“Soy negro, haitiano de nacimiento, francés y judío por adopción. Me siento todo eso, pero la gente me ve solamente como un hombre negro; eso hace que no encuentre mi lugar”. A los 34 años, David sueña y a la vez teme regresar a Haití, país donde fue adoptado cuando tenía un año.
Es la historia que muestra el documental mexicano David, el regreso a la tierra de la directora Anaïs Huerta Rehje, el cual se proyectó en la décima edición del Festival de Cine y Medio ambiente Cinema Planeta.
MC: ¿De qué trata el documental?
AH: “Es la historia de un joven francés pero adoptado en Haití que regresa por primera vez a su isla natal, entonces cuenta sobre esa necesidad del ser humano, por saber más de sus orígenes.
MC: ¿Cómo llegas a la historia y decides plasmarla en una película?
AH: David es un amigo de la infancia, y desde hace mucho tiempo hemos estado hablando de esos temas y su necesidad de regresar a Haití, entonces pensamos en varias maneras de narrar la historia, y, poco a poco, desde 2011 empezamos a filmar algunas cosas hasta que lo aterrizamos en un guión más sólido y filmamos todo en 2015 para estrenar el documental en 2017.
MC: ¿Cómo ha recibido el público este filme?
AH: Muy bien, me gusta mucho porque es una película mexicana de un joven francés nacido en Haití, y mi miedo era que la gente no sintiera conexión, pero fue todo lo contrario, las personas se han identificado mucho con esa búsqueda sobre sus orígenes que al final es un tema muy universal.
MC: Después de tanto tiempo sobre el proceso de desarrollo hasta verla proyectada en la pantalla grande, ¿Qué sentimientos te provoca ver reflejado el esfuerzo?
AH: Es bien bonito, sobre todo que la hemos filmado con un lente anamórfico ruso que le da un aspecto muy particular, y verlo en pantalla grande es increíble. En la sala del cine Morelos fue fantástico verla proyectada en esa calidad.
MC: tu película fue nominada para el premio de selección oficial en competencia mexicana ¿Qué significó para ti?
AH: No estoy muy de acuerdo con los premios, es algo que se agradece desde luego, pero me gustaría que los festivales se volvieran sólo una muestra y ya no hubiera premios, porque nos pone a todos en una situación un poco infantil donde casi estamos como en la escuela, y a ver quién se gana el premio, todo estamos de contrincantes y lo importante en realidad es sólo ver las películas de los demás, ver qué se hace y hablar de nuestras películas y con el público. Además todo es muy subjetivo, para mí lo importante es que se puedan compartir el trabajo de los cineastas.
MC: estuviste en la primera edición de Cinema Planeta, ¿Qué opinas del crecimiento del festival?
AH: Es algo muy importante, todo está centralizado a la Ciudad de México y está muy bien que se hagan festivales en lugares más pequeños, donde se va creando un público paulatinamente, porque hoy en día estamos ahogados entre tanta producción que viene de Estados Unidos y la gente ni siquiera conoce otro tipo de cine; es indispensable generar un lugar de diálogo y que a gente vea otro tipo de cine que no sea el Hollywood únicamente. Me agrada ver que el festival creció y se ha fortalecido al igual que Cuernavaca, donde se han abierto más espacios culturales.