El estado de Morelos cuenta con un amplio número de escritores y escritoras tanto noveles como de amplia trayectoria, asimismo, en estas tierras se han desarrollado historias y escritos muy importantes por parte de autores extranjeros.
Para la instancia cultural gubernamental, desde hace varias administraciones ha sido de suma importancia apoyar a los escritores publicando y difundiendo sus obras, asimismo, fomentando el hábito de la lectura entre las comunidades morelenses.
Fue desde finales de los noventa que se comenzaron a realizar publicaciones de libros por parte de la dependencia cultural.
"Hay una tradición editorial en el seno de la instancia cultural estatal, y antes del año 2000, con la maestra Mercedes Iturbe, como directora del Instituto de Cultura de Morelos, hubo toda una serie de publicaciones, a ella le interesaban mucho los libros de arte, y contrataron proveedores externos, entonces hacían libros sobre las exposiciones en el Jardín Borda donde participaban escritores de gran renombre como Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco, que escribían los artículos, eran libros caros muy bien hechos", expresó Ángel Cuevas, escritor y coordinador editorial en la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos.
En el año 2000, durante el gobierno de Sergio Estrada Cajigal, al frente del Instituto de Cultura de Morelos, estuvo durante un par de años el académico y fotógrafo, Adalberto Ríos Szalay, quien también tuvo importantes logros en la cuestión editorial.
"En el 2000, cambia la administración y entra el maestro Adalberto Ríos Szalay, y su gestión dura muy poco, pero en ese tiempo que estuvo al frente colaboró con Socorro Venegas, en la Biblioteca del CMA con proveedores externos y en colaboración con la maestra Susana Mendoza, hicieron una colección llamada 'Amate', que eran unos libros largos muy bonitos, y publicaron varios títulos, recuerdo un libro de Rafael Gaona sobre Frida Kahlo y Diego Rivera y otro que se llamó 'El paraíso de Lezama y el infierno de Lowry: dos polos narrativos' de Eliana Albala. Un libro de poesía de Kenia Cano, Socorro Venegas publicó un libro de cuentos, y su hermano Ricardo Venegas un libro de poemas y una entrevista con Ricardo Garibay".
Para los años restantes de esa administración, a la salida de Adalberto Ríos, entra el arquitecto Alfonso Toussaint, y es quien desarrolla la idea de lo que hoy se conoce como el Fondo Editorial del Estado de Morelos en 2003.
De acuerdo con la información proporcionada en su sitio web, el Fondo Editorial del Estado de Morelos (FEDEM) tiene entre sus objetivos editar, promover y difundir productos editoriales de autores morelenses o residentes en el estado, que contribuyan al desarrollo cultural y al fortalecimiento de nuestra identidad, así como fomentar la lectura y preservar nuestro patrimonio cultural bibliográfico y documental.
"Alfoso Toussaint considera que es muy importante que el Instituto de Cultura tenga su propio Fondo Editorial y es uno de los logros de su gestión. En ese tiempo sólo se llamaba Fondo Editorial y entra al frente la escritora Frida Varinia Ramos, a partir de ahí colaboro yo".
Durante ese tiempo, la dependencia cultural tiene una serie de compromisos de publicaciones de libros que son los resultados de los concursos o convocatorias que se hacían, además se comienza a trabajar al interior del instituto para crear diversas obras y apoyar a los escritores.
"Hicimos un par de obras de teatro del maestro Rubén Pizano, que fue ganador de una convocatoria de literatura, el libro fue 'La política es puro teatro', uno de Juan Machín llamado 'El amor, la muerte y el caos: Ecuaciones de lo imposible'. Se trabajó en coedición con La Rana del Sur donde participaron Óscar Menéndez, Félix García, José Ramón Corona y co editamos el libro "De Rebeldes Fe" de Víctor Hugo Sánchez Reséndiz que es sobre el mito y leyendas en torno a Zapata".
En esa misma administración, se hicieron libros de Carmen Gamiño, y de aquellos que habían ganado los concursos de literatura, con una serie de colecciones de narrativa y poesía.
Además para el Instituto de cultura era muy importante el tema de la identidad morelense y se publican libros sobre gastronomía, costumbres, de historia y crónicas. Siendo ya un departamento interno, el Fondo Editorial se amplía y se diversifica incluyendo más títulos.
"El primer fondo no cuenta con un presupuesto mayor, tenía que pedir recursos a las oficinas administrativas siempre".
En la administración de 2006 a 2012, durante el gobierno de Marco Adame, fue la promotora cultural y productora artística Martha Ketchum Mejía quien estuvo al frente del Instituto de Cultura de Morelos, con una gestión brillante, en el ámbito editorial.
"Dejé de trabajar en el fondo cuando acabó la administración anterior y en el 2008, Martha Ketchum me invitó a ser el director del departamento editorial. La maestra Ketchum fue una excelente gestora de recursos, teníamos dinero para trabajar, bajaba recursos federales y podíamos hacer diversas cosas. Me rodeé de un equipo de asesores editoriales que eran maestros, como Sergio Mondragón, Juan Tovar y Alfonso D'Aquino".
En ese tiempo, se empiezan a incluir también a los autores morelenses que ya habían fallecido.
"Hicimos una serie de colecciones donde además de incluir autores morelenses vivos, pensamos en los lectores, que les interesaba leer a autores viejos, muchos que han fallecido desafortunadamente. Y se inaugura la colección 'La sombra del viajero' con escritores extranjeros y mexicanos, que no son de Morelos pero que eligieron el estado para vivir y escribir como Alfonso Reyes, Ignacio Manuel Altamirano, Gutierre Tibón y Malcolm Lowry, y a varios más que fueron colecciones que interesaron mucho a la gente, porque surgieron de la experiencia de vivir por acá".
