La talentosa escritora y performancera Marina Ruiz, presentará por última vez en Cuernavaca el proyecto poético performático “Pájara de Cúrcuma” este jueves 13 de junio a las 19:00 horas en el Centro Cultural Ataraxia.

En entrevista, Marina cuenta todos los detalles de este espectáculo que define como un espacio íntimo y abierto a la vez; un espacio de encuentro poético con ella misma, donde expresa sus búsquedas de la sanación y comparte con el espectador el camino donde ambos pueden encontrar un refugio.

Pájara de Cúrcuma es un proyecto performático basado en la poesía dolorosa y de búsqueda de sanación, a partir de ella voy desarrollando los escénicos corporales y somáticos de es esta consciencia del cuerpo; desde el cual surge el movimiento en consonancia con la poesía para construir un diálogo escénico con el público que se vuelve participante del performance, expresó Marina Ruiz.

Asimismo, la artista reconoce este proyecto como la invocación de la curación que busca desde la poesía, asemejando aquella invocación de la sanación que hacían los antiguos en la época prehispánica que curaban a través de la palabra.

Hago una invitación a mirarnos desde adentro, invoco a que los espectadores contribuyan al proceso de sanación mío y es lo que generalmente trato de hacer en los performance; ese reconocer que necesito de las demás personas para completar mis procesos y que al mismo tiempo, reconozcan en su interior sus problemas y lo que le está sucediendo, que puede ser muy similar a lo mío. El compartir este proceso abre el corazón, espejearnos en el otro y descubrir que dentro de nosotros hay procesos que sanar es algo muy enriquecedor, expresó.

Marina menciona que este performance surgió de la enfermedad y la búsqueda de la cura a través del arte en un laboratorio somático con su maestra de danza somática Laura Ríos en enero de 2018.

“Surge con la intención de hablar de lo que no se habla, de las enfermedades que padecemos las mujeres es importante porque muchas veces la enfermedad pone en evidencia las imposiciones sociales que interiorizamos y terminan torturándonos. El nombre tiene varias referencias, por supuesto ‘Pájara’ porque es un proceso de búsqueda de la libertad del espíritu de ser cómo somos y quitarnos aquello que nos limita. Y ‘Cúrcuma’ surgió a partir de que el color del fruto de un naranjo que estaba en el lugar, llamó mi atención; la cúrcuma es una especa hindú que se usa para condimentar la comida pero también para pintar el cuerpo y es un desinflamatorio natural; justamente lo utilizo por el tema de la desinflamación natural que en mi caso la he tomado por la inflamación de articulaciones en el que estuve durante dos años y que me ha ayudado muchísimo”, comentó.

Marina Ruiz considera este performance poético como un movimiento simbólico de liberación. Y después de presentarlo en lugares como La Tallera y Cine Morelos, ahora cierra un ciclo en Morelos con la intención de llevarlo a Ciudad de México y Guadalajara.