La película documental "Cosas que no hacemos" del director Bruno Santamaría, podrá verse de manera gratuita el próximo 4 de abril en la plataforma www.ambulante.org a las 19:00 horas y estará disponible durante 24 horas.
Esto como parte del ciclo Tonalidades en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans Ambulante, que busca resaltar historias de personas trans en diferentes territorios de México.
Este filme documental del 2020 se desarrolla en El Roblito, un pueblo en Nayarit que por su condición socioeconómica parece no tener adultos. "Cosas que no hacemos" acompaña las rutinas de un grupo de niños que juegan en sus calles con dinámicas inocentes pero a la vez tocados por la violencia generalizada en el país.
El documental presenta la historia de Arturo, un joven que parece querer seguir siendo niño y que disfruta vestirse de mujer, pero que lo hace a escondidas por temor a la reacción de sus padres. La película entreteje con sutileza diversas perspectivas y aspectos de la vida en una comunidad conservadora y en riesgo de agresiones constantes. Esta obra devela paulatinamente cómo el miedo y la represión permean el imaginario de los jóvenes y modifican los vínculos que entablan entre ellos. Además, sigue a Arturo en ese camino para abrirse con libertad a la sociedad, y transformarse en Dayanara y luchar por el respeto y sus derechos.
Bruno Santamaría, menciona que esta cinta parte desde un difícil momento en el que sufrió un congelamiento en el cuerpo, que no le permitía moverse, entonces empezó a investigar y a escribir, y aparecieron un común denominador de textos y reflexiones, sobre todo ligadas a la identidad sexual.
"Con todo eso apareció un título, pensando en hacer un proyecto sobre ello al final, y que terminaría por hacer esas cosas que no había hecho antes. Entonces, junto a una amiga, empezamos un viaje hacia Sinaloa, de exploración y estando allá, de pronto hicimos un viaje en lancha con unos niños en una zona de manglares. Un niño empezó a contar que cada Navidad, Santa Claus sobrevolaba la isla de El Roblito y otra más, aventando dulces desde un trineo de colores con paracaídas de arcoiris vestido de rojo. Fuimos para allá y esperamos un tiempo a que llegara Navidad, y mientras empezamos a dar clases de video en la escuela y mostramos los resultados en las casas de los abuelos. Después se volvió un cineclub, fue increíble cómo nos fuimos vinculando con la comunidad. Llegó Navidad y vimos que realmente existe lo que cuentan, lo grabamos y en ese momento dije 'aquí quiero estar', sin saber exactamente cuál era el camino, pero me fascinaba, sentí una energía muy infantil y que era un buen principio para hablar sobre crecer, para romper con esas cosas que no hemos hecho antes", expresó Bruno Santamaría.
A partir de eso, empezó un proceso de reflexión sobre el hecho que de alguna manera, los secretos, el silencio y la represión están ligados a no crecer, a no terminar por ser un adulto.
"Trabajábamos principalmente con niños de 6 a 10 años de edad, y también nos ayudaba mucho un niño más grande llamado Arturo, el tenía 14 y se volvió muy cercano compartimos risas, navidades, llantos, miedos y secretos, entre los que yo le compartí fue porque estaba ahí, qué estaba explorando, qué cosas no había hablado con nadie y ella también me empezó a contar cosas que no había hablado con nadie; el compartir esos secretos generó un encuentro de acompañamiento, y en ese momento apareció la película, sobre esta chica que decide dejar de callar, en un principio conmigo, pero después para compartirlo con sus padres y con la sociedad".
El director menciona que esta cinta nos brinda diversas reflexiones, sobre todo el hecho de conectar con nuestra propia identidad y ser empáticos con los demás.
"Abril, la productora siempre dice que para ella la película no conecta sólo con la identidad de género, pues la invita a reflexionar sobre qué cosas no ha hecho ella en la vida. Evidentemente si uno vive el proceso de salir del closet, como yo lo viví, conecto y lloro porque ya atravesé esa experiencia. Pero también conectas con las cosas que no te has atrevido a hacer y a romper, justamente porque la sociedad te impone el mundo adulto, te dice cómo deben ser todo y qué cosas están fuera de lugar. Es una película que nos muestra qué pasa cuando uno rompe y se atreve".
Desde su estreno, la película se ha presentado en distintos festivales nacionales e internacionales, como en Los Cabos, Canadá, Lima y Bogotá, entre otros; llegando a un amplio público.
"Ha sido muy grato el poder compartir la película, la historia de la comunidad El Roblito, de Dayanara y también de mi vida, de alguna manera la forma en la que filmamos y trabajamos. Entrar a ese universo y vivirlo, recordar momentos y compartir eso es maravilloso, una experiencia transformadora".
Bruno Santamaría, celebró la realización del Ciclo Tonalidades en Ambulancias, plataforma que considera una de las más importantes, por acercar el cine al público. "Me parece que Ambulante es de los espacios más sólidos y sensibles para mostrar cine en Mexico, y justo el ciclo Tonalidades refuerza esta idea, y no sólo se preocupa por mostrar películas sino por conectar con las cosas que la gente necesita ahorita, con una curaduría que aborda distintas temáticas y universos ligados a la identidad, y definitivamente eso es increíble".
El 4 de abril a las 19:00 horas se podrá ver "Cosas que no hacemos", y estará disponible por 24:00 horas. Asimismo, el
5 de abril habrá una charla con el director y la productora para platicar del proceso creativo.
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