Los Judasestán listos, hoy cumplirán su destino de ser quemados para regocijo de la gente que gusta de la tradición de ver en la hoguera a quién traicionó a su maestro.
La familia Rosas, promotora de la tradición desde hace muchas generaciones, dice que cada vez son más los elementos que se usan para extinguir la Judas. Este año, los ayuntamientos prohibieron su quema porque el tronido de cuetes puede dañar más los inmuebles maltrechos por el sismo. La familia de coheteros, que ha trabajado en la elaboración de muñecos de cartón, confía que la tradición continúe para continuar trabajando en este tipo de artesanía.
Hoy nuevamente sobre la avenida de Temixco a Cuernavaca comenzaron a ser colgados los diablitos; en diferentes tamaños, colores y precios.
Hiram mencionó que hasta hace cuatro años elaboraban 500 muñecos, pero han visto que la tradición se pierde gradualmente.
También afirmaron que su trabajo implica muchas horas para la elaboración de los muñecos y los precios varían desde los 30, 120 y hasta cinco mil pesos.
Este año muchos sólo serán quemados, no tendrán explosivos, porque debido al sismo varios edificios aún pudieran resentir la fuerza de los cuetes.