente para comercializar en estos cuatro días.
Restringen venta de bebidas alcohólicas
En cuanto a la venta de bebidas alcohólicas, los comerciantes señalan que solo ofertan los negocios establecidos y no se permite la colocación de negocios ambulantes que oferten bebidas de ese tipo. Con ello se mantiene un control, ya que la mayoría de establecimientos que las venden son restaurantes con los alimentos.
Debido a la pandemia, las actividades de esta festividad se suspendieron en Tlayacapan desde 2020. Sin embargo, se retomaron el año pasado, no obstante, en esa ocasión los comerciantes aclararon que sus ventas no repuntaron por lo que este año esperan que sus expectativas se cumplan.
Con información de Ofelia Espinoza