En el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (Mucic) se inauguró la exposición de pintura “Y pienso para mis adentros... Qué mundo maravilloso”, in memoriam al artista y escritor Alfredo Cano, quien vivió muchos años en Cuernavaca y dejó un importante legado artístico.
Durante la inauguración se destacó que esta exposición comenzó a planearse junto al artista desde el año pasado, desafortunadamente él falleció, pero se continuó la gestión con sus familiares para llevarla a cabo, y ahora rendirle homenaje por su obra y aporte a la cultura en Cuernavaca.
➡️ Noticias útiles en el canal de WhatsApp de El Sol de Cuernavaca ¡Entérate!
La artista plástica y galerista Mara Odette fue la encargada de presentar la exposición y compartir con el público la semblanza de Alfredo Cano, para destacar sus estudios y aportes.
“Qué honor me ha dado Vanessa Martínez en pedirme presentarles a ustedes la exhibición pictórica del incomparable artista, amigo y colega Alfredo Cano, quien fue ingeniero aeronáutico, piloto aviador y artista. Pasó la mitad de su vida en Cuernavaca, donde estudió Artes en el Centro Morelense de las Artes; y empezó a manejar desde los carboncillos hasta el pincel, desde la figura hasta la abstracción, desde la calma hasta la pasión”, dijo Mara Odette.
Asimismo, detalló que desde temprana edad escribía para la revista de Aeroméxico, y como escritor, su pluma alcanzó a escribir ocho novelas, una de las cuales fue galardonada en Barcelona, España, en un concurso de autores latinoamericanos.
“En el torbellino de sus emociones, que supo vivir y compartir con tantos de nosotros, lo mismo agarraba el teléfono, que el pincel, el cigarro o la pluma para dejarnos hoy un legado de un adiós, como él mismo describió en uno de sus poemas, hay adioses que duelen, hay adioses que salvan y adioses que nos dejan huellas… Sí aquí están sus huellas, estas pinturas, testigos silenciosos de sus amores familiares, filiales, a la música y al arte”.
Mara agregó que Alfredo Cano pintó rostros de sus amigos, expresiones de su familia, manos de sus amigos, instrumentos musicales que le hicieron vibrar, las pasiones con su musa, y una de sus musas más fervientes, le hizo pintar también desnudos y crear poemas, en los cuales destacó que el paso de la vida es efímero, pero el amor no conoce el tiempo.
La exposición está integrada por diversas obras realizadas en técnicas pictóricas al óleo y acrílico; obras que se intercalan con varios poemas y textos de la autoría de Alfredo Cano, que se complementan unos a otros.
“En esta exposición póstuma rendimos homenaje al artista. Su obra neofigurativa propone principalmente en matices de blanco y negro, que a veces se desborda en intensos rojos y azules, su amorosa comprensión del ser humano, segmentos corpóreos en que las manos tienen un rol preponderante, figuras femeninas y delicados desnudos y momentos en que la música forma parte de ese mundo maravilloso que habitaba en su interior”, escribe María Gabriela Dumay, crítica de arte en el texto de sala.
Visita la exposición “Y pienso para mis adentros... Qué mundo maravilloso”, in memoriam de Alfredo Cano en el Mucic, el horario es de martes a viernes de 10:00 a 17:00 horas, y sábado y domingo de 10:00 a 15:00 horas, entrada libre.