En la administración de 2012-2018 en el gobierno de Graco Ramírez, fue Cristina Faesler Bremer quien estuvo a cargo en la Secretaría de Cultura de Morelos, que en ese momento deja de ser instituto y se convierte en secretaría. En esa administración, se enfocan sobre todo en la realización de libros sobre arte.
"En ese momento, yo salgo del FEDEM, las cosas cambian y cada administración tiene su idea de libros que quieren publicar. Hicieron muchos libros de arte en coedición con el INBA. Recuerdo el de 'La ruptura' de Roger von Gunten en colaboración con la editorial El equilibrista y ahí se gastó mucho dinero. Son libros muy bien hechos y muy dignos, pero se desatendió el otro extremo porque ya no se publicaban a autores locales, se gastó mucho dinero en libros de arte y sólo hasta el final de la administración se hicieron algunas plaquettes de poetas locales. Las artes plásticas estuvieron muy atendidas".
Para la administración actual de Cuauhtémoc Blanco Bravo, la dependencia cambia a Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos y en un principio está al frente Margarita González Saravia y posteriormente, Julieta Goldzweig Cornejo.
"He vuelto a colaborar como coordinador editorial y se ha llegado con otra idea, se ha diversificado mucho, hay libros de identidad morelense, de gastronomía, de los municipios y distintos temas. Se va a publicar un libro de Zacatepec tomando en cuenta la zafra y el fútbol y otro de cuestiones de migración. Así como a los ganadores de la convocatoria de Obra Inédita, algunos con trayectoria y otros noveles en poesía, ensayo, narrativa, teatro y este año hubo una ganadora en cuento infantil o juvenil, que en años pasados había sido desierta la categoría. Otros libros de ensayo y de poetas mexicanos. También a Marcela del Río, nuestra máxima escritora viva se le publicó una novela que se llama 'Una mujer de tantas...un día de no tantos'".
Además se retoma la publicación a escritores noveles en las colecciones y antologías de los alumnos de la Escuela de Escritores Ricardo Garibay y en los textos de Mujer escribir cambia tu vida, que ha permanecido desde hace aproximadamente 14 años.
" Lo que hemos propuesto es que falta volver a publicar a nuestros escritores viejos que todavía viven y aquellos que ya murieron y han dejado obra inédita. Consideramos que Morelos tiene escritores de mucha trayectoria y que tiene que haber un equilibrio entre publicar autores jóvenes pero también al público hay que darle a leer a nuestros escritores viejos".
En cuestión de presupuestos ha sido muy variado dependiendo las gestiones gubernamentales y el apoyo que se brinda al sector cultural.
"Cuando se funda en Fondo Editorial no teníamos recursos porque era un proyecto nuevo y fue hasta la gestión de Martha Ketchum que hubo un buen presupuesto, se llegó a tener dos millones de pesos para trabajar en un año, que eran para imprimir libros y para hacer campañas y programas para fomento a la lectura, como ferias del libro o el programa 'Morelos Lee' en el llevamos los libros a comunidades. Además se dieron las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana, y ahí hubo otro recurso y programa para hacer libros. Durante la gestión de Cristina Faesler, yo no estuve pero los libros de arte son caros, y ahora con la situación que se ha dado a conocer lo que está en el aire con el libro de Joy Laville, y dicen que costaba un millón de pesos, entonces ya nos damos una idea de cuánto costaba cada libro".
Asimismo, Ángel Cuevas compartió que en la administración actual el presupuesto ha sido más moderado, un aproximado entre $700 mil y $800 mil.
"Debido al tema de la austeridad que marca el gobierno federal y también por la pandemia, los presupuestos han sido menores. Incluso este año, no hubo presupuesto para trabajar, y por primera vez se van a publicar libros digitales, y pensamos que va a tener un alcance alto porque se puede compartir en redes y en muchos lugares, pero siempre falta ese soporte impreso, que esperamos se pueda hacer en 2022".
De acuerdo a su experiencia en el FEDEM, Ángel Cuevas considera que la administración que más libros publicó ha sido la de Martha Ketchum Mejía.
"Se hicieron muchos libros y se diversificó la oferta editorial, tomando en cuenta los distintos nichos, como infantil, juvenil y especializado. No se publicó para un nicho en específico, como instancia pública se debe tomar en cuenta a todos, y además tenemos una función didáctica, mostrar y dar a conocer temas y autores que le atañen a la sociedad".
La distribución de los libros editados por el FEDEM se realiza de distintas formas, pero con el sello de que sean gratuitos, debido a que los libros que produce son con fondos públicos y no hay un interés lucrativo, ni una necesidad de recuperar lo invertido porque no es una editorial comercial.
"Los libros normalmente se distribuyen de forma gratuita en las Salas de lectura y se entrega un acervo completo. También a las bibliotecas públicas les damos libros y a las diversas instituciones que nos piden, como a las Facultades de la UAEM para fomentar la lectura, se han dado hasta 1400 ejemplares para los alumnos. Asimismo, en las presentaciones de libros al público que asiste se le regala la obra".
El FEDEM tiene un candado administrativo, que no les permite vender los libros, sin embargo, a los autores siempre se les otorga un 10 por ciento del tiro de los ejemplares impresos, y tienen la libertad de venderlos y distribuirlos cómo mejor les parezca, muchas veces los venden en librerías locales, ferias y festivales.
Cabe destacar que el FEDEM reserva cinco ejemplares de cada libro publicado, y esa amplia colección puede ser consultada por las personas interesadas.
El FEDEM ha sido uno de los proyectos más importantes y destacados de la dependencia cultural en Morelos, ya que siempre busca apoyar a los escritores morelenses y fomentar el hábito de la lectura.
